tag:blogger.com,1999:blog-64294407150665066482024-03-05T12:56:26.133+01:00ComplutopíaPedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.comBlogger44125tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-13467982810976970422023-07-22T11:55:00.008+02:002023-07-23T12:43:22.755+02:00La desventura de Cervantes desplumado<p>El <b>9 de octubre de 2029 </b>se conmemorará el 150 aniversario de la inauguración de la estatua de <b>Miguel de Cervantes</b> en la plaza que lleva su nombre. Es de esperar que, para entonces, la efigie del vecino más universal de Alcalá de Henares se encuentre en perfecto estado de revista. Y eso habrá de incluir su atributo más simbólico, la <b>pluma</b> que descansa en su mano derecha, la misma que se encuentra en paradero desconocido desde hace algunas semanas y con la inscripción secreta que contiene a la vista profanadora de unos ojos furtivos y, por ello, indignos.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7W8GHHyfOS8_zk2_j00OUpSHNz4IHiSaFXj7663o7yi1lmtmbv22RRjPJtXfy1zSKyj_2-YmrNmRKLW7P7JbR0BI5U7SmPMhdsxGwIa8Np9vNyl2KTWbrRI_MWhQEWR1KlynbMXoHSef6jrp9COFUX6dtTOMBaWmUhazSjYnX-K78oPeuXLwv6cmTOME/s2048/b989a5f4-fe6c-465d-9d57-33d80442da0e.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7W8GHHyfOS8_zk2_j00OUpSHNz4IHiSaFXj7663o7yi1lmtmbv22RRjPJtXfy1zSKyj_2-YmrNmRKLW7P7JbR0BI5U7SmPMhdsxGwIa8Np9vNyl2KTWbrRI_MWhQEWR1KlynbMXoHSef6jrp9COFUX6dtTOMBaWmUhazSjYnX-K78oPeuXLwv6cmTOME/s320/b989a5f4-fe6c-465d-9d57-33d80442da0e.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La estatua de Cervantes empuñando el aire y al fondo la espadaña de la Capilla de San Ildefonso.</i></td></tr></tbody></table><p>El lance apenas ha pasado de la categoría de anécdota en las escasas menciones públicas que se ha hecho de ello en el igualmente escaso espacio de debate público de la república complutense. Pero tanto la forma como en el fondo, se trata de una desventurada afrenta para el<b> patrimonio artístico e histórico local.</b></p><p>Es verdad que no es la primera vez que la estatua Cervantes sufre una agresión de esta clase. A finales del pasado siglo, los hurtos del cálamo se hicieron tan frecuentes como las pintadas y los destrozos en la estatua de Cisneros en la vecina <b>plaza de San Diego</b>. Ésta última acabó recluida en un taller de restauración durante años y sustituida por una réplica, mientras que la desplumaduras constantes del escritor fueron conjuradas con la colocación de un artefacto más parecido a un <i>frigopié</i> que a una pluma, atornillada de la manera más tosca a la mano. Lo que le faltaba a una escultura mancillada con el mote <b>malasombra</b> del <i>Monigote</i> entre el paisanaje.</p><p>La delicadeza y la categoría artística de la estatua creada por <b>Carlo Nicoli Manfredi en 1879 </b>quedó más que ratificada hace tres lustros, cuando fue sometida a la última gran restauración. Las costras, las manchas y las <b>escorrentías</b> de polvo, excrementos y óxido habían vestido a la escultura con una pátina verdosa y un aspecto de grosero descuido. Y como broche a ese maltrato y a esa pinta deforme estaba la pluma de su mano derecha, casi una ofensa para la estatua y para el personaje.</p><p>Un gran cubo con telones tapó el <b>alto pedestal</b> sobre el que reposa la figura de Cervantes cerca de medio año, tiempo en el que se desarrollaron las labores de restauración que financió la administración regional. El objetivo era retirar la suciedad y rescatar los brillos naturales. Pero durante la intervención se realizaron varios <b>hallazgos</b>. Como los tres orificios localizados en distintas partes de la estatua, la cabeza, la gola y el muslo izquierdo, practicados quizá para ayudar en su día en el transporte y la elevación de la pieza.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBPF4jsyq5wF40Ra-DVTXGzHXJOScB-JFxK9I64dTNOAmtQDxfP3xFzagXPsMz-PmnfgJ7Q2DeIfBeYxUJ1L1Tk3Ov4J0upxKPIrCJGSCMy7XRVNZcJWaB5fmLtrOmcliR8QGz4y-k7k5AU_UR9QZa9uvHMTCjhst-GFuP7uIYFPC6-R7C7NvnXXmEKmo/s969/escultura%20sentada.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><i><img border="0" data-original-height="969" data-original-width="744" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBPF4jsyq5wF40Ra-DVTXGzHXJOScB-JFxK9I64dTNOAmtQDxfP3xFzagXPsMz-PmnfgJ7Q2DeIfBeYxUJ1L1Tk3Ov4J0upxKPIrCJGSCMy7XRVNZcJWaB5fmLtrOmcliR8QGz4y-k7k5AU_UR9QZa9uvHMTCjhst-GFuP7uIYFPC6-R7C7NvnXXmEKmo/s320/escultura%20sentada.jpg" width="246" /></i></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Molde de la estatua sedente de Cervantes diseñada por Nicoli y finalmente descartada</i>.</td></tr></tbody></table><p>También quedaron al descubierto en la base circular de bronce que la sujeta dos inscripciones:<b> <i>Carlo Nicoli Florencia MDCCCLXXIX </i>y <i>Fratelli Galli fusero in Firence</i></b>, que corresponden respectivamente al nombre del escultor, su procedencia y el año de la colocación de la estatua, 1879 -el Ayuntamiento, promotor de la estatua, descartó otro modelo con el autor de <i>El Quijote</i> recostado en un sillón-, y los <b>artesanos florentinos </b>que recibieron el encargo de de fundirla.</p><p>Además, el equipo de restauración se topó con la torpe colocación de la<b> pluma falsa</b> en la mano, una pésima copia de la original, repuesta una y otra vez a consecuencia de los continuos robos, pero ésta además atornillada al pulgar con pernos de hierro, lo que había provocado que literalmente chorreara el óxido por la mano. A tal fin se moldeó una nueva pluma con <b>una resina especial</b>, más acorde a la estética y el estilo de la escultura, y se adhirió a la mano a través de una espiga de la misma resina con fibra de vidrio en el cálamo de la pluma original, que aún se conservaba entre los dedos del escritor.</p><p>Esa es la pluma que está ahora en manos de quien no debe; arrancada de la propia efigie o recogida del suelo tras caerse por un posible deterioro. Aunque no deja de sorprender que en <b>el espacio más emblemático, céntrico y transitado de la ciudad </b>pueda producirse un episodio de este tipo sin más. </p><p>Y una vez sucedido, sigue sorprendiendo la tibia reacción pública ante lo que representa, para empezar, un atentado contra un<b> bien cultural</b>. Y aún entendiendo que, por esa misma razón, la restauración deberá ser lenta y rigurosa, acorde a la normativa que regula la protección del patrimonio, algún tipo de demostración -institucional al menos- de<b> preocupación y consternación</b> por este destrozo no hubiera estado de más.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV-M6EySj9J0qZLlIfxa59SCuL2te8o3sPZN1sYmwoE40e8726TXBhX0AOyl8iAwoWk8uATkEcsTGNHRi18gcbAZa7v8qy9Hk1R5qKrPH3ulP7YRW-MoXFT0c4UgspLyQKeJ09OD86bmd_A9ooBG6OcckjeHP7GIfeP7WDAWxvwKaHmf5Jk4bFvPIGyn0/s2048/b9101e1a-2ca0-48af-b4fc-5dcb19e48a96.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhV-M6EySj9J0qZLlIfxa59SCuL2te8o3sPZN1sYmwoE40e8726TXBhX0AOyl8iAwoWk8uATkEcsTGNHRi18gcbAZa7v8qy9Hk1R5qKrPH3ulP7YRW-MoXFT0c4UgspLyQKeJ09OD86bmd_A9ooBG6OcckjeHP7GIfeP7WDAWxvwKaHmf5Jk4bFvPIGyn0/s320/b9101e1a-2ca0-48af-b4fc-5dcb19e48a96.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La estatua de Cervantes sin su pluma. <br /><br /></i></td></tr></tbody></table>Porque la estatua, al fin y al cabo, es la representación material de un símbolo de la cultura universal, de un<b> héroe civil </b>que inspira y ennoblece. Que un personaje de esta categoría presida la plaza mayor de una ciudad, <b>empuñando una pluma y no un cetro o una espada</b>, debería ser motivo de un orgullo especial por parte de sus paisanos. Pero no parece ser ese el caso alcalaíno.<p>Confiemos en que para el centenario y medio de dentro de seis años haya desagravio con un buen homenaje a la romántica efigie de Cervantes y que se lleve más cuidado con los cuidados que merece <b>una obra de arte y un emblema</b>. Entre ellos, y por aportar ideas, estaría bien sustituir la inscripción secreta que adorna la pluma extraviada, que informa con exquisita neutralidad <span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14.85px;"> </span><b style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14.85px;">“Reintegración subjetiva 2007”</b><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 14.85px;">, por una sentencia más rotunda y admonitoria, casi de maldición para el que ose profanarla. Algo así como <b>"Con esta pluma firmé mi gloria y firmaré tu condena".</b></span></p><p><br /></p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-89812626626079549462023-02-15T19:23:00.001+01:002023-02-15T20:54:02.007+01:00Bienvenidos a la ciudad almacén de la humanidad<p>Le gustaba repetir a<b> Manuel Gala</b> durante sus tiempos de rector de la <b>Universidad de Alcalá</b> -acaso aún siga con esa letanía- que lo mejor de <b>Alcalá de Henares </b>era su decadencia. Los malos tragos y peores resacas que la historia le ha hecho pasar a la<b> divina Compluto</b> modelaron la ciudad que es en el presente, con sus aberraciones y sus glorias entreveradas, formando un pastiche milagroso que en este 2023 celebra sus 25 años como <b>Ciudad Patrimonio Mundial</b>. Un aniversario que coincide con otro menos oficial pero hiperreal como es el de la consagración de Alcalá como ciudad almacén... para toda la humanidad también, pues al fin y al cabo habitamos un paraje de este mundo globalizado.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-60s3rrJwIL5Ie4TvpxvyiJaVGbPtccRX1XECdBtHlkl6WKXniohrhOr2lw-C9xqRc57okii-dWxVp-Kc9AqSi0g7aJy7OGKaxMUswAqI047o5YUvhbrDCLbstNBywB1C5S2vPyNuhqqAlNqrxGoLPNkrr6q3_2yY-U0MzGxc_500-DulvPAj251l/s690/Obra-plataforma-Logistica-Alcala_thumb_690.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><i><img border="0" data-original-height="460" data-original-width="690" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-60s3rrJwIL5Ie4TvpxvyiJaVGbPtccRX1XECdBtHlkl6WKXniohrhOr2lw-C9xqRc57okii-dWxVp-Kc9AqSi0g7aJy7OGKaxMUswAqI047o5YUvhbrDCLbstNBywB1C5S2vPyNuhqqAlNqrxGoLPNkrr6q3_2yY-U0MzGxc_500-DulvPAj251l/w400-h266/Obra-plataforma-Logistica-Alcala_thumb_690.jpg" width="400" /></i></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La plataforma logística de Lidl entre la vieja Nacional II y el cerro del Viso, a vista de pájaro<br />(nexotrans.com)</i></td></tr></tbody></table><p>Es el sino (bendito y maldito a la vez) de todas las ciudades históricas: la superposición de trazas, tramas y paisajes en el solar que ocupa en el territorio. En el caso alcalaíno, las ha habido afortunadas y genuinas, como el esquema geométrico y equilibrado de ciudad universitaria, resultado de combinar la<b> <i>Civitas Dei</i> y la Ciudad del Saber.</b> Deriva del mismo fue el título oficioso de Alcalá como la<b> “Pequeña Roma” </b>por la profusión de iglesias y conventos, que queda ilustrada de manera tan elocuente en los grabados y planos de época con el <i>skyline</i> barroco erizado de torres, agujas, tambores y espadañas.</p><p>En el siglo XIX la presencia del <b>Ejército</b> evitó la destrucción absoluta del viejo barrio cisneriano y<b><a href="https://lacomplutopia.blogspot.com/2018/01/cuando-la-cisneriana-pudo-ser-west-point.html"> se fue dando forma a una ciudad cuartel </a></b>–con un <b>sector penitenciario </b>en paralelo nada desdeñable-, que duró hasta bien entrado el siglo XX. La postrera revolución industrial y demográfica que experimentó Alcalá tras la<b> Guerra Civil</b> dejaron su huella también con un crecimiento aluvial y desordenado que a punto estuvo de arrasar los restos más señeros del patrimonio histórico y artístico complutense.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJJCWwJJRu6bvFDvS9Aw8TM5R2AqYh7MFBRVYsL-f-vDhUbonz1QOyGkrK9JwlSQFP1bLNUGVr4C2AOGBGrlrMGk3GX_VifwdrSVPjpZEpagB01VlGk25eo9FPIc4N39si2jDJkovyj__9GrWYNL5-fTykb5SW23cJYKc6gmCEniaYsNN5oZIhflyQ/s850/Figura-20-Jose-Roca-ing-y-Jose-de-Azpiroz-arquitecto-Compania-Roca-de-Radiadores.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><i><img border="0" data-original-height="341" data-original-width="850" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJJCWwJJRu6bvFDvS9Aw8TM5R2AqYh7MFBRVYsL-f-vDhUbonz1QOyGkrK9JwlSQFP1bLNUGVr4C2AOGBGrlrMGk3GX_VifwdrSVPjpZEpagB01VlGk25eo9FPIc4N39si2jDJkovyj__9GrWYNL5-fTykb5SW23cJYKc6gmCEniaYsNN5oZIhflyQ/w400-h160/Figura-20-Jose-Roca-ing-y-Jose-de-Azpiroz-arquitecto-Compania-Roca-de-Radiadores.png" width="400" /></i></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Proyecto de la fábrica Roca, obra de De Azpiroz y Roca en 1957<br />(Archivo Municipal de Alcalá de Henares)</i></td></tr></tbody></table><p>Por suerte en la recta final del siglo XX se acertó a poner pie en pared frente a esta expansión caótica y se acometieron planes de conservación que han permitido hacer convivir el legado arquitectónico y urbanístico que el tiempo y sus vicisitudes han permitido que llegue hasta nuestros días, con otras incorporaciones más voluntariosas, amables y forzosas, o al menos nada agresivas, como<b> la ciudad de las cigüeñas, del deporte o incluso, más recientemente, de las rotondas</b>.</p><p>Cuando en 1998 la <b>Unesco</b> incluyó a Alcalá en su <b>lista de Patrimonio Mundial</b> se pensó que la urbe histórica recobraría todo su protagonismo, con infraestructuras y planeamientos acordes a sus necesidades de preservación, de realce y de promoción. Pero en honor a la realidad, lo cierto es que los progresos de ésta han sido más limitados de los que se esperaban. En cambio, ha avanzando fulgurante, casi arrollador, el modelo que dictan los tiempos y las oportunidades económicas, en nuestro caso las derivadas de la logística. Alcalá ha incorporado así una nueva etiqueta a su repertorio urbano: la citada ciudad almacén.</p><p>Lo que fueron durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX terrenos ocupados por grandes <b>instalaciones fabriles, laboratorios o naves comerciales</b>, han ido dejando lugar a enormes volúmenes prefabricados destinados al almacenamiento, clasificación y distribución de mercancías de todo tipo. Con ellos se ha conformado un recorrido panorámico que jalona toda la A-2 desde la salida del aeropuerto de Barajas hasta el entorno de <b>Guadalajara</b> capital; un formidable bulevar logístico para las comunicaciones por carretera con el extremo nororiental de España y Europa.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdQcKERcTBIcqdJ7xASZyi6IOHsHau-4kFA0uEpSXnOhMG11sk-nigroNKAM6byVcS-FUSREZ9smDsbCms53aag3JoNfL1kyJOCgbVQzKHyCptiPuINvs5wD4B-S9rfQiIGPvCHuVaWZtAHcHCJVTT176QHMbdOPMFG2oenTzB21EI87rpKqaCMkBO/s690/libreros%5B21330%5D.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="690" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdQcKERcTBIcqdJ7xASZyi6IOHsHau-4kFA0uEpSXnOhMG11sk-nigroNKAM6byVcS-FUSREZ9smDsbCms53aag3JoNfL1kyJOCgbVQzKHyCptiPuINvs5wD4B-S9rfQiIGPvCHuVaWZtAHcHCJVTT176QHMbdOPMFG2oenTzB21EI87rpKqaCMkBO/w400-h261/libreros%5B21330%5D.jpeg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Calle Libreros peatonalizada (Ayuntamiento de Alcalá)</i></td></tr></tbody></table><p>Es lo que nos toca, en definitiva, por tiempo y por espacio (geográfico). Pero también toca atender la maravillosa servidumbre que representa cuidar y proyectar una ciudad con vitola universal. Y en 25 años se ha podido hacer bastante más que acometer en serio<b> la peatonalización del centro histórico o la reforma de los Cuarteles</b>, emprendidas de manera relativamente recientes. Entretanto, esperan planes otros espacios estratégicos como el viejo cuartel de <b>Sementales y la Huerta del Obispo </b>o la ruina directamente construcciones tan singulares como <b>La Galera o los Silos</b>, a la vez que se soportan golpes bajos e inesperados como los derribos sin contemplaciones de <b>Casa Blanca o del cubo de la FIAT</b>.</p><p>Por no hablar del futuro que le aguarda a recintos como el de la vieja <b>factoría de Roca o el de la Base Militar Primo de Rivera,</b> preclaros vestigios de la ciudad industrial y cuartelaria respectivamente; tan codiciados para nuevos usos como necesitados de protección, pues el paraguas institucional de bienes culturales va cubriendo cada vez más a construcciones y espacios de funcionalidades diversas y con menos distancia en el pasado.</p><p>Tenemos asumido, en suma, que también alcanza a Alcalá el lema sentencioso que <b>Le Corbusier y otros pioneros del Estilo Internacional</b> asignaban a la ciudad ideal: un espacio urbano para habitar, circular, recrearse y trabajar (o almacenar, para ser más fieles a la realidad complutense). Y es preciso asumir igualmente que no hay que conformarse con el destino de impersonalidad y monotonía al que nos quiere arrastrar la <b>geoestrategia</b> comercial y económica de esta sociedad mundial globalizada.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDopnhHdIFhj1tzpImDHIddebsk6nPxMR_Snc5o7UtGzJbwUBdTOJbe4DKPyeeZjOo6PljiaHDs_FgaKRytcamUMzSsXsmcemxGPWFlECe6MtJUuKGZcgY_26DJGZ5xyecBfGtwJ2PqvczzLElefQXVLC_z22soLeddPQoDqmoqfSS3Xpvj0RRT5b_/s4096/La%20Galera.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3072" data-original-width="4096" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDopnhHdIFhj1tzpImDHIddebsk6nPxMR_Snc5o7UtGzJbwUBdTOJbe4DKPyeeZjOo6PljiaHDs_FgaKRytcamUMzSsXsmcemxGPWFlECe6MtJUuKGZcgY_26DJGZ5xyecBfGtwJ2PqvczzLElefQXVLC_z22soLeddPQoDqmoqfSS3Xpvj0RRT5b_/w400-h300/La%20Galera.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Fachada de la vieja cárcel de La Galera (Vera Pérez Gutiérrez)</i></td></tr></tbody></table><p>Hay mucho adelantado, al fin y al cabo, porque lo bueno de vivir en una <b>ciudad decadente</b>, siguiendo a Gala, es que ya sabe lo que significa aguantar, rescatar y reinventarse. Y ahora ni siquiera hace falta crear nada nuevo: con dejarse asesorar y con copiar con tino y buen gusto es más que suficiente. De modo que, ya que vamos a estar condenados a vivir almacenados, que sea en un estuche decoroso mejor que en una vulgar caja.</p><p><br /></p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-3100351411694515552022-08-03T11:56:00.010+02:002022-08-03T12:56:18.531+02:00Perderse en una ciudad perdida<p>La inevitable demolición de <b>Casa Blanca</b>, <b><a href="https://www.ayto-alcaladehenares.es/comunicado-de-prensa-27/">la pintoresca finca que se asoma a la avenida de Meco,</a></b> no es más que el penúltimo ramalazo de una de las tradiciones más arraigadas en <b>Alcalá de Henares</b>: la autodestrucción con denuedo. Hace algo más de doscientos años, con la <b>Guerra de la Independencia</b> y la <b>rapiña de las tropas napoleónicas </b>en conventos, iglesias y casas solariegas, se le dio el primer gran empujón a este hábito devastador para el patrimonio histórico y artístico. Vinieron luego el cierre de<b> la Universidad en 1836</b>, las <b>leyes desamortizadoras</b> y la subasta sin medida de sus bienes, el expolio de piezas artísticas, los estragos de la <b>Guerra Civil</b>, la expansión urbanística sin control y las restauraciones descabelladas. El resultado es que se ha perdido mucho más de lo que queda, aunque sigue quedando algo. Y debería ser prioritario no perder más.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh77fAUJC_lmSfh4YOilpsq6aATZy1oXHCP3Z_Q40INxW6DpPA2tJqyhbSBvY3CubGIxrIOwp1zY2ifXO_vYqJepQGr9hsM_PDPSdCcX4YedXEafynX9srwEtYdZruh7jo2IvLGDsq_a_SrScoLULz2JwU9KomVeJp9rtJiv0GaliS3i5tmVuynLwed/s640/1385724594_974871_86763600_fotograma_2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="640" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh77fAUJC_lmSfh4YOilpsq6aATZy1oXHCP3Z_Q40INxW6DpPA2tJqyhbSBvY3CubGIxrIOwp1zY2ifXO_vYqJepQGr9hsM_PDPSdCcX4YedXEafynX9srwEtYdZruh7jo2IvLGDsq_a_SrScoLULz2JwU9KomVeJp9rtJiv0GaliS3i5tmVuynLwed/w400-h225/1385724594_974871_86763600_fotograma_2.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Portada mudéjar del patio de Fonseca del antiguo palacio Arzobispal, en la recreación realizada por el colectivo ARPA en 2013.</i></td></tr></tbody></table><p>Hace casi una década vio la luz todo un clásico ya de la historiografía local, <i>El patrimonio perdido y expoliado de Alcalá de Henares</i>, un libro editado coeditado por<b> Vicente Sánchez Moltó, Cronista de la Ciudad, y María Jesús Torrens</b> para la<b> Institución de Estudios Complutenses (IEECC)</b>, que ofrece el retrato más completo y desolador de la devastación sufrida por la ciudad en los últimos siglos. La obra reúne quince estudios realizados por catorce especialistas en la historia y el arte alcalaínos y en ella se documenta la desaparición tanto de edificios y monumentos singulares como de piezas de <b>incalculable valor artístico.</b> </p><p>Templos, palacios, murallas, pinturas, objetos litúrgicos, libros y restos arqueológicos, entre otros elementos, desfilan por el libro. Un patrimonio perdido que, según los cálculos de la IEECC, representa <b>la mitad del legado arquitectónico y más del 75% de las obras de arte </b>que acogía la ciudad en el siglo XIX.</p><p>La <b>"divina Compluto"</b> alabada por los grandes autores del <b>Siglo de Oro</b>, la <b>"Pequeña Roma"</b>, como se conoció en la <b>Contrarreforma</b>, y la villa universitaria que fusionó la <b>Ciudad de Dios y la Ciudad del Saber</b> como ninguna otra, convirtiéndose en el modelo que la <b>Unesco</b> reconoció en 1998 como <b>Patrimonio Mundial,</b> vivió hasta hace algo más de cuarenta años un tiempo oscuro para el patrimonio que aún, como se ve con Casa Blanca, suelta algunos latigazos sombríos. </p><p>El resultado ha sido un quebranto y una dejadez del acervo complutense que resulta difícil de cuantificar y evaluar. Porque aparte de lo material está la desaparición de bienes inmateriales como el contenido de archivos y documentos; o de espacios amplios como los caseríos y parajes arrasados por los ensanches urbanos fuera de control que alentó el <b>Desarrollismo</b> a partir de los años 60, caso del entorno de la<b> vieja comisaría </b>asentada sobre la morería medieval, o el <b>barrio del Juncal y el polígono Puerta de Madrid encima de Complutum</b>.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio2ZZ2tWUe_UKUn4m2iYr53oqEEzTkLc_BvYuMrG6gNNhGUONtjABFg22IonWAoOtSDXwoTOekhTBnBdsZ6aB3o14358QWwEudrGkm2fEWmd3wev5H_0cKEUDn4f2YInQ0jjjcBI6YL11UJoLaNOmi25Lyv87mlmW2TsIYuq-M9pgNgSfZA59J0cWr/s1024/la-casa-de-los-grifos-en-el-yacimiento-romano-de-complutum-en-alcala-de-henares-donde-han-aparecido-los-fragmentos-de-pinturas-murales-que-conforman-el-retrato-de-una-mujer_2b8a65db_1024x682.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="682" data-original-width="1024" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEio2ZZ2tWUe_UKUn4m2iYr53oqEEzTkLc_BvYuMrG6gNNhGUONtjABFg22IonWAoOtSDXwoTOekhTBnBdsZ6aB3o14358QWwEudrGkm2fEWmd3wev5H_0cKEUDn4f2YInQ0jjjcBI6YL11UJoLaNOmi25Lyv87mlmW2TsIYuq-M9pgNgSfZA59J0cWr/w400-h266/la-casa-de-los-grifos-en-el-yacimiento-romano-de-complutum-en-alcala-de-henares-donde-han-aparecido-los-fragmentos-de-pinturas-murales-que-conforman-el-retrato-de-una-mujer_2b8a65db_1024x682.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La casa de los Grifos, en el yacimiento de Complutum (complutum.com)</i></td></tr></tbody></table><p>Por fortuna, en los 80 se puso pie en pared y el <b>Convenio Multidepartamental de 1985,</b> que permitió rescatar los grandes edificios históricos que aún quedaban en pie, fue un primer paso para proteger los restos que han llegado hasta el presente. Aunque todavía queda mucho por hacer en el empeño de pasar <b>de la ciudad perdida a la recuperada</b>.</p><p>Dentro de ese Alcalá que nunca volverá, y como ejemplo del <b>catálogo de destrozos y desapariciones</b> padecidos por el patrimonio alcalaíno, despuntan algunas<b> 'maravillas'</b>, tanto por su valor material como por su importancia histórica e incluso sentimental. Y los pasos perdidos por esa ciudad perdida deben comenzar por Complutum y las otras ‘pioneras’.</p><p>En el <b>siglo IV,</b> la gran villa hispanorroamana a orillas del Henares era la urbe más floreciente del centro de la península como próspero cruce de caminos. Hoy <b>solo queda al aire libre poco más de un tercio de su casco urbano</b>; del resto, que reposa bajo bloques de viviendas y calles, apenas pudieron rescatarse unos <b>mosaicos</b> en los años 70. A lo largo de los siglos, muchas de sus piedras sirvieron para construir otros edificios de la ciudad o fueron pasto del saqueo. En la Complutum que se ha salvado se han ido adaptando áreas para la visita como la<b> Casa de Hyppolytus, el Foro o la Casa de los Grifos</b>, conformando un incipiente <b>parque arqueológico </b>que habrá de ir creciendo a medida que prosigan las excavaciones y la investigación… y no falte el presupuesto para ello. En algunos casos se ha llegado tarde o se ha destruido a conciencia, como en los yacimientos prehistóricos de <b>La Esgaravita y aledaños</b>. Y en otros se está pendiente de prospecciones más ambiciosas, como le sucede a la fortaleza musulmana de <b>Alcalá la Vieja</b>. Y aunque fuera del término complutense, pero de estrecho vínculo, es de esperar que <b>la primitiva Complutum del Cerro del Viso</b> aflore algún día. Sin duda, muchos hallazgos valiosos están por conocer de los ancestros urbanos del Alcalá actual.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTuTJCvqwPabjQttwiX0OXzE-eI57zjKX-nGZkxmB1VSEdIa_rgoYFr68X6Z9cDdJTq2klsNtLNLyOqV0bOaoFSWbsEfNhNoN7Z2Tt42ZbLg99AQbqUWO9m6QNGADh8jQP_GScP13FCiHGF0XiggOw7IkLWTmRvgdzbohWnL3Om6AguWi4sEhQxtTg/s751/palacio-arzobispal-vista-general-foto-de-laurent-en-torno-a-1870.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="477" data-original-width="751" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTuTJCvqwPabjQttwiX0OXzE-eI57zjKX-nGZkxmB1VSEdIa_rgoYFr68X6Z9cDdJTq2klsNtLNLyOqV0bOaoFSWbsEfNhNoN7Z2Tt42ZbLg99AQbqUWO9m6QNGADh8jQP_GScP13FCiHGF0XiggOw7IkLWTmRvgdzbohWnL3Om6AguWi4sEhQxtTg/w400-h254/palacio-arzobispal-vista-general-foto-de-laurent-en-torno-a-1870.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Vista general del palacio Arzobispal en torno a 1870, fotografiada por Jean Laurent desde la torre de la Magistral (Biblioteca Nacional)</i></td></tr></tbody></table><p>La ciudad que habitamos ahora, no obstante, tiene su origen en una piedra, la empleada para e<b>l martirio de los hermanos Justo y Pastor</b>, cobijada bajo el altar de la <b>Catedral Magistral.</b> Ésta a su vez debe su origen a un primitivo santuario construido <b>en el siglo V en el Campo Laudable</b>, el lugar donde, según la tradición cristiana, fueron degollados los Santos Niños sobre el pedrusco en cuestión. El sencillo templo que existió en el lugar a lo largo de la <b>Alta Edad Media </b>se transformó, tras la conquista de estas tierras por los señores castellanos, en <b>la iglesia de San Justo y en el siglo XV pasó a ser colegiata</b>. El<b> cardenal Cisneros </b>le concedió una renovada dignidad aportándole dimensiones catedralicias y vinculándola a la Universidad, lo que la convirtió en<b> Iglesia Magistral</b>. Durante siglos fue el primer templo de la ciudad hasta que fue incendiada por los <b>milicianos</b> en los primeros días de la<b> Guerra Civil</b>. Los destrozos en la techumbre y las capillas y las rehabilitaciones defectuosas la dejaron mutilada para la posteridad. Las recientes <b>excavaciones</b> en la plaza de los Santos Niños han permitido sacar a la luz algunos restos de la villa medieval, pero aún queda mucho por conocer de los primeros siglos de andadura de aquel Alcalá prístino, abrazado a la piedra de Justo y Pastor.</p><p>Todo lo contrario del <b>palacio Arzobispal</b>, uno de los conjuntos monumentales más documentados de la historia del patrimonio español aunque, por desgracia, ya no existen sus espacios y tesoros más deslumbrantes. De no haber sido por <b>el incendio que en la noche del 11 de agosto de 1939 </b>devoró sus ricos artesonados, salas, galerías y patios, el Arzobispal sería hoy el monumento más valioso de Alcalá, por delante incluso de la <b>Cisneriana</b>, y un referente en España. Porque en aquel incendio no solo se fue lo mejor del edificio que empezó siendo en el siglo XIII una sobria fortaleza y que los arzobispos toledanos, señores de Alcalá, refinaron y adornaron con todo lujo durante los siglos XV, XVI y XVII con la <b>destreza arquitectónica, escultórica y pictórica de los mejores artistas de cada momento;</b> todo fuera por pasar a la mundana posteridad. Las llamas también consumieron el <b>Archivo General Central</b>, que en 1858 fue instalado en el edificio, muy dañado por las tropas napoleónicas durante la<b> Guerra de la Independencia</b>. Más de <b>140.000 legajos del siglo XVII en adelante</b> se perdieron en el fuego, que según la versión oficial se originó en el basurero del taller mecánico de vehículos militares que se mantenía en el histórico recinto desde el tiempo de la guerra. Según suelen coincidir los estudiosos locales, se trata de la peor pérdida sufrida por Alcalá en su historia: un edificio y un archivo a la vez. De postre, muchos restos recuperables fueron abandonados al descuido y la demolición durante la posguerra. Y aún hoy se sigue aplicando allí la vieja tradición del maltrato consintiéndose un aparcamiento sobre el terreno que en su día ocuparon el frondoso<b> Jardín del Vicario y la galería del Ave María</b> del complejo.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVoB_PkKpwZAvNKzVwqGv1bitiKdod1hxKNKtL3QjL7BbrFiBhfJgLipoMohyTHKvR6sDIF-HFPWc8SsmwWDFyX7xMZD5svpBJgU11bUlg5IFpwTeoBa1tdGphBgRyyKFA9ZSoCpQu5XN8iU_I9C1ZcgLmwzp3fbNQAJoOuRsTjmWXjrE0voMZVssh/s800/Valent%C3%ADn_Carderera_y_Solano_(1820-59)_Monasterio_de_San_Diego_en_Alcal%C3%A1_de_Henares.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><i><img border="0" data-original-height="575" data-original-width="800" height="288" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVoB_PkKpwZAvNKzVwqGv1bitiKdod1hxKNKtL3QjL7BbrFiBhfJgLipoMohyTHKvR6sDIF-HFPWc8SsmwWDFyX7xMZD5svpBJgU11bUlg5IFpwTeoBa1tdGphBgRyyKFA9ZSoCpQu5XN8iU_I9C1ZcgLmwzp3fbNQAJoOuRsTjmWXjrE0voMZVssh/w400-h288/Valent%C3%ADn_Carderera_y_Solano_(1820-59)_Monasterio_de_San_Diego_en_Alcal%C3%A1_de_Henares.png" width="400" /></i></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Convento de Santa María de Jesús dibujado por Valentín Carderera y Solano a mediados del siglo XIX (Fundación Lázaro Galdiano)</i></td></tr></tbody></table><p>Tampoco tuvo demasiada suerte la muralla que rodeó aquel Alcalá antiguo. A comienzos del siglo XIII los arzobispos empezaron a construir un recinto amurallado para proteger el <b>Burgo de Santiuste</b>, la población de cristianos, judíos y musulmanes surgida en torno al lugar donde sufrieron su tormento los Santos Niños. Entre lienzo y lienzo de la muralla llegaron a existir hasta<b> siete puertas</b>. Con el crecimiento del burgo hubo necesidad de ensanchar la muralla y cambiar de ubicación casi todos los accesos, empleando para ello muchos materiales de la vieja Complutum. Estos a su vez fueron desmontados y reutilizados para construcciones que desbordaron la muralla y que desde hace algo más de un siglo se circunscribe tan solo al recinto del Arzobispal. Queda en pie, no obstante, buena parte de <b>una de las puertas originales, la de Burgos, frente al paseo de los Pinos y el parque O’Donnell,</b> recuperada a duras penas tras sufrir un derrumbe parcial en diciembre de 2005. Y en este estado sigue, rescatada<i> in extremis </i>pero olvidada entre vallas de seguridad, siendo como es probablemente la construcción más antigua de Alcalá que se conserva a día de hoy.</p><p>Ni rastro ha llegado hasta nuestros días de la mezquita transformada en iglesia que existió en la<b> calle Santiago</b>, cerca del vecindario musulmán conocido como la <b>Almanxara</b>. En los primeros años del siglo XVI el cardenal Cisneros mandó convertir en iglesia la <b>mezquita</b> que durante varias generaciones usaron los moriscos alcalaínos. Y mandó consagrarla, para que a nadie le quedaran dudas, a<b> Santiago Matamoros</b>. Esta iglesia, que ocupó la esquina de la calle Diego de Torres con Santiago y de la que queda como único vestigio una columna en el esquinazo, dejó de acoger actos litúrgicos antes de la Guerra Civil y en 1965, cuando la ruina empezaba a amenazar su torre y su fachada, el <b>Ayuntamiento</b>, de acuerdo con las autoridades eclesiásticas, determinó derruirla.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDC8kQrkxrWxJY9-T40ShcvJpZzmNdy1t1vSDEMrvrRqsDSk4JXF_kTtF8qu0UA-koLujIwErx84vVzLUJLH7jXyIbdlZ7PsIedP8zuEwDlmIwAJa9IzhTkRqun1vpYCaTe4J3peS3lsfEltjNrdajDmZ3x-NeLpSRMTXdyXmwCV9AS70m-6g6fyII/s567/parroquia-santiago.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="567" data-original-width="362" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDC8kQrkxrWxJY9-T40ShcvJpZzmNdy1t1vSDEMrvrRqsDSk4JXF_kTtF8qu0UA-koLujIwErx84vVzLUJLH7jXyIbdlZ7PsIedP8zuEwDlmIwAJa9IzhTkRqun1vpYCaTe4J3peS3lsfEltjNrdajDmZ3x-NeLpSRMTXdyXmwCV9AS70m-6g6fyII/w255-h400/parroquia-santiago.jpg" width="255" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Iglesia de Santiago fotografiada por Baldomero Perdigón poco tiempo antes de ser derruida en 1965.</i></td></tr></tbody></table><p>Al menos un mínimo rastro de muros y cimentaciones se han conservado del <b>convento de Santa María de Jesús.</b> Están a la vista en el suelo, protegidos por un acristalado, en una de las salas del <b>Museo de Arte Iberoamericano </b>de la Universidad de Alcalá, en el <b>edificio Cisneros de la plaza de San Diego</b>. Es el único testimonio material del complejo conventual levantado en ese lugar a mediados del siglo XV. La<b> orden franciscana</b> tuteló aquel cenobio, el primero fundado en Alcalá, que alcanzó fama en toda la cristiandad por ser la última morada del <b>venerable y milagroso san Diego,</b> contando incluso con la más alta protección real. En torno a esa veneración, la capilla del convento gozó de gran suntuosidad, siendo un rincón de referencia del arte barroco patrio. Una circunstancia que no pesó lo más mínimo cuando el Estado lo dejó en manos del <b>Ejército</b> a mediados del siglo XIX, pues el edificio fue demolido y sus materiales usados en la construcción del <b>cuartel</b>, inicialmente de <b>caballería</b> y que estuvo en uso hasta finales del siglo pasado.</p><p>Muy cerca de ahí, para la parada final en este paseo, bien vale la <b>‘iglesia de Cervantes’</b>. Construida en el siglo XV sobre el solar de una vieja ermita en un extremo de la<b> plaza del Mercado</b>, de la <b>iglesia de Santa María la Mayor </b>solo queda hoy en día <b>la capilla del Oidor y la torre</b>, así como unos fragmentos de la pila donde recibió las aguas bautismales el bebé Miguel de Cervantes. El escritor fue cristianizado en ese templo, que durante siglos fue el más importante de Alcalá junto a la Magistral. En los primeros días de la Guerra Civil <b>la incendiaron los milicianos</b> y meses después fue <b>bombardeada por la aviación franquista</b>. Pese a los destrozos, el templo podría haber sido reconstruido, pero se optó por derruir su cuerpo central y convertirlo en ‘cantera’ para los refugios antiaéreos o para la posterior reconstrucción del palacio Arzobispal. </p><p>En definitiva, la misma <b>desdichada historia</b> de siempre en este Alcalá perdido, que va camino de convertirse también en eterna.</p><div><br /></div>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-78409864149679850592022-07-07T01:53:00.007+02:002022-07-08T00:10:15.773+02:00Ciudades secretas, montes mágicos<p>"...Y aun haré cuenta que voy caballero sobre el <b>caballo Pegaso</b> o sobre la cebra o alfana en que cabalgaba aquel famoso moro <b>Muzaraque</b>, que aún hasta ahora yace encantado en <b>la gran cuesta Zulema</b>, que dista poco de la gran <b>Compluto</b>". Con esta hermosa y vibrante parrafada del capítulo XXXIX de la primera parte de <i>El</i> <i>Quijote</i> inmortalizó<b> Miguel de Cervantes</b> uno de los parajes vinculados a <b>Alcalá de Henares </b>con más historia y más encanto: el <b>cerro de San Juan del Viso</b> y su entorno. Perteneciente en la actualidad al término municipal de <b>Villalbilla</b>, ya ejercía su magnetismo en el siglo XVI, cuando el <b>Manco de Lepanto </b>se hizo eco de la fascinante leyenda del desdichado Muzaraque. Y también mucho antes, por la época en que esa imponente meseta que domina la Vega del Henares acogió la primera gran ciudad del centro de esta península poblada de conejos y encinas. Fue la<b> primitiva Complutum</b> de la que, al fin, <b><a href="https://villalbilla.es/presentados-los-avances-sobre-primitiva-complutum/">volvemos a tener noticias.</a></b></p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyovx7yEmlQLnfwioRPrm5_YnggxZxi1_s34XbeP3j16KWcn93PudLH6s0hsOP7FfjR4BcR56GGmg_aSG_cvq0gE83MvZewaywcZ1kG7ngAZ83b6bSNXgttaZOleXrrspAMj2Qfd4TD5l0wKyHm_I7m5EK-YbElo35E7Bbx_m9y-nU1fGlrgrFwhI_/s1152/auguraculum_slider2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="578" data-original-width="1152" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyovx7yEmlQLnfwioRPrm5_YnggxZxi1_s34XbeP3j16KWcn93PudLH6s0hsOP7FfjR4BcR56GGmg_aSG_cvq0gE83MvZewaywcZ1kG7ngAZ83b6bSNXgttaZOleXrrspAMj2Qfd4TD5l0wKyHm_I7m5EK-YbElo35E7Bbx_m9y-nU1fGlrgrFwhI_/w400-h201/auguraculum_slider2.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Restos de la fachada del Auguraculum, la casa de los augures cercana al foro de la Complutum de abajo. Al fondo, las laderas del cerro de San Juan del Viso, emplazamiento de la primitiva Complutum (Foto: complutum.com)<br /></i></td></tr></tbody></table><br /><p>Nuevas imágenes tomadas con un dron han permitido afinar las hechuras de la <b>urbe romana</b> levantada en la llanura que corona el cerro, cuya inconfundible <b>trama hipodámica</b> fue descubierta por <b><a href="https://primitivacomplutum.org/">Sandra Azcárraga y su equipo de la Asociación Primitiva Complutum </a></b>hace una década cuando analizaban imágenes aéreas del lugar. A los perfiles inconfundibles del <b>teatro</b> en un extremo de la meseta, sin duda una de las joyas del yacimiento aún por explorar, se han ido añadiendo otros, como la planta de un campamento militar o el silueteado de lo que parece ser un templo.</p><p>Y todo ello sin apenas haber actuado hasta ahora sobre el terreno, la mayoría en manos privadas. Este verano se acometerá la tercera campaña de <b>excavaciones</b> en la superficie correspondiente a una parcela de titularidad pública, lo que permitirá seguir acumulando saberes de este lugar. Pero apenas se rasgará el primero de los muchos velos que ocultan los secretos de esta Complutum de arriba edificada cuando <b>Roma</b> aún era una <b>República</b>, y desmontada piedra a piedra para levantar la Complutum de abajo, junto al río, metidos ya en nuestra era, con la<i> <b>Pax Romana</b></i><b> </b>bien asentada en la provincia más querida del Imperio.</p><p>Buscar refugio en las alturas, vigilar los horizontes y protegerse de cualquier visita indeseable y de las devastadoras razias, fue también el motivo de que se habitara el Zulema desde antiguo. Un <b><i>oppidum</i> carpetano</b> fue lo que encontraron las legiones romanas al asomar por estas tierras en el siglo I a.C. Y la Complutum primera la construyeron sobre ella y quién sabe si sobre la mítica y misteriosa <b>Iplacea</b>, la <b>tatarabuela celtíbera</b> de la actual Alcalá, que según otra preciosa y descabellada leyenda fue <b><a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2018/10/aquellos-camaradas-de-ulises-que.html">fundada por una falange de hoplitas griegos procedentes de la mismísima guerra de Troya </a></b>en busca de paz y fortuna en el otro confín del <b>Mediterráneo</b>.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-um4acdTXa-ykFtwdApbA-fqbeHqdnXrnkbcnd4DJJWT8aSvv3-FPeWpZkrPK5Orc03V5-r_X99I3HUL4tUWQtV-s53tfGmevpbwxUtafi1ZzYbxX416k1F0BbAJlEgDlxHwaVdMT-HKefQG_YLlRyofLVPZl_sP-LzhOZcDAKNNTxleB_lRO3qW7/s631/Teatro.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="631" data-original-width="539" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-um4acdTXa-ykFtwdApbA-fqbeHqdnXrnkbcnd4DJJWT8aSvv3-FPeWpZkrPK5Orc03V5-r_X99I3HUL4tUWQtV-s53tfGmevpbwxUtafi1ZzYbxX416k1F0BbAJlEgDlxHwaVdMT-HKefQG_YLlRyofLVPZl_sP-LzhOZcDAKNNTxleB_lRO3qW7/w341-h400/Teatro.jpg" width="341" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="color: #404040; font-family: "Open Sans"; font-size: 16px; text-align: start;"><i>Fotointerpretación de cómo puso ser el teatro de la primitiva Complutum y su recreación 3D (Azcárraga, Ruiz Taboada y Ruipérez)</i></span></td></tr></tbody></table><br /><p>Tras el “circo de agrias barrancadas del Zulema”, que diría <b>Manuel Azaña</b> en sus diarios, y siguiendo la línea de montes gastados que emergen del laberinto arcilloso de terrones y cantiles, formando el gran escalón que al sur del río da paso a la <b>Alcarria de Alcalá</b>, también quedan huellas de poblamientos desde antes de que hubiera memoria. En el entorno de ese zigurat natural que es el <b>Ecce Homo</b> sobresale, cómo no, <b>Alcalá la Vieja</b>, un mirador inmejorable para controlar de cerca los caminos que discurren junto al <b>Henares </b>del que aún no se conoce del todo la profundidad de sus estratos históricos. </p><p>Ni siquiera se sabe con detalle la funcionalidad exacta de sus poblamientos sucesivos a lo largo del tiempo (romanos incluidos) ni las dimensiones reales de <b><a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2018/02/erase-una-vez-un-castillo-sobre-el-rio.html">los restos de la fortaleza musulmana que le dio nombre y apellidos al Alcalá presente</a></b>. Y aunque no han dejado de realizarse estudios en los últimos lustros, queda por acometerse una investigación ambiciosa y pormenorizada del lugar, así como un plan de protección del espacio. Preferiblemente antes de que las oleadas de excursionistas terminen por arruinar los restos visibles de la <b>torre albarrana</b> y el vistoso <b>arco de herradura </b>reconstruido –la valla metálica y las llamadas de atención de algunos solo sirven para envalentonar aún más a estos <b>arqueólogos repentinos</b> y obstinarse en el daño.</p><div>Y no hay que olvidar siguiendo unos kilómetros más al este, en otro cerro amesetado a las afueras de <b>Santorcaz</b>, el <i>oppidum</i> carpetano del <b>Llano de la Horca</b>, un yacimiento que comenzó a excavarse hace más de veinte años. Tutelados por el <b>Museo Arqueológico Regional,</b> los trabajos han permitido testimoniar no solo que el asentamiento era mucho más extenso de lo que se pensaba, sino que sus habitantes eran bastante más refinados de lo que se creía, a tenor de la intensa y exquisita actividad artesana que ha quedado a la luz. Algunos restos de vasijas también revelan que aquellos carpetanos de hace 2.500 años mantenían contactos con los pueblos lejanos del Mediterráneo, pues proceden de <b>Etruria y Campania.</b> No iban tan descaminados, pues, aquellos que colocaron en el camino del corazón de esta abrupta meseta peninsular a los guerreros griegos.</div><div><br /></div><div><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI0Qr6O0zbqEw8XfJWDO9xKI73mwRpNsob7MU2dRWVklYcx-biwK8dpBXyCmKqVqMfYZP1vSWeXv9VyY0QJuPX9pP8hsp8RqqvXdCxoQFCXnLjPDWwYZ32JMlYYIJ7rprBr6QI1EDhAGB8ldu4vML7NsVTTBZFkM3gL6WRC5BTK7DijTwvw5wCmcps/s1024/DPT3aaVXcAA-cFn.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="680" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI0Qr6O0zbqEw8XfJWDO9xKI73mwRpNsob7MU2dRWVklYcx-biwK8dpBXyCmKqVqMfYZP1vSWeXv9VyY0QJuPX9pP8hsp8RqqvXdCxoQFCXnLjPDWwYZ32JMlYYIJ7rprBr6QI1EDhAGB8ldu4vML7NsVTTBZFkM3gL6WRC5BTK7DijTwvw5wCmcps/w266-h400/DPT3aaVXcAA-cFn.jpg" width="266" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Torre albarrana de la vieja fortaleza de Alcalá la Vieja y, en primer término, uno de los bolaños lanzados con catapulta desde el cerro Malvecino en los asedios del siglo XII que fueron hallados en 2017 (Foto: Ayuntamiento de Alcalá)</i></td></tr></tbody></table><br /><div>Por desgracia para el Llano de la Horca, como para Alcalá la Vieja y de momento también para la primitiva Complutum, la apuesta institucional por indagar a fondo y por sacar a la luz las huellas y <b>vestigios</b> de tantas gentes y culturas a lo largo de los siglos llega a cuentagotas. Y eso unido a los ciclos inevitablemente largos de las labores en <b>arqueología</b>, dilata los tiempos hasta la desesperación.</div><p>Da pena pensar que si esta cuerda de ciudades secretas estuviera tendida en algunos de los distritos de la <b>capital</b>, más dispuestos y espabilados estarían en los despachos del Gobierno regional. Convencerles, después de que se autoconvenzan los <b>ayuntamientos</b> de la comarca, de que la primera gran ciudad de la <b>Comunidad de Madrid </b>-que tal sigue siendo el nombre de esta Comunidad Autónoma; la capital ya tiene de sobra con lo que tiene, qué manía-, y una de las primeras urbes de importancia del centro de la península, está a medio camino de <b>Villalbilla, Los Hueros, Torres de la Alameda, Alcalá y Torrejón,</b> en una zona de lo más accesible, lista para convertirse en un extraordinario activo de turismo cultural mostrando a las gentes del presente y el futuro la vida de hace 2.000 años, no debería de ser tan difícil.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMhNgN3m7dcFyIzs_CjKMZPx2qz4siuMwMd4t1HDOHITDcWS1Uc9T3-aGz0V9WD8ex-BoZrH35NRov_34pZ3B7BFDzBT69aVcx5mkwAqDqErXF8BE17foIAWxcfvrQ6i1MCi_UfRFlVOvuFLsapCPiVimgXVdIB4s0DrhZsMoYRbCxFc0VrBO-4j4C/s1366/fig._2repet.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="624" data-original-width="1366" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMhNgN3m7dcFyIzs_CjKMZPx2qz4siuMwMd4t1HDOHITDcWS1Uc9T3-aGz0V9WD8ex-BoZrH35NRov_34pZ3B7BFDzBT69aVcx5mkwAqDqErXF8BE17foIAWxcfvrQ6i1MCi_UfRFlVOvuFLsapCPiVimgXVdIB4s0DrhZsMoYRbCxFc0VrBO-4j4C/w400-h183/fig._2repet.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Recreación de la población carpetana del Llano de la Horca de Santorcaz (Museo Arqueológico Regional)</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Queda el recurso, por último, de invocar el elemento mágico, lo casi sobrenatural. Y, apelando a aquello de que toda leyenda encierra al menos una chispa de veracidad, recordar que el Zulema puede deber su nombre a la derivación islámica de <b>Suleiman o Salomón</b>, el mítico rey de <b>Israel</b> que logró escribir todo el conocimiento del universo en una mesa; y que ésta puede estar escondida en algún rincón del cerro, custodiada por el infeliz fantasma del moro Muzaraque. Cervantes lo dejó escrito. Hágasele caso y búsquese. Cómo poco estará garantizado el hallazgo del fósil de una fascinante ciudad romana.</p><br />Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-33938678831978036572022-06-24T16:35:00.003+02:002022-06-24T23:04:06.788+02:00La gran herida de hierro<p>A finales del mes de <b>mayo de 1999</b>, en vísperas del pistoletazo de salida a la campaña de las elecciones municipales y autonómicas que se celebraban aquella primavera, el entonces presidente regional <b>Alberto Ruiz-Gallardón</b> realizó una de sus escasas apariciones por <b>Alcalá de Henares</b>. La visita incluyó una comida con la prensa en la <b>Hostería del Estudiante</b>. Y allí, entre plato y plato, el que fuera posteriormente alcalde de la capital y ministro de Justicia dejó caer que, si ganaba los comicios de nuevo, una de sus prioridades de legislatura sería estudiar la puesta en marcha del <b>proyecto de enterramiento de las vías del tren</b> a su paso por Alcalá. Aquella promesa, por aquel entonces, era casi como anunciar el <b>Gordo de la Lotería</b> para la ciudad. Y 23 años después nos acaba de llegar una mínima y remota pedrea en forma de nueva <b><a href="https://www.ayto-alcaladehenares.es/adif-licita-las-obras-de-ejecucion-de-los-proyectos-de-accesibilidad-y-reforma-de-la-estacion-de-renfe-central-de-alcala/">estación central con acceso solo desde el centro</a></b>.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1Flxqgy1JG6Kpso1eGG3cKIhlVxhBzZwka6V8QLFwpG5-Kt3rezcMgGhX0Iib_1qsYCn-TAAh0BYJ7f6xgnWWHc2WqXGbQsVzlyadFoPClSx6vQL00e6g7DawD2rzc_eUusQ3b4ubkELp1qoYjYp8zFTSFxmgDfZh_-QgkP6tS081HFQDp8CcO6-E/s1000/DSCN0882R.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="1000" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1Flxqgy1JG6Kpso1eGG3cKIhlVxhBzZwka6V8QLFwpG5-Kt3rezcMgGhX0Iib_1qsYCn-TAAh0BYJ7f6xgnWWHc2WqXGbQsVzlyadFoPClSx6vQL00e6g7DawD2rzc_eUusQ3b4ubkELp1qoYjYp8zFTSFxmgDfZh_-QgkP6tS081HFQDp8CcO6-E/w400-h300/DSCN0882R.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La estación central de Alcalá y las vías en dirección Madrid (Foto: Miguel Ángel Matute)</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Sabía Ruiz-Gallardón lo que se hacía cuando formuló aquel anuncio. Sobre todo sabía el modo de hacerlo. <b>Sin grabadoras </b>sobre los manteles, con cuadernos y bolígrafos a buen recaudo, el mandatario autonómico soltó como el que no quiere la cosa un compromiso que en aquel tiempo era todo <b>un caballo de batalla</b> de la clase política, el sector económico y el tejido social de Alcalá. </p><p>La ciudad acababa de dar el salto al otro lado de las vías con la urbanización del polígono<b> Espartales y el Ensanche</b> y los primeros desarrollos en <b>La Garena</b>. Y aunque era un proyecto ambicioso y milmillonario, otras ciudades de dimensiones y necesidades similares a Alcalá, como <b>Getafe o Cádiz</b>, habían logrado materializarlo. </p><p>El anuncio de Gallardón era, por tanto, muy importante para la ciudad. Y en clave partidista, un buen golpe de efecto para que el <b>PP</b> tratara de reeditar el Gobierno complutense con una mayoría suficiente esta vez, enarbolando además el pelotazo del <b>título de Patrimonio Mundial de la Unesco </b>conquistado seis meses antes. Pero las urnas acabaron dándole una minoría amplia pero insuficiente a los populares y<b> PSOE e IU</b> pactaron para quedarse con la alcaldía y el ejecutivo municipal. Y del enterramiento, claro está, nunca más se supo.</p><p>Aunque el PP sí reeditó el gobierno en la <b>Comunidad de Madrid,</b> Ruiz-Gallardón hizo valer el peso del condicional y la ausencia de un compromiso en firme para soterrar la línea férrea, pues no existía testimonio escrito o audiovisual del mismo, para olvidarse del asunto y de Alcalá para el resto del cuatrienio. Cada vez que al presidente se le recordaba la promesa y, en general, su escaso apego a la cuna de Cervantes, enarcaba sus pobladas cejas y soltaba la misma frase-comodín: "Pero si hemos invertido más de 8.000 millones de pesetas en el<b> Edificio Politécnico</b>...".</p><p>En Alcalá, en cambio, el asunto siguió candente unos cuantos años más y no cesó de plantearse a la Comunidad de Madrid y al gobierno nacional siempre que había oportunidad, como una de las grandes demandas locales. Especialmente activa fue la gente del <b>Foro del Henares</b>, una entidad cívica que durante años canalizó los grandes debates de la ciudad. Organizó conferencia y jornadas e incluso realizó estudios de viabilidad técnica y presupuestaria para meter las vías bajo tierra. Y las cuentas salían, porque el soterramiento para dejar en superficie un <b>bulevar</b> de cerca de un kilómetro, flanqueado por nuevas áreas residenciales y comerciales en algunas zonas, podía ser una operación urbanística de una envergadura tal que podía concitar el interés vivo de la iniciativa privada.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiprbVNiG4iJkg1VlaErzOsNkSANaiEuMcdIXF-N5AWbPZ3SINyDRYcCZ6y__3GWZ97k3D0tF56kZmZiNgmfWesu3kmP3kQotMi9os-5oDm_3V4OD8d2lO5qRnu1Pb0GNEp_J9rYU1729Z2IbV7Lza5gAbzsDAbHrECcXYnfBYakOnrj9CfphvH-7ZV/s1068/estacion_renfe_cercanias-1068x600.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="1068" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiprbVNiG4iJkg1VlaErzOsNkSANaiEuMcdIXF-N5AWbPZ3SINyDRYcCZ6y__3GWZ97k3D0tF56kZmZiNgmfWesu3kmP3kQotMi9os-5oDm_3V4OD8d2lO5qRnu1Pb0GNEp_J9rYU1729Z2IbV7Lza5gAbzsDAbHrECcXYnfBYakOnrj9CfphvH-7ZV/w400-h225/estacion_renfe_cercanias-1068x600.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto que tendrá la nueva estación central</i></td></tr></tbody></table><br /><p>El empujón institucional era imprescindible pero nunca llegó. El proyecto se fue enfriando y las aspiraciones pasaron a mejor vida. Entretanto, se inauguró una nueva estación en La Garena; se soltó algún que otro globo sonda, como la posibilidad disparatada de extender el <b>Metro</b> hasta Alcalá; y, sobre todo, la ciudad creció al norte de las vías de manera imparable. El<b> barrio de las Sedas y el polígono de Espartales Norte</b> son ahora los extremos de un casco urbano partido en dos por las vías del tren.</p><p>Ya no están las huertas, los caminos de tierra y los solares, rematados por el <i>skyline</i> del viejo Alcalá de torres y espadañas, que se puede admirar en la icónica y entrañable foto que hizo<b> Jean Laurent desde la altura de Gilitos</b> hace siglo y medio. Tampoco la modesta pero decentísima estación de tren derribada en los 80 del siglo pasado y sustituida por el adefesio actual que tiene al fin los días contados. </p><p>La nueva carecerá, eso sí, de acceso norte porque al parecer nadie en el <b>Ministerio de Transportes, Adif y el Consistorio</b> ha caído en la cuenta de que más de la mitad de la población de la ciudad podría precisarlo. Más aún cuando los pasos elevados actuales se ven cerrados por ruina durante años como el de la <b>calle Gaceta</b>; amenazados por la herrumbre como el de la <b>calle Infantado</b>; o indefensos ante los fenómenos atmosféricos como el del <b>paseo de la Estación (</b>prueben a pasar por él un día de lluvia; se mojarán más dentro que fuera de él).</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyVD7Oa9LvNjwH3MATKzZZrbA23CcgTIszHfs6axmbpr_KzSZo9zE-y7av7ue8NLPXrSvWGl5UWQyHk9YONS2csmTWN2763FqQHTntixLLiAMuf7rXKxat-u0Cpz4iLxdNhXbMVadYcekEJfB6SraQ3CNdS-LItiH2ABScxQhtniEQhIsa8zJNl3xc/s567/alcala-1862.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="567" height="283" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyVD7Oa9LvNjwH3MATKzZZrbA23CcgTIszHfs6axmbpr_KzSZo9zE-y7av7ue8NLPXrSvWGl5UWQyHk9YONS2csmTWN2763FqQHTntixLLiAMuf7rXKxat-u0Cpz4iLxdNhXbMVadYcekEJfB6SraQ3CNdS-LItiH2ABScxQhtniEQhIsa8zJNl3xc/w400-h283/alcala-1862.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La estación y la vía férrea con Alcalá al fondo, en una fotografía tomada por Jean Laurent en 1862</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Pensar en una estación subterránea para una línea férrea soterrada es ya ciencia ficción, a pesar de lo necesaria que resultaría y los beneficios que traería tanto para la <b>seguridad</b> como para la movilidad y el encuentro entre el paisanaje y los barrios. Hace tres años un colectivo denominado <b>Alcalá Vía Verde</b> trató de reflotarlo con una recogida de firmas pero apenas reunió unos pocos centenares. Y en <b>2020</b> <b>Ciudadanos</b> logró que el pleno municipal aprobara el estudio de una suerte de jardín elevado para tapar la línea férrea en su trayecto por el casco urbano. Y en estudio debe de seguir, se supone.</p><p>La ciudadanía, entretanto, se ha acostumbrado a esta <b>vieja herida de hierro</b>, que ya solo duele a unos pocos. A algunos por el <b>calambrazo</b> de algún mal recuerdo. Como el de aquella lejana comida en la que Gallardón nos tomó el pelo.</p><div><br /></div>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-47754028917752874302022-02-16T00:40:00.003+01:002022-02-17T18:49:32.943+01:00Vuelo y combate entre el jardín botánico y el laberinto atómico<p>Desde hace unos días luce en el paisaje de Alcalá una nueva glorieta adornada con un espectacular avión militar. Se trata de un <b>C-101</b>, una aeronave dedicada a la instrucción de pilotos que también forma parte de la popular 'Patrulla Águila' de vuelos acrobáticos. Los colores y enseñas de su fuselaje son los distintivos de la escuadrilla, y entre ellos figura además el nombre del comandant<b>e Eduardo 'Ayo' Garvalena,</b> que a los mandos de un avión de esa clase realizó miles de horas de vuelo antes de fallecer en un infausto acto de servicio. En su memoria y en la de <b><a href="https://www.laesteladeayo.org/">su legado como reconocido activista solidario</a></b> se ha instalado ese avión y se ha dado su nombre al parque vecino del que fue además su barrio, <b><a href="https://ciudaddelaire.wordpress.com/2021/06/18/parque-comandante-ayo-garvalena/">la colonia Ciudad del Aire</a></b>. Pero es oportuna esta iniciativa además para recordar los estrechos lazos de Alcalá con la <b>aviación</b> en España, además de poner el foco en el rincón más singular y desconocido de la trama urbana complutense.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj3lnRYEqsoDiYZfjVxYOMLObir4AkIHV8Lm1qm4LavmMp_W41hkpjXhx36Pm16fpBjR0KSNs4HDJBMd9cxfYbnPLzTWOgieSruspNRVq8onRe_bzz65DPu4dZB8H_jtQ5OWJS4gNfgawP_P8Z0Xe5Q3DhIhRh9x73TC-LRsSrT_Y_1mTbsP2Fvsi0b=s1440" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1440" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj3lnRYEqsoDiYZfjVxYOMLObir4AkIHV8Lm1qm4LavmMp_W41hkpjXhx36Pm16fpBjR0KSNs4HDJBMd9cxfYbnPLzTWOgieSruspNRVq8onRe_bzz65DPu4dZB8H_jtQ5OWJS4gNfgawP_P8Z0Xe5Q3DhIhRh9x73TC-LRsSrT_Y_1mTbsP2Fvsi0b=w400-h266" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Imagen de la inauguración de la glorieta presidida por el espectacular C-101</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Porque con la pérdida de identidad que adolecen muchos de los <b>vecindarios</b> y polígonos de Alcalá se corre el riesgo de que desparezcan huellas de un pasado que, aunque cercano en el tiempo, cada vez atesora mayor valor histórico y cultural. Y no hay duda de que el legado existente en la ciudad en torno a la conquista del aire lo tiene.</p><p>Precisamente la idea de colocar un avión de combate en una rotonda para evocar esa vinculación viene de lejos y en un principio se pensó en otra ubicación: una de las rotondas de la<b> avenida del Chorrillo.</b> Fue durante los gobiernos municipales de la década pasado cuando se planteó ese emplazamiento por su proximidad con el otro gran lugar que guarda una importante relación con la historia de la aviación en Alcalá, exactamente el espacio fundacional y pionero: el <b>aeródromo junto al Campo del Ángel</b>.</p><p>El <b>22 de octubre de 1910 </b>el piloto francés<b> Jean Mauvais</b> aterrizó con su biplano en el páramo que se abría junto a la Cruz del Siglo procedente de Madrid en uno de los primeros vuelos que se realizaban en nuestro país. Tras ser agasajado por los paisanos e invitado a almorzar, el piloto perdonó la sobremesa para regresar al punto de partida: una pista de la actual <b>Ciudad Lineal</b>. El amplio solar que utilizó en Alcalá para tomar tierra se convirtió apenas tres años después en uno de los primeros campos de la aviación militar en España.</p><p>La ubicación geográfica y las extensas y lisas terrazas que se escalonan al norte del Henares hacían que la ciudad complutense reuniera las condiciones físicas ideales para albergar una instalación de estas características. La existencia de un importante destacamento militar en la que ya por entonces era una ciudad cuartel con solera y su disposición estratégica en el eje entre el aeródromo de <b>Cuatro Vientos y el parque de Aerostación de Guadalajara </b>hicieron el resto.</p><p>En cualquier caso, aquel aeródromo emplazado entre las actuales barriadas del Campo del Ángel y del <b>Chorrillo</b> debió ser bastante rudimentario; apenas una pista de tierra apisonada y unos galpones para el material y al personal. Aun así albergó una escuela de pilotos militares y estuvo en funcionamiento hasta <b>1934</b>, cuando tomó el relevo la base militar dispuesta en las explanadas que hoy ocupan los edificios del Campus externo.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg5fgHAAJB3VFn_hOZK0ZAK4cgMIY-uE4OXJehNxE8Uprt0M3uoNJgmaLCD0ZFtc9nkbHxfKGo9yh5XGLmX9F5TzRxbW-L9q1tuz3I8gePiFnT0mQz_Oy4pwlNkpywDIS4xZPMxlVTkpPaYvtiVCSwfIrwDJKL5f2zMLgXxNfifn-VjwrXAZni_YGgN=s551" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="424" data-original-width="551" height="308" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg5fgHAAJB3VFn_hOZK0ZAK4cgMIY-uE4OXJehNxE8Uprt0M3uoNJgmaLCD0ZFtc9nkbHxfKGo9yh5XGLmX9F5TzRxbW-L9q1tuz3I8gePiFnT0mQz_Oy4pwlNkpywDIS4xZPMxlVTkpPaYvtiVCSwfIrwDJKL5f2zMLgXxNfifn-VjwrXAZni_YGgN=w400-h308" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Vista aérea del aeródromo Barberán y Collar en torno a 1944. Al fondo, la vega del Henares y los perfiles del Ecce Homo (foto: Archivo Histórico del Ejército del Aire)</i></td></tr></tbody></table><br /><p>El que se convertiría en aeródromo militar bautizado con el nombre de dos aviadores míticos, <b>Mariano Barberán y Joaquín Collar,</b> éste último instruido en Alcalá, adquirió una gran relevancia durante la <b>Guerra Civil </b>como uno de los enclaves estratégicos de la aviación republicana. Sobre todo en los primeros meses de la contienda, no solo por su localización geográfica privilegiada sino también porque facilitaba los aterrizajes nocturnos, según los especialistas. </p><p>Por este campo de aviación pasaron personajes legendarios como el intelectual francés <b>André Malraux</b>, que reunió una flotilla para defender la República con 'ases' de los cielos como el húngaro <b>Akos Hevesi </b>o el italiano <b>Primo Gibelli</b>. Sin olvidar a los soviéticos que probaron sus nuevos bombarderos desde aquel Alcalá "al acecho de los ruidos amenazadores de la guerra", según la descripción de Malraux, cuya peripecia complutense <a href="https://lalunadelhenares.com/andre-malraux-en-la-base-aerea-de-alcala-1936-por-vicente-alberto-serrano/"><b>relata magistralmente</b><b> Vicente Alberto Serrano en una de sus brillantes columnas</b></a> en el digital <i>La Luna del Henares</i>.</p><p>Tras la guerra, el aeródromo Barberán y Collar siguió a la vanguardia, convirtiéndose a principios de los 40 en la sede de la élite de los pilotos militares españoles, aparte de barajarse como sede de la recién creada Academia General del Aire. En el transcurso del año 43 incluso se instruyeron en el campo de aviación complutense varias escuadrillas que combatieron junto a la <b>Luftwaffe alemana </b>en la Segunda Guerra Mundial.</p><p>Nada más finalizar el conflicto surgió el histórico vínculo que hasta nuestros días mantienen los paracaidistas con Alcalá. Inicialmente con la ubicación de la primera<b> Bandera de la Legión de Tropas de Aviación</b>, unidad que en 1954 se integraría en la unidad de paracaidistas del Ejército de Tierra, origen de la actual <b>BRIPAC</b>. Hasta los años 60 los alcalaínos se acostumbraron a los vuelos rasantes de los aviones y a los saltos desde el aire sobre los llanos de la carretera de <b>Meco</b>. Pero a mitad de esa década otras bases militares tomaron el testigo de la conquista de los cielos y el recinto militar del aeródromo quedó en desuso hasta pasar a manos de la Universidad de Alcalá a finales de los años 70.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-F0iO3187pKbm1S1Slzi4DxE7VyWy0xGwCFD7N4nkryXWZzgiizdJF8v1jJRK_zp7D48leTl5VueJMg0GaF3idUz_q1-87qWvUGC733LFal7vDVuTvV212eFPhZ0KBMtCOn5PpQyidlFTU_SiCopXaG8bd8CnPO8YgsGr84m83iJniyDnxWyZhM4K=s4160" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi-F0iO3187pKbm1S1Slzi4DxE7VyWy0xGwCFD7N4nkryXWZzgiizdJF8v1jJRK_zp7D48leTl5VueJMg0GaF3idUz_q1-87qWvUGC733LFal7vDVuTvV212eFPhZ0KBMtCOn5PpQyidlFTU_SiCopXaG8bd8CnPO8YgsGr84m83iJniyDnxWyZhM4K=w400-h300" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>En primer plano, uno de los accesos al refugio subterráneo y, al fondo, parte trasera de la ermita, dos de los vestigios del antiguo aeródromo en pleno corazón del Campus</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Quedan, sin embargo, un puñado de huellas físicas de esa escuela de "vuelo y combate" en el actual Campus recopiladas en 2015 por <b><a href="http://www.patrimoniocomplutense.es/public/guia2015.htm">el Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense en una magnífica guía</a></b>. La torre de control adosada al complejo de la <b>Facultad de Medicina</b>, una ermita dedicada a la <b>Virgen de Loreto</b> -inaugurada en el mes de marzo de 1953, según reza en el mosaico de piedras de su entrada- o un búnker o refugio antiaéreo, son algunos de esos vestigios; estos dos últimos muy deteriorados y pendientes de una restauración urgente por parte de la <b>institución cisneriana</b>.</p><p>Aunque ningún resto del antiguo aeródromo es tan espectacular como el impresionante <b>hangar</b> vecino de la <b>Facultad de Ciencias</b>, una imponente construcción inspirada en los principios constructivos y estéticos del Movimiento Moderno cuyo último uso conocido es haber sido escenario de fiestas estudiantiles. Ojalá su estado ruinoso no impida verlo convertido algún día en un alargado y diáfano estuche de hormigón, acero y cristal para aularios, salas de lectura o auditorios, como corresponde a una arquitectura de su categoría.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjbXlmsHrtQrEB3_GUpUzt_fYypaocGQyUjzQxF6WyRSclUpVrdH9AA61_cjOSMPRmUa08MQ40hil3JuBxHOaikOvPwOheNQ6jiCoIloaONXnKBgogLAMQNXIHKcWxdei0dKjcSsTRo135slU-dKG85447HeUL4kmxQ5aLsWA3GAoEMzjKiVeJI_p8C=s4096" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3072" data-original-width="4096" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjbXlmsHrtQrEB3_GUpUzt_fYypaocGQyUjzQxF6WyRSclUpVrdH9AA61_cjOSMPRmUa08MQ40hil3JuBxHOaikOvPwOheNQ6jiCoIloaONXnKBgogLAMQNXIHKcWxdei0dKjcSsTRo135slU-dKG85447HeUL4kmxQ5aLsWA3GAoEMzjKiVeJI_p8C=w400-h300" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto de una de las cubiertas de los hangares del Campus</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Porque rescatar estas edificaciones que son verdaderos testimonios de historia y cultura y dotarlas de vida son actos de justicia con el <b>patrimonio</b>. Y de paso servirían para descubrir a alcalaínos y visitantes estos y otros espacios verdaderamente únicos en la ciudad.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjI1bK4fxTO7HC8M4_d20kWdmD4AESzQ8HnbBolbintD318Na5z8-LjrA8WflngYwnPIIIccJzh8tDWlPualSAGTjxsre1lM21Wo5W4qnNam8QIz-4va-YhAzod5L8YBroNU-nk-O28yTqgE7UGPl7uyZfeVsaQDWm5dQyQIV14LEusMLkqxznX8A4z=s1280" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="701" data-original-width="1280" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjI1bK4fxTO7HC8M4_d20kWdmD4AESzQ8HnbBolbintD318Na5z8-LjrA8WflngYwnPIIIccJzh8tDWlPualSAGTjxsre1lM21Wo5W4qnNam8QIz-4va-YhAzod5L8YBroNU-nk-O28yTqgE7UGPl7uyZfeVsaQDWm5dQyQIV14LEusMLkqxznX8A4z=w400-h219" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Vista aérea del 'jardín atómico' del Encín (foto: Google Earth)</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Es el caso del <b><a href="https://www.uah.es/es/conoce-la-uah/la-universidad/edificios/Real-Jardin-Botanico-Juan-Carlos-I-00003/">Jardín Botánico del Campus</a></b>, un centro de investigación con una extraordinaria reserva de flora de una diversidad sin parangón en nuestro país. O estirando el itinerario un par de kilómetros en paralelo a las vías del tren, es posible admirar el no menos alucinante<b> "jardín atómico"</b> de la finca de <b>El Encín</b>, perteneciente al <b>IMIDRA</b> autonómico. Se trata de un complejo que acogió a comienzos de los años 60 un experimento con <b>una bomba de rayos gamma </b>dispuesta en el centro de un bosque en forma de laberinto circular e inspirado en el espíritu de los "átomos para la paz", en este caso dedicado a la mejora de la producción agrícola. En definitiva, un fruto colateral de la Guerra Fría que dejó huella en nuestro término municipal y que salvo crónicas tan detalladas como la que nos regaló hace unos años<b><a href="http://espiadelbar.blogspot.com/2008/12/noticia-563-desde-el-bar-canichu-piso.html"> el concienzudo historiador y escritor Daniel López-Serrano 'Canichu' en su blog de noticias de "espía" </a></b> apenas es conocido y divulgado.</p><p>Bien podría corregirse ahora esa ignorancia convirtiéndole en la parada final de un fascinante paseo por la historia y la naturaleza en el solitario<b> extremo nororiental de la ciudad</b>; un viaje hasta los días de cielo con el pórtico del C-101 y el parque del comandante Garvalena, </p><p></p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-91219206476389357322021-09-29T12:14:00.010+02:002021-09-29T21:34:09.188+02:00Alcalá y el Español de la Oficina<p>Este 29 de septiembre, un <b>San Miguel</b> más, y ya van 474, se conmemora el cumpleaños de <b>Miguel de Cervantes</b>, aunque las celebraciones oficiales y festivas se arremolinarán en torno al<b> 9 de octubre</b>, día del bautismo y única fecha cierta de la venida al mundo del escritor, como viene siendo tradición en <b>Alcalá</b>. Y no es tradición reciente ni mucho menos, pues <b><a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2017/10/san-cervantes-el-olvidado-patron-del.html">desde hace más de 150 años ese día está señalado en el almanaque local</a></b>. Bien es verdad que la celebración en los últimos años del <b>Mercado del Quijote</b> (o <b>Medieval</b>, como lo conoce todo el mundo) ha diluido ese añejo origen. Pero ahí está y seguirá estando. Y no solo para la gloria local, sino como un noble pretexto para festejar la existencia de un icono de las letras universales y en particular de la lengua española. Una circunstancia que, de manera tan torpe como incomprensible, ha sido ignorada por la controvertida <b>Oficina del Español </b>que acaba de presentar el Gobierno de la <b>Comunidad de Madrid.</b></p><p><b><br /></b></p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEuVSftOOwZf-GS0M5M4F4EavhjVh9UTixdSv8etOeHpONRUbujNO0ISDVSvb0SKSnDJ9Cp3vk1rA-pQ_lT4b5ZztWSRRtB4bKoYxETctgIbgDLRrXUx5s9oWrO43cAdXklrRJcc42-jg/s600/Alcal%25C3%25A1-renueva-los-carteles-de-la-A-2-0031108.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEuVSftOOwZf-GS0M5M4F4EavhjVh9UTixdSv8etOeHpONRUbujNO0ISDVSvb0SKSnDJ9Cp3vk1rA-pQ_lT4b5ZztWSRRtB4bKoYxETctgIbgDLRrXUx5s9oWrO43cAdXklrRJcc42-jg/w400-h266/Alcal%25C3%25A1-renueva-los-carteles-de-la-A-2-0031108.jpeg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span>Cartel anunciador de Alcalá (Foto: Ayuntamiento de Alcalá)</span></i></td></tr></tbody></table><br /><p></p><p>Porque si de verdad el propósito de este organismo es "convertir a la Comunidad de Madrid en la capital europea del español", como se ha proclamado, resulta chocante que no se haya enarbolado la figura de Cervantes y lo que representa, ni tampoco se haya contado con Alcalá, que es mucho más que la patria chica eventual del <b>Príncipe de los Ingenios</b>. Y no por <b>chovinismo</b> rancio, sino porque es notoria la aportación de legados únicos a la empresa de promocionar la lengua y la cultura españolas en el mundo.</p><p>Claro que si desde la Administración regional se desprecia el valor simbólico de haber sido cuna, y no solo tumba, del autor del universal <b>Quijote</b>, no se puede esperar mucho más del reconocimiento debido a otros hitos también circunstanciales pero muy poderosos. Como por ejemplo el de haber sido Alcalá, la Comunidad de Madrid por tanto, escenario de <a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2019/01/un-tal-colon-vecino-de-alcala.html"><b>la primera entrevista entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón</b>.</a> </p><p>Tres meses, dictan las crónicas, esperó el navegante en un hospedaje cercano al<b> palacio de los Arzobispos de Toledo</b> en esta curva del Henares a que la reina Isabel diera a luz a su última hija, la<b> infanta Catalina</b>, futura reina de Inglaterra, y reanudaran las audiencias para poder contarles su proyecto de trazar una nueva ruta hacia las Indias surcando el océano en dirección a Occidente. Y el comienzo del <b>sueño americano</b> y del concepto de "Hispanidad" que la presidenta <b>Isabel Díaz Ayuso</b> está vendiendo en su gira por Estados Unidos, nació en la fría mañana del viernes 20 de enero de 1486, cuando Colón, arrodillado en un cojín, contó su aventura y pidió amparo a unos perplejos reyes, que presidían en altos sillones el desaparecido salón de San Diego del palacio complutense.</p><p>Menos de medio siglo después de aquella primera entrevista, a apenas medio kilómetro de ese escenario, ya funcionaba a pleno rendimiento el colegio fundacional de una universidad que serviría de soporte intelectual a la empresa de las Américas, así como de modelo cultural para las primeras fundaciones académicas en la otra orilla. El<b> águila bicéfala </b>estampada en la parte superior de la fachada recordaba, por otra parte, el poder terrenal que todo lo sustentaba y que tenía su centro telúrico a menos de cien kilómetros, pero también sin salir de la Comunidad de Madrid: el <b>Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.</b></p><p><b><br /></b></p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjugyQdA7WwHLiRxCHHBcrRmgGH9EECD40wCtqu9fGUcPCUzlEsHoftBT3eLly5vK7q75-xcn-0RaWQXKQWTOvBOhLbKLHsjTBC-ciT_uSy89_Mu0SZguUNvf1Gpzp9mQnAZzRJNkqP4Jg/s620/colegio-mayor-de-san-ildefonso-_-universidad-de-alcala.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="620" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjugyQdA7WwHLiRxCHHBcrRmgGH9EECD40wCtqu9fGUcPCUzlEsHoftBT3eLly5vK7q75-xcn-0RaWQXKQWTOvBOhLbKLHsjTBC-ciT_uSy89_Mu0SZguUNvf1Gpzp9mQnAZzRJNkqP4Jg/w400-h258/colegio-mayor-de-san-ildefonso-_-universidad-de-alcala.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span><i>Escudo imperial que remata la fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso (foto: Universidad de Alcalá)</i></span></td></tr></tbody></table><br /><p>Quinientos años después, este monasterio y aquel colegio, el de San Ildefonso, atesoran la declaración de <b>Patrimonio Mundial.</b> Y en este último caso, dos de los tres criterios que expertos de la <b>Unesco</b> esgrimieron para concederle valor de universalidad fueron, literalmente, su contribución al desarrollo de la lengua española y la proyección de ésta y de la cultura española en el mundo, empezando por América.</p><p>Obviar por parte del Gobierno regional esa valiosa herencia, única e intransferible, es un desperdicio difícil de entender e incluso de tolerar. Y no se trata de protestar desde Alcalá por la <b>'contraprogramación' </b>que se ejerce desde Sol organizando un <b><a href="https://www.comunidad.madrid/cultura/oferta-cultural-ocio/hispanidad-2021">festival de la Hispanidad</a></b> -con casi un centenar de actividades y todas, increíblemente, en la capital- que coincide con la Semana Cervantina y el Mercado alcalaínos, como <b><a href="https://cadenaser.com/emisora/2021/09/21/ser_henares/1632227030_095355.html">se ha quejado lastimeramente el Gobierno municipal complutense</a></b>. La reclamación ha de ser mucho más ambiciosa.</p><p>Al menos <b>Toni Cantó</b>, responsable máximo de la oficina, no puede alegar ignorancia porque conoce la ciudad de mucho antes de visitarla como político. El fue uno de los actores que participó en la edición pionera del festival <b>Clásicos en Alcalá </b>en 2001, enrolado en el elenco de una versión de <i>Las amistades peligrosas</i>. Y tres años más tarde presentó la ceremonia de los <b>Premios Ciudad de Alcalá</b>, galardones culturales con más de medio siglo de trayectoria, de los más veteranos de la región. Y solo son dos ejemplos de lo mucho de lo que ha sido actor y testigo aquí.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr9dE8ZLbHk8D2RuiFOzV8KgmIJpJYWu5nrkme8BOjD-tBRK4ZYeT3rw_XqGc4Ym_HhxpUokbXo0_GbU2Ze-AGW3Ax7bLn2Q0ruKk_2tytPzhD4boEuY9vtYLU-0qa_x0GQeS4JCNKxt4/s448/madrid.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="298" data-original-width="448" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjr9dE8ZLbHk8D2RuiFOzV8KgmIJpJYWu5nrkme8BOjD-tBRK4ZYeT3rw_XqGc4Ym_HhxpUokbXo0_GbU2Ze-AGW3Ax7bLn2Q0ruKk_2tytPzhD4boEuY9vtYLU-0qa_x0GQeS4JCNKxt4/w400-h266/madrid.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span>Cartel de despedida en una autovía de la región</span></i></td></tr></tbody></table><br /><p>A no ser, claro, que haya otros objetivos e intereses en juego, y que la promoción cultural y económica desde la lengua en la región -una meta, por otro lado, que ya se le presumía al Gobierno autonómico- responda a otras <b>intenciones </b>que desconocemos. El tiempo lo dirá. Pero de momento, resulta tan evidente como chocante que el español del que habla el Ejecutivo autonómico y que ha justificado la creación de su oficina, no sea el mismo de Alcalá y del resto del área metropolitana. Responde a la misma gramática extraña y excluyente que se plasma en los discursos y soflamas oficiales e incluso en esos carteles de entrada y salida de la Comunidad en las autovías radiales donde solo pone <b>Madrid bajo siete estrellas</b> de blanco con fondo rojo. </p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-57463101631787847422021-07-21T20:02:00.005+02:002021-07-21T20:48:59.435+02:00La hija de Cervantes y el amor en los tiempos de la peste<p><b>Hamnet y Hamlet</b> eran nombres equivalentes, dos formas perfectamente intercambiables en la <b>Inglaterra</b> del siglo XVI. Así lo aclara <b>la escritora Margie O’Farrell al comienzo de su libro <i><a href="http://www.librosdelasteroide.com/-hamnet">Hamnet</a></i></b>, una de las novelas más aclamadas por críticos y lectores en Europa en los últimos meses. En ella se fabula sobre los orígenes familiares de <b>William Shakespeare en Stratford,</b> así como sobre su boda con la indomable y magnética <b>Agnes</b>, sus inicios como autor-actor en los<b> corrales de comedias </b>de un sucio y caótico <b>Londres</b> y, ante todo, su honda herida por el fatal destino de su malogrado hijo Hamnet.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbzZRGK_njFJRyRzusmc8aMQVfBjEjFmHPJUMimm7HPz6sGSwSQFfcOgDL4WN7pqJHzNg0KnA7OHYAylK_zMZ9cJvhgZlb_YI8f4vGG64DJRL6T07Ed9T5rFPJYz9CC9wpFJIhn6eixyI/s517/Quijote+1904.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="517" data-original-width="455" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbzZRGK_njFJRyRzusmc8aMQVfBjEjFmHPJUMimm7HPz6sGSwSQFfcOgDL4WN7pqJHzNg0KnA7OHYAylK_zMZ9cJvhgZlb_YI8f4vGG64DJRL6T07Ed9T5rFPJYz9CC9wpFJIhn6eixyI/w353-h400/Quijote+1904.jpg" width="353" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La sobrina de Alonso Quijano, asomada a una ventana, en un grabado de una edición española del Quijote de 1904 (cervantesvirtual.com)</i></td></tr></tbody></table><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p>Aunque se trata de una ficción, el hechizante relato de O’Farrell permite evocar los duros contrastes que existieron entre la fastuosa <b>imaginación</b> y el talento único que Shakespeare plasmó en sus universales comedias y tragedias, repletas de historias, personajes y pasiones formidables; y las miserias, amarguras y crueldades que jalonaron su vida y la de sus allegados.</p><p>Esa distancia entre vida de penalidades y obra luminosa, así como la dificultad de reconstruir una biografía nebulosa, son también comunes con el otro gran coloso del momento y de todo tiempo, nuestro <b>Miguel de Cervantes</b>. </p><p>Como el bardo de Stratford, el de la alcalaína <b>calle de la Imagen</b> nunca logró erigir un edificio familiar sólido,equilibrado y protector. Más bien lo contrario. Y particularmente frustrante y dolorosa fue la convivencia con su única descendiente.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivv9UKh2rsHaML0PuVJReW1joAEokhzIex_hcxsFo2v5Aa_johiTznwbWTDpcMEJ5pELfvmkbMwtf_gZ4_ei86fqz1U8QyFYQLnal1hNb_09KeeBDTL3wiIDYamzkzss4Xo4PXPZXjKZI/s850/9788417977580.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="850" data-original-width="552" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivv9UKh2rsHaML0PuVJReW1joAEokhzIex_hcxsFo2v5Aa_johiTznwbWTDpcMEJ5pELfvmkbMwtf_gZ4_ei86fqz1U8QyFYQLnal1hNb_09KeeBDTL3wiIDYamzkzss4Xo4PXPZXjKZI/s320/9788417977580.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Portada de 'Hamnet', de Maggie O'Farrell (Libros del Asteroide)</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Entre los muchos defectos y fracasos que acarreó a lo largo de su vida el<b> manco de Lepanto</b>, la relación con su hija representó una de las mayores cargas. <b>Isabel de Saavedra</b>, que así se llamó, fue fruto de una relación extramatrimonial y no fue reconocida hasta los 14 años, razones que pueden explicar en parte el tenso vínculo entre hija y padre. A recopilar datos que soporten esas razones y a buscar nuevas informaciones sobre la no menos desgraciada vida de la única descendiente del alcalaíno más universal dedicó uno de sus libros<b> Emilio Maganto Pavón </b>(Madrid, 1943), urólogo, exprofesor de la Universidad de Alcalá e investigador cervantista.</p><p><i><b><a href="http://blog.cervantesvirtual.com/los-enigmas-en-la-vida-de-la-hija-de-cervantes/">Isabel de Saavedra. Los enigmas en la vida de la hija de Cervantes</a></b></i> (Editorial Complutense) es el título de esta obra, que vio la luz en 2013 y en cierto modo es continuación del libro que Maganto dedicó un par de años antes a su madre y amante del autor del Quijote, <b>Ana Villafranca o Ana Franca</b>. Once archivos y bibliotecas, además de un sinfín de libros de los siglos XVI y XVII de iglesias de la capital, rastreó el estudioso para reunir documentación inédita sobre Isabel, nacida en Madrid en 1584 y fallecida en la misma ciudad en 1652.</p><p>Los datos recabados por el investigador permitieron reconstruir distintas partes de su biografía, especialmente hasta los 14 años, habiendo localizado incluso su partida bautismal. También compiló abundante información sobre la familia de su madre, una mujer a la que Cervantes conoció después de concluir su cautiverio en Argel en 1580 y con la que mantuvo una relación fugaz y clandestina, pues ella estaba casada con <b>Alonso Rodríguez</b>, que regentaba una taberna frecuentada por gentes del teatro y de las letras.</p><p>Durante el breve idilio fue concebida la niña, de la que se desentendió el escritor de inmediato, así como de su madre, ya que el nacimiento vino a coincidir con el éxito de su primera novela, <b><i>La Galatea</i></b>, y su compromiso matrimonial con <b>Catalina de Salazar,</b> que acabó resultando un fiasco, pues al parecer estuvo más inspirado por las conveniencias económicas que por el enamoramiento.</p><p>En 1598 murió Ana y al año siguiente Cervantes se decidió a asumir sus responsabilidades como padre. Eso sí, reclamó a su hija a través de su hermana <b>Magdalena</b>, que la puso a su servicio, y le dio su segundo apellido, Saavedra. "Es difícil en la época actual sopesar cómo vería Cervantes sus obligaciones como padre y el tenerse que hacer cargo de ella al fallecer su amante", indica Maganto, aunque los hechos comprobados resultan de lo más elocuentes: "Lo que parece evidente es que Cervantes no la reclamó cuando murió el padre putativo de Isabel, Alonso Rodríguez, en 1590. Después, esperó más de un año para reclamarla y no quiso estar presente en tan honroso acontecimiento. Por otra parte, la reconoció de forma implícita, es decir, no dándole su primer apellido, sino el de Saavedra, y siempre por intermedio de su hermana Magdalena. Todo esto lo sabía su hija y nunca se lo perdonó. Para mí, son demasiadas <b>contradicciones</b> que no pueden explicarse solo por miedo a que su esposa Catalina se enterase".</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjMDekj9YvPTKTTZrvwb1kctByYo9CDTm86AwxvYWpKo2IQthqj72kKcKiBy7dkQMZqRd_tx3O99btU4ptMgTMsBvpErFr1WlYCVUh_086bt0G6pj13RKPE37PuozRnX3bE4RMOWwpj9Y/s558/quijote+inglles+1884.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="558" data-original-width="455" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjMDekj9YvPTKTTZrvwb1kctByYo9CDTm86AwxvYWpKo2IQthqj72kKcKiBy7dkQMZqRd_tx3O99btU4ptMgTMsBvpErFr1WlYCVUh_086bt0G6pj13RKPE37PuozRnX3bE4RMOWwpj9Y/w326-h400/quijote+inglles+1884.jpg" width="326" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>El hidalgo, buscando la cámara donde guardaba sus libros, en una ilustración de una edición inglesa del Quijote de 1886 (</i><i>cervantesvirtual.com)</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Sea como fuere, lo cierto es que todos aquellos sucesos emponzoñaron los lazos de Cervantes con su hija, que ya arrastraba bastante sufrimiento a consecuencia de la mala vida en la taberna, hasta conformar una<b> "personalidad perversa" </b>y cargada de "resentimiento" que, según el cervantista, Isabel no solo dirigió contra su padre, sino "contra todos los hombres que se cruzaron en su vida".</p><p>A la luz de esta investigación, no hay rastro idílico de la convivencia de Cervantes con su hija, que más bien se convirtió en otra pesadilla en su vida. "El rencor fue una de las principales señas de identidad de aquella hija que amargó la vejez de su padre y que, pese a la opinión de la mayoría de los <b>historiadores</b>, nunca estuvo conforme ni a gusto en el seno familiar de los Cervantes", sentencia Maganto.</p><p>Con semejante desarmonía familiar, era difícil que el linaje cervantino se perpetuara. Y así parece que sucedió. Porque, por más que en algún momento se haya alentado la idea de que la estirpe del escritor ha podido llegar hasta nuestros días, los documentos son tercos: el Príncipe de los Ingenios apenas dejó linaje. Isabel, su única descendiente conocida y reconocida –se ha especulado con la existencia de un hijo en <b>Nápoles</b>, fruto de una aventura similar a la de Ana Villafranca, pero no se han encontrado pruebas fiables de ello- le dio una nieta, <b>Isabel Sanz de Saavedra</b>, fruto de su relación adúltera con su amante, <b>Juan</b> <b>de</b> <b>Urbina</b>, ya que ella estaba casada en primeras nupcias con <b>Diego Sanz del Águila</b>. Pero la pequeña Isabel murió con dos años. Isabel tuvo un segundo marido, <b>Luis de Molina</b>, pero el matrimonio no dejó hijos. </p><p>De esta última relación, Maganto tiene la sospecha de que Isabel estuvo separada totalmente del esposo y vivía sola: "Su matrimonio solo fue de tipo judicial para entablar pleitos en contra de su examante y para lucrarse, ya que era un<b> matrimonio impuesto</b> y por contrato notarial”. </p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEekcsFGBJSBoSd8EE8TD8JnYtRg02FTHVq0k-qvIQFAQv6N3DyrWbQ8CqRNQDx7WkIjWrs04sCECcmn8C5hQGFD4Cjf-cOiItDkY4kEn16UDUJNUGKJa2cNL4HsdVicHRVkcXtmA_YJE/s600/convento_carmelitas_descalzas2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="450" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEekcsFGBJSBoSd8EE8TD8JnYtRg02FTHVq0k-qvIQFAQv6N3DyrWbQ8CqRNQDx7WkIjWrs04sCECcmn8C5hQGFD4Cjf-cOiItDkY4kEn16UDUJNUGKJa2cNL4HsdVicHRVkcXtmA_YJE/w300-h400/convento_carmelitas_descalzas2.jpg" width="300" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i> Portada de la iglesia del Convento de Carmelitas Descalzas de la Concepción o de la Imagen, donde profesó como monja Luisa, hermana de Miguel de Cervantes (cvc.cervantes.es)</i></td></tr></tbody></table><br /><p>En relación a otros descendientes posibles del escritor, está probado que su estirpe se extinguió a su muerte en 1616. Con su esposa Catalina no tuvo hijos y al parecer tampoco los tuvo su sobrina <b>Constanza de Ovando</b>, hija de su hermana <b>Andrea</b>, la única de las hermanas de Cervantes que dejó una descendiente, bastarda para más señas. Junto a Magdalena conformaron el conocido trío de <b>‘Las Cervantas’</b>, envueltas siempre en un halo de sordidez.</p><p>Mención aparte merece <b>Luisa</b>, cuyo mundo se redujo a unas pocas decenas de metros toda su vida: fue <b>monja carmelita</b> en el convento de la calle de la Imagen, llegando a ser su priora –sus huesos han de permanecer aún en su osario, mezclados con los de decenas de hermanas, de ahí que fuera imposible contar con ellos durante la fiebre por la identificación y localización de los restos de Cervantes en la cripta del madrileño <b>convento de las Trinitarias</b> desatada en 2014 y de las que nunca más se supo-.</p><p>Con semejante entorno familiar, no sorprende y a la vez admira que Miguel de Cervantes se evadiera habitando el mundo liberador de la creación literaria. Los <b>amores imperfectos</b> y las pasiones más bajas, pero amores y pasiones al cabo, quedaban para su día a día, que era bastante más duro, precario y azaroso que el del presente. Juzgarlo con valores y criterios de hoy no deja de ser un sinsentido.</p><p>Las desdichas de Isabel y las de Hamnet mortificaron de manera inimaginable a sus célebres progenitores en unas vidas que, con sus golpes de fortuna y con todos sus destellos de gloria incluidos, transcurrían entre rigores de supervivencia en los<b> implacables tiempos de la peste</b>.</p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-37011098603992263802021-06-30T18:45:00.004+02:002021-06-30T23:30:24.648+02:00Alcalá, San Diego, California y el hombre que pudo reinar<p>Hace unos días derribaban una estatua de <b>Cristóbal Colon</b> en la ciudad colombiana de <b>Barranquilla</b>. Al grito de “Colón asesino”, la turba arrancó la cabeza de la efigie y la arrastró por las calles. Se trata del penúltimo acto -vandálico en este caso- para tratar de borrar la huella hispánica en <b>América</b>, un movimiento que se ha acentuado en los últimos tiempos y que tiene seguidores desde la <b>Patagonia</b> a los ricos estados del Norte. En <b>California</b>, por ejemplo, la pasada primavera un concejal de la ciudad de <b>San Diego</b> se significó por iniciar una campaña para eliminar todas las referencias a España en el escudo de la ciudad, porque “glorifica a los que robaron” y “ocuparon la tierra”. Claro que de no ser por la presencia española la próspera ciudad que habita el concejal y casi millón y medio de almas más no existiría. Y a su vez San Diego no sería tal sin la existencia de Alcalá de Henares.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijUmq-CSpqN8ZDT76FVhsn7PwhDCFxebLC4s-8KRXtJfq9-sYsug9rhVknAe7VXW3FPe5rBORf_reqJ7LXA3WQiTcbrj99AynL64a2L0VBZygQR-y4gpxYK7YzB1H0xgTTz-lhOqj_5yw/s880/Vedere-San-Diego-copertina.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="560" data-original-width="880" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijUmq-CSpqN8ZDT76FVhsn7PwhDCFxebLC4s-8KRXtJfq9-sYsug9rhVknAe7VXW3FPe5rBORf_reqJ7LXA3WQiTcbrj99AynL64a2L0VBZygQR-y4gpxYK7YzB1H0xgTTz-lhOqj_5yw/w400-h255/Vedere-San-Diego-copertina.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span>Aspecto del skyline del centro financiero de San Diego (viajarsandiego.com)</span></i></td></tr></tbody></table><br /><p>El corazón de esta ciudad es <b><a href="https://www.missionsandiegohistory.org/">la misión que unos religiosos franciscanos </a></b>fundaron en <b>1769</b> y que consagraron a la advocación de un franciscano de pro como <b>San Diego de Alcalá</b>, dentro de la campaña evangelizadora y militar ordenada por <b>Carlos III</b>, uno de los primeros reyes borbones, para la costa oeste de Norteamérica. Hoy el templo y su recinto es monumento nacional. Y la Universidad Católica de la ciudad se halla en un área conocida como <b>Parque Alcalá.</b></p><p>Por eso, cada cierto tiempo visitan el patio complutense y, en particular, la <b>Catedral Magistral</b> donde reposa la momia del venerable franciscano grupos de californianos deseosos de conocer sus raíces. Este vínculo pudo haber sido más estrecho de haber fructificado el hermanamiento entre ambas ciudades que tuvo como mediador a un peculiarísimo personaje,<b> Alfonso de Bourbon</b>, que presumía de ser familiar directo del <b>rey Juan Carlos </b>y que falleció hace casi una década.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1bY0u8IDjAAiXvK11osi3jKeKC6ki88_roj-E95fvbz62IUUlTCsv7A6AQjc7hQ0090Tt5fle8YlwBV4R3h2TNn24wIGMIpngHIYQfy1lJwmiPGErb5xisxa2Dnsz2yykhb4INMP6pLY/s1000/mision.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="621" data-original-width="1000" height="249" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1bY0u8IDjAAiXvK11osi3jKeKC6ki88_roj-E95fvbz62IUUlTCsv7A6AQjc7hQ0090Tt5fle8YlwBV4R3h2TNn24wIGMIpngHIYQfy1lJwmiPGErb5xisxa2Dnsz2yykhb4INMP6pLY/w400-h249/mision.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span>Entrada a la Misión de San Diego (missionsandiegohistory.org)</span></i></td></tr></tbody></table><br /><p>Aseguraba ser el hijo de <b>Alfonso de Borbón</b>, primogénito de <b>Alfonso XIII,</b> aunque no poseía más prueba de ello que el asombroso parecido físico con su abuelo. <b>Alfonso de Bourbon Sampedro</b>, que tal era el nombre del supuesto primo del rey emérito <b>Juan Carlos </b>–y descendiente, por tanto, del rey ilustrado que ordenó conquistar la fachada continental al Pacífico antes de que se le adelantara el imperio ruso-, nunca reivindicó sus derechos al trono español, pero se ganó la vida valiéndose con mucha maña de su planta y modales aristocráticos y de una cultura cosmopolita entre la alta sociedad de San Diego, donde se instaló en 1975 tras criarse en <b>Suiza</b>, estudiar en <b>La Sorbona y Heidelberg </b>y trabajar como traductor para la <b>ONU</b> en <b>Nueva York.</b> Y el mayor ejemplo de su implicación en la comunidad sandieguina fue su intento de hermanarla con Alcalá, la ciudad donde se custodian los restos del santo, hace cuarenta años.</p><p>Su mediación no tuvo fruto pero fue recordada con ocasión de su muerte en los primeros días de 2012, ocurrida en trágicas circunstancias en el exclusivo distrito de<b> La Jolla</b>, donde residía. Porque el elegante y educado Bourbon murió arrollado por un camión cuando se entregaba a su afición por rebuscar en los contenedores de basura de su selecta barriada. En las crónicas de los periódicos de San Diego calificaron con indulgencia de "extraña costumbre" la manía de su distinguido y entrañable vecino, al que conocían como <b>'El Conde' o 'El Príncipe',</b> habitual de las bibliotecas y las librerías y también de las fiestas más exclusivas, a las que acudía sin invitación, y restaurantes de lujo, donde pedía a sus amigos que le convidaran.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfia51efH1n-AqiEqAJURFq-Sbrk2HR2dRe_-NqWtexpB4MOFp0GcEvjVAyIbZ9G24yLZ1PKUe-diNyrtLYTazNojEQWVPTJh7LCZfNSYwdzxKfGYPzZ_bKegk14pZPfBvM-otyL9SyCE/s668/alfonso+de+bourbon.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="668" data-original-width="604" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfia51efH1n-AqiEqAJURFq-Sbrk2HR2dRe_-NqWtexpB4MOFp0GcEvjVAyIbZ9G24yLZ1PKUe-diNyrtLYTazNojEQWVPTJh7LCZfNSYwdzxKfGYPzZ_bKegk14pZPfBvM-otyL9SyCE/s320/alfonso+de+bourbon.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span><i>Alfonso de Bourbon, en una foto de comienzos de los años 70 (foto: 'Mujer Hoy')</i></span></td></tr></tbody></table><br /><p>De ese punto excéntrico también hizo gala en sus visitas a Alcalá a comienzos de los años 80, cuando actuó de enlace entre el <b>Ayuntamiento de San Diego y Alcalá</b>. El Cronista de la Ciudad, <b>Vicente Sánchez Moltó</b>, recuerda al menos tres estancias de Alfonso de Bourbon en la ciudad complutense entre 1980 y 1983, siendo alcalde<b> Carlos Valenzuela</b> y concejal de Cultura,<b> José María Bustamante</b>. El nunca aclaró ante los munícipes el parentesco que tenía con la familia real española; simplemente afirmaba que tenía relación con ella. “Vestía de manera elegante, era una persona muy educada y hablaba perfectamente castellano, aunque con un fuerte acento extranjero. De hecho, nos corregía cada vez que le presentábamos como Alfonso de Borbón. Él aclaraba que su apellido era como el original francés, Bourbon", rememora Moltó.</p><p>El hermanamiento no se pudo consumar por razones puramente económicas: "Solo el coste de los viajes a California era inasumible para un ayuntamiento que apenas tenía dinero y que se veía acuciado por necesidades mucho más urgentes en la ciudad", explica el cronista, evocando aquel Alcalá con barrios aún en construcción, equipándose a duras penas de colegios, ambulatorios, líneas de autobuses y hasta redes de saneamiento y agua corriente. Así las cosas, al aristocrático ‘embajador’ californiano no hubo más remedio que darle largas y el vínculo entre las dos ciudades quedó ceñido a las visitas que con cierta regularidad hacían, y aún hacen, <b>grupos de sandieguinos</b> a Alcalá.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1Gda3B9VpF3kkzfhgx_8mIhOeMoMMW_c5uH-IbxtcrWcg7yI2-Xa1vTXIPRTJmWp5JMpj1Uv90lYsU-HN-qCZ3Xz0XTgr1UAjXcXcbYg9C2kWkbX00-Dfl0_3avHFXuFq1ImDYOmaGWA/s1116/Bartolome_murillo-diego_de_alcala.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1050" data-original-width="1116" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1Gda3B9VpF3kkzfhgx_8mIhOeMoMMW_c5uH-IbxtcrWcg7yI2-Xa1vTXIPRTJmWp5JMpj1Uv90lYsU-HN-qCZ3Xz0XTgr1UAjXcXcbYg9C2kWkbX00-Dfl0_3avHFXuFq1ImDYOmaGWA/w400-h376/Bartolome_murillo-diego_de_alcala.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span><i>San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres, obra de Bartolomé Esteban Murillo (1645)</i></span></td></tr></tbody></table><br /><p>Muchos vinieron recomendados por el propio Alfonso de Bourbon, que llegó a presidir la sociedad <b>Ciudades Hermanas San Diego-Alcalá</b> y que, en la medida de sus posibilidades, divulgó la historia y la cultura española entre sus convecinos apelando a su linaje y sus raíces familiares. Y eso que, de ser ciertos éstos, más bien deberían haberle producido rencor y amargura. Porque, según su testimonio, él fue el fruto del matrimonio entre Alfonso de Borbón y <b>Battenberg</b>, que renunció a todos sus derechos al trono español, y<b> Edelmira Sampedro</b>, heredera de una rica familia cubana. Nació en la ciudad suiza de <b>Lausana</b> y al poco de llegar al mundo fue entregado a una comunidad de monjas. No conoció a su padre, que murió en un accidente de tráfico en Miami cuando él tenía seis años; y su madre se desentendió de él, dejándole a cargo de las religiosas, que lo criaron. Oficialmente la pareja no tuvo hijos.</p><p>Fueron las monjas las que le contaron esta historia, aunque siempre careció de documentos que acreditaran su <b>filiación</b>. Lo único que esgrimía era una pequeña foto de su abuelo Alfonso XIII, que siempre llevaba en el bolsillo, para demostrar que, en efecto, era su vivo retrato.</p><p>Justo es señalar, por otra parte, que el interés de la comunidad sandieguina por conocer más de los orígenes y la toponimia de su ciudad vienen de antes de la aparición de Alfonso de Bourbon. Por ejemplo, fue en los años 60 del pasado siglo cuando <b>James S. Copley</b>, un magnate de la prensa de San Diego y político republicano, residente como Bourbon en La Jolla, se interesó por Alcalá. Y de aquello quedó como testimonio permanente una estatua del santo que donó a la ciudad en <b>1964</b> y que se puede admirar actualmente en el <b>patio de Mataperros</b> de la ermita de los <b>Doctrinos</b>. En su pedestal se puede leer la siguiente leyenda: "Este monumento costeado por James S. Copley ha sido erigido en memoria del santo cuyo nombre lleva la ciudad de San Diego de California". </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj48Bkfo_CWpGBHWVB7q38BAvD8VhaEXBjRrwcc5htQmRmFoOlx0dKlJCEFwMcH76SbyONZv4nlnwyXHlU3t5kRoCZV4j0YDuK_KPQJLPtkpyljYBeuj2maVbbquPqVlYPTsqKqnBfeilw/s1024/Ermita-el-Cristo-de-los-Doctrinos-42-1024x768.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj48Bkfo_CWpGBHWVB7q38BAvD8VhaEXBjRrwcc5htQmRmFoOlx0dKlJCEFwMcH76SbyONZv4nlnwyXHlU3t5kRoCZV4j0YDuK_KPQJLPtkpyljYBeuj2maVbbquPqVlYPTsqKqnBfeilw/w400-h300/Ermita-el-Cristo-de-los-Doctrinos-42-1024x768.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span><i>La estatua de San Diego, en el patio de la ermita de los Doctrinos (foto: Dream Alcalá)</i></span></td></tr></tbody></table><br /><p>Allá, tal y como se están poniendo las cosas para la memoria y la historia hispana, las tres fieras <b>quimeras</b> que hacen guardia en el recoleto corral alcalaíno no le vendrían mal a una efigie del humilde fraile, “siervo pequeñito y abandonado”, según la gráfica descripción que hizo el papa en su bula de <b>canonización</b>, y aun así santo prodigioso. Porque dar nombre a una moderna y pujante ciudad al otro lado del mundo no es poco milagro.</p><div><br /></div>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-11832625941219670082021-02-24T12:33:00.008+01:002021-02-24T17:41:07.886+01:00La inesperada mudanza de la familia Madrazo al olvidado palacio de los Casado<p>Hace once años asomaron por Alcalá. Los caballeros con su rostro adusto, sonrisas leves en las mujeres, graves y estirados los niños; todos elegantes y dignos. Eran <b>los Madrazo</b>, 80 en total. 80 cuadros como 80 ventanas a buena parte de la mejor pintura del XIX en España y a algunos de los personajes más destacados del siglo. La fastuosa colección de la célebre saga de artistas se alojó en el <b>hospital de Santa María la Rica</b>, aunque su destino era otro viejo hospital alcalaíno, el de <b>San Lucas y San Nicolás</b>, también conocido como <b>palacio de los Casado o del marqués de Morante</b>. Así lo acordaron la<b> Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Alcalá</b>. Pero tras aquella ilusionante estancia en los primeros meses de 2010, los Madrazo se marcharon. Y no han regresado.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit7gUB6mM6ZKR0Y4eKSb6kPbQJCEP9riATrq5KjWCzmCzM5vK-6RjGSwMBorcZ_DuhyphenhyphenwC4GL2x-AHi2wVPqd1QNWH3IK3tVfnZf-LPAFCiY4hPcqgLXiIYPCjv6AGpccJZJhmRo5y0PHw/s804/seda_rota_6.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="802" data-original-width="804" height="399" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit7gUB6mM6ZKR0Y4eKSb6kPbQJCEP9riATrq5KjWCzmCzM5vK-6RjGSwMBorcZ_DuhyphenhyphenwC4GL2x-AHi2wVPqd1QNWH3IK3tVfnZf-LPAFCiY4hPcqgLXiIYPCjv6AGpccJZJhmRo5y0PHw/w400-h399/seda_rota_6.jpg" width="400" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-small;">Algunos de los cuadros de la colección Madrazo, antes de abandonar la caja familiar y pasar a propiedad </span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-small;">de la Comunidad de Madrid (foto: Juan Manuel Castro Prieto)</span></i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p>Muchos aún recordarán aquella suntuosa exposición de Santa María la Rica, con los magníficos retratos luciendo sobre fondos verdes y rojos. Un escenario donde la entonces presidenta regional,<b> Esperanza Aguirre,</b> y el entonces alcalde, <b>Bartolomé González</b>, rubricaron el acuerdo para la creación del museo Madrazo en Alcalá, la culminación a varios meses de negociaciones.</p><p>Cuatro años antes de aquella firma, en 2006, el <b><a href="https://www.comunidad.madrid/cultura/oferta-cultural-ocio/coleccion-madrazo">Gobierno regional se hizo con la colección, de 84 cuadros en total, representantes de todas las tendencias pictóricas decimonónicas:</a></b> el Neoclasicismo del patriarca de la saga, <b>José de Madrazo Agudo</b>, el Romanticismo de su hijo <b>Federico de Madrazo Kuntz</b>, las pinturas de encargo de <b>Luis de Madrazo Kuntz,</b> o el impresionismo de <b>Raimundo y Ricardo de Madrazo Garreta.</b></p><p>La colección fue adquirida gracias a una dación en pago de impuestos por parte de los descendientes directos de los pintores: <b>María Teresa de Madrazo y de Madrazo</b> y su esposo, <b>Mario de Daza y Campos</b>. Ambos conservaban en su casa de Madrid estas pinturas, componiendo una exposición doméstica llena de encanto, como testimonió el fotógrafo <b>Juan Manuel Castro Prieto,</b> Premio Nacional de Fotografía, en un extraordinario reportaje gráfico.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih2gYeYVdkqnSP5t09xTytpCtYD-yQxswmXw8LRDJyasPljANhBGBA1t31TjsIzh49wbij9CncdsrWHsmzJu4oonUBdh_7LXeg-pC8_a3o0ZSZnvCrdJfUcIIFfthJ7E3TC_UiX3M1skA/s1200/branciforte.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih2gYeYVdkqnSP5t09xTytpCtYD-yQxswmXw8LRDJyasPljANhBGBA1t31TjsIzh49wbij9CncdsrWHsmzJu4oonUBdh_7LXeg-pC8_a3o0ZSZnvCrdJfUcIIFfthJ7E3TC_UiX3M1skA/s320/branciforte.jpg" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWqZACQrt_j_7VNS3XUtNbAWIBaZpznxa2xhMF9WsgQd6uM_J1_d5eh3VawvFP5NO9uR9ue91Wiloni9JaUNHVxJcdRtVlXRiH6jpCc4_8NW6HanGeqjJ6GcrmbB0sDnvvKcg0QWiJwIM/s1759/ni%25C3%25B1os.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1759" data-original-width="1400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWqZACQrt_j_7VNS3XUtNbAWIBaZpznxa2xhMF9WsgQd6uM_J1_d5eh3VawvFP5NO9uR9ue91Wiloni9JaUNHVxJcdRtVlXRiH6jpCc4_8NW6HanGeqjJ6GcrmbB0sDnvvKcg0QWiJwIM/s320/ni%25C3%25B1os.jpg" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /><i>La marquesa de Branciforte, retratada por José de Madrazo (1812). A la derecha, Luisa, Rosa y Raimundo de Madrazo, posando para su padre, Federico de Madrazo (1845). </i></td></tr></tbody></table></div><p>Tras un par de exposiciones temporales, el Gobierno regional decidió buscarle acomodo permanente a la colección. Alcalá, el <b>"Oxford de la Comunidad de Madrid"</b> en aquellos tiempos, apareció como destino en 2009. Se examinaron varias localizaciones posibles en el centro histórico complutense pero finalmente se escogió el viejo palacete de la <b>plaza de Atilano Casado</b>, comprado por el Consistorio complutense en tiempos del alcalde <b>Manuel Peinado</b> y recién remozado entonces.</p><p>Además de aliviar sus estructuras, aquella restauración sirvió ante todo para reivindicar la importancia histórica del edificio, heredero de una <b>fundación cisneriana de 1513 </b>para cuidar a los estudiantes pobres y enfermos. Dos importantes hallazgos vinieron a reafirmar esa importancia: sendas esculturas de San Lucas y San Nicolás de casi un metro de altura, realizadas a mediados del siglo XVI; y una lápida funeraria de mármol de <b>Gabriel de Zayas, secretario del rey Felipe II.</b></p><p><b><br /></b></p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSbJ9qy8l6WJbXqQ5c2FQZFOE4zTxC_Pch8C46AdhDBp52ef9Rig9t6kNoNr8IlsD66vFJfggC6OcTdKEQc8hD_NBjTRK2-rQ6Fikr8QpySMsMTaGlDtX6eJAtDdy-VSc_QDoc47_c7gs/s1400/san+lucas.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="933" data-original-width="1400" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSbJ9qy8l6WJbXqQ5c2FQZFOE4zTxC_Pch8C46AdhDBp52ef9Rig9t6kNoNr8IlsD66vFJfggC6OcTdKEQc8hD_NBjTRK2-rQ6Fikr8QpySMsMTaGlDtX6eJAtDdy-VSc_QDoc47_c7gs/w400-h266/san+lucas.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><br />Aspecto parcial de la fachada del hospital de San Lucas y San Nicolás, en la plaza de Atilano Casado (foto: Ayuntamiento de Alcalá).</i></td></tr></tbody></table><b><br /></b>El aspecto actual del caserón, de inspiración <b>neoclásica</b> -con las columnas adosadas en la entrada y a alternancia frontones curvos y triangulares en las ventanas del piso superior-, es fruto de la reforma emprendida por el marqués de Morante, propietario del mismo en la segunda mitad del siglo XIX. Un detalle histórico y estético que también adornaba la acogida de esta colección pictórica, toda vez, además, de que el edificio estaba destinado a usos culturales. El <b>Museo de la Ciudad o el Museo de la Lengua</b> fueron algunos de los servicios que se barajaron para el palacete.<p></p><p>Pero si estos museos siempre se antojaron el fruto etéreo de brindis espumosos, pues nunca se aportaron detalles precisos, en el caso del Museo Madrazo no se albergaban dudas pues se poseía le esencial: el contenido, con las obras. Solo se trataba de remozar el interior del edificio con pericia y buen gusto, pues adolece de limitaciones físicas pese a su rotundo aspecto exterior y su inmejorable ubicación. Y también se había de diseñar un cuidado proyecto museístico que permitiera, a partir de la colección pictórica, reflexionar sobre la historia y la sociedad del XIX. </p><p>Era, asimismo, una gran ocasión para reivindicar un siglo especialmente nefasto para Alcalá, el del cierre de la universidad, pero también el de la<b> 'ciudad cuartel',</b> la llegada del ferrocarril, el surgimiento de una pequeña oligarquía burguesa y también los primeros movimientos sociales.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHPlmek3yq9hUD3RfNSwV9amRH8tjSZ7Af7HjpW4Qaf5s9y7BL2LzX3kGZ6UTtrEap_8yWet3ACW2ELCPtwtb2saHbNe1p-a9as_Cs92EaJ9gMbx8xfRakH5MDdZWHaDzfCt46_Z_M7Pw/s2048/jardin+trasero.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHPlmek3yq9hUD3RfNSwV9amRH8tjSZ7Af7HjpW4Qaf5s9y7BL2LzX3kGZ6UTtrEap_8yWet3ACW2ELCPtwtb2saHbNe1p-a9as_Cs92EaJ9gMbx8xfRakH5MDdZWHaDzfCt46_Z_M7Pw/w400-h300/jardin+trasero.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><br />Aspecto que presenta el jardín trasero del hospital de San Lucas en la actualidad.</i></td></tr></tbody></table><br /><p>Pero la <b>inversión</b> necesaria para el remozamiento definitivo y el proyecto museístico fue tardando en llegar; la colección viajó por otros lugares de España; la crisis cayó a plomo; las prioridades políticas e institucionales marcharon por otros derroteros.... Hasta hoy.</p><p>El viejo hospital de San Lucas y San Nicolás continúa cerrado a cal y canto. Y los retratos y pinturas de los Madrazo deben estar cogiendo polvo en algún almacén desconocido. Aunque había un<b> acuerdo firmado</b>, no hay quien se acuerde de él ni a quien le importe. Al fin y al cabo, su visita a Alcalá fue inesperada. Y ahora nadie les espera. </p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-65333516617242438432020-10-07T16:50:00.004+02:002020-10-07T17:24:58.252+02:00Todas las casas de Cervantes<p>En <b>1752</b> se tuvo la primera noticia fiable de que <b>Miguel de Cervantes</b>, el inmortal autor de <i>El Quijote</i>, había nacido en <b>Alcalá de Henares </b>con el hallazgo de su partido de bautismo. Pero tuvieron que pasar doscientos años para que se conociera la casa complutense donde vino al mundo y dio sus primeros pasos, se reconstruyera con más que dudoso gusto y se convirtiera en<b><a href="http://www.museocasanataldecervantes.org/"> uno de los museos más visitados de la Comunidad de Madrid.</a></b> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLe-nTwo04tWWqi2im-ULHJPivv50AIAH7a3Qu8eOoBtl-3gz432YzrZ2aMpY-mKLk4BsLI9eRoBLp8TQdZbXsIYgHtYMPFPMmSetoIywPbuefMTGW1dJSBPYHh18bIOpV-zwJjpI6j8E/s512/museo+casa+natal+de+Cervantes.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="342" data-original-width="512" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLe-nTwo04tWWqi2im-ULHJPivv50AIAH7a3Qu8eOoBtl-3gz432YzrZ2aMpY-mKLk4BsLI9eRoBLp8TQdZbXsIYgHtYMPFPMmSetoIywPbuefMTGW1dJSBPYHh18bIOpV-zwJjpI6j8E/w400-h268/museo+casa+natal+de+Cervantes.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">Fachada de la Casa Natal (Foto: www.museocasanataldecervantes.org)</span></i></td></tr></tbody></table><p>El investigador local, <b>José María San Luciano </b>(Alcalá de Henares, 1950), rastreó, reunió y documentó todas las vicisitudes de esos dos siglos en el libro<i> La Casa de Cervantes en Alcalá de Henares y el Día de la Provincia </i>(Domiduca Libreros, 2012); el relato de un largo y fatigoso empeño colectivo que se vio culminado el<b> 9 de octubre de 1956</b>.</p><p>Ese día se inauguró como "museo y biblioteca" la actual casa de la calle Mayor, siendo el acto central de los actos del<b> Día de la Provincia</b>, evento que tenía por objeto en aquellos años previos al Desarrollismo la revitalización del deprimido entorno rural de la capital. Y el celebérrimo escritor, cómo no, fue el personaje al que se abrazó Alcalá para este menester, poniéndose broche así a las dos centurias de búsqueda del lugar donde honrar y aprovechar el tirón, o viceversa, del alcalaíno más universal.</p><p>Esa búsqueda comenzó primero por la localización del hogar de la <b>familia Cervantes</b>, un largo proceso que San Luciano detalla con precisión en su libro. Porque fue en el primer tercio del siglo XIX cuando se dieron las primeras intentonas de hallar la finca en cuestión, con el propósito de restaurarla y erigir en ella un museo-biblioteca en honor al autor de <i>La Galatea</i>.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxztKkzZEP48tByRoeo-RGVRZ32n-6ai6i-LcrI5LqAGldfAwet97ApoEDD_DEa-aCR5neuCMV9mkvad2ZVG5mKjH7ZTQJ_OQEod0BNy9U1BjTMGq6c44_PW-MyU1fdxzAW56MdBFzvo8/s400/placa+falsa+cervantes.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="400" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxztKkzZEP48tByRoeo-RGVRZ32n-6ai6i-LcrI5LqAGldfAwet97ApoEDD_DEa-aCR5neuCMV9mkvad2ZVG5mKjH7ZTQJ_OQEod0BNy9U1BjTMGq6c44_PW-MyU1fdxzAW56MdBFzvo8/w400-h250/placa+falsa+cervantes.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">Placa colocada en la casa que durante un siglo se consideró, equivocadamente, que fue el hogar de la familia Cervantes, en la actual calle Cervantes Foto: Fototeca de IPCE)<br /></span></i></td></tr></tbody></table><p>Así, la 'primera casa' se ubicó en la <b>calle Cervantes</b>, en la huerta del antiguo <b>Convento de los Capuchinos</b>, un solar que ocupa en el presente el Teatro Salón Cervantes. Una creencia popular sin ningún fundamento histórico sólido señalaba que ahí estuvo el primer hogar de los Cervantes. Un prohombre local y cervantista entusiasta, <b>Mariano Gallo</b>, se aferró a esa tradición local y promovió que en <b>1846</b> se colocara una placa conmemorativa en la tapia de ese solar, así como que se cambiara el nombre de la vía, conocida hasta entonces<b> calle de la Tahona</b>.</p><p>Apareció más tarde el abogado<b> Ramírez de Villaurrutia</b>, que en <b>1872</b> se ofreció a sufragar una biblioteca cervantina en un caserón de la calle Escritorios. Y metidos ya en el siglo XX se alentaron más proyectos, como el de instalar un museo cervantino en alguna de las salas de la vieja Universidad Cisneriana. La búsqueda concluyó cuando el biógrafo<b> Luis Astrana Marín</b> encontró en <b>1941</b> las primeras pruebas documentales que emplazaban la casa de los Cervantes en el número 2 de la calle de la Imagen.</p><p>Tuvieron que pasar, no obstante, quince años más para que el museo biblioteca viera la luz tras una compleja y onerosa compra del edificio por parte del Ayuntamiento, en especial de la crujía que daba a la <b>calle Mayor</b>, dado el empeño de los restauradores de 'darle entrada' a la casa por la emblemática vía, convirtiéndose en su número 48.</p><p>Y no fue éste el único capricho de los encargados del proyecto de reedificación de la finca, bajo el amparo ya del Ministerio de Educación Nacional. Se barajaron ideas tan disparatadas como la de desmontar y<b><a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2018/03/leones-para-la-casa-de-cervantes.html"> trasladar la majestuosa fachada de la Casa de los Lizana, con sus leones rampantes</a></b>, con la idea de dar el mayor empaque a la casa. Sí se reutilizaron algunas columnas de los patios renacentistas del devastado<b> palacio Arzobispal </b>para adornar la casa, y se le adosó, casi como un postizo, un pequeño jardín.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRTRJwNmCbxpZpJclMB1ywwajItxgDvfHtvfAuQ7QGPOSqEGGsaEcs2_B8XMtF0HArXmxpUXWEiSyXmf3xSytl6AdWNB4SEmzIHQ3qkqccBvCltzDHtGN0W-SfSCSm5YWYMgl69mcYuI8/s1026/calle+imagen.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1026" data-original-width="723" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRTRJwNmCbxpZpJclMB1ywwajItxgDvfHtvfAuQ7QGPOSqEGGsaEcs2_B8XMtF0HArXmxpUXWEiSyXmf3xSytl6AdWNB4SEmzIHQ3qkqccBvCltzDHtGN0W-SfSCSm5YWYMgl69mcYuI8/w281-h400/calle+imagen.jpg" width="281" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><span style="font-family: Garamond;">El número 2 de la calle de la Imagen, la entrada auténtica a la casa de los Cervantes, en una imagen de la posguerra (Foto: Fototeca IPCE)</span></i></td></tr></tbody></table><p><br />El resultado fue un pastiche que todavía hoy sigue provocando controversia, así como el rechazo de muchos alcalaínos y visitantes, que consideran la casa una <b>estafa</b>.</p><p>En cambio, otros muchos miran con indulgencia<b> el 'chalé' de Cervantes</b>, gestionado desde hace más de treinta años por la<b> Comunidad de Madrid.</b> Estos defensores, como San Luciano, argumentan con criterio que la estructura de la casa original donde vieron las primeras luces Miguel y algunos de sus hermanos continúa existiendo, a pesar de todas las imposturas arquitectónicas.</p><p>Y éstas, al fin y al cabo, no dejan de ser el producto de los afanes y de los sueños de los alcalaínos de aquella gris y empobrecida Alcalá de la posguerra por darle <b>brillo y encanto</b> a la casa de su paisano más ilustre. Y qué menos que un <b>palacete</b> reinventado sobre una humilde y añeja casa de vecindad.</p><p><br /></p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-76884180228327896522020-09-15T12:43:00.008+02:002020-09-16T16:54:51.348+02:00El año de la otra plaga<p>"¡Cuán espantoso el aumento en agosto! Ora la nube es muy negra, y la tormenta se abate sobre nosotros con gran furia. Ora la muerte cabalga triunfante en su claro caballo por nuestras calles, e irrumpe casi en cada casa donde puede hallar a un habitante. Ora las personas caen tan abundantes como las hojas en otoño, cuando las agita un poderoso viento!". Estas palabras campanudas y agoreras bien podrían servir para retratar la amenaza que se cierne sobre nosotros por la segunda ola de la <b>pandemia</b> de coronavirus. Pero tienen casi trescientos años. Con párrafos tan truculentos como éste <b>Daniel Defoe</b>, el célebre padre de <b>Robinson Crusoe</b>, describió el terror devastador que sufrió <b>Londres</b> en 1664 por culpa de una epidemia. Su <i>Diario del año de la peste</i> ha sido una de las lecturas clásicas más citadas en este año de plaga, otro bisiesto maldito que con la peor saña se ha vuelto a cebar con <b>Alcalá de Henares.</b> </p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2nkR-7h5njwojpZQGjZDYNStHjTPHD_zLw-nwKMuPphd4GjDwx4MG0MrZxS5UJC4OVtsDLBtfo1x2XaiNV8yB4ScfQ6G4P0tlCtAQ0wg2aF-OgxdP_wDknEdg4AnCinOI3paWCjMtL-0/s800/Paseo+de+la+Estacion+MPeinado+9-1-2009.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2nkR-7h5njwojpZQGjZDYNStHjTPHD_zLw-nwKMuPphd4GjDwx4MG0MrZxS5UJC4OVtsDLBtfo1x2XaiNV8yB4ScfQ6G4P0tlCtAQ0wg2aF-OgxdP_wDknEdg4AnCinOI3paWCjMtL-0/w400-h300/Paseo+de+la+Estacion+MPeinado+9-1-2009.jpg" title="vbvbvb" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><br /><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">Aspecto del paseo de la Estación el 9 de enero de 2009, día de la última gran nevada de Alcalá. El vecindario de esta vía principal fue uno de los más afectados por el brote de legionela en el comienzo del otoño de 1996. (Foto: M. Peinado)</span></i></td></tr></tbody></table><p><br />De pocas enfermedades, catástrofes y desgracias colectivas se ha librado la ciudad a lo largo de la historia. Y el azote del <b>Covid 19</b> no iba a ser una excepción. Ni siquiera resulta nueva esa sensación de peligro invisible y letal de inesperada aparición, recorriendo las calles y las plazas y cazando víctimas en una funesta lotería. Hace exactamente 24 años ese mismo pánico se apoderó del paisanaje por culpa de otra <b>epidemia</b>, con la crueldad añadida que solo afectó al término municipal alcalaíno: <b>1996</b> fue el año de la otra plaga, la de la bacteria <b>legionela</b>.</p><p>Aparte de los especialistas en medicina y en <b>microbiología</b>, pocos estaban al corriente entonces –y aún hoy- de las andanzas de este microorganismo y de la grave enfermedad que produce, conocida como <b>legionelosis</b> o también enfermedad del legionario. En aquel Alcalá del 96, como sucedió quince años antes con la vileza de la intoxicación por el <b>aceite de colza</b>, los vecinos pronto se familiarizarían con este mal durante los dos meses terribles que transcurrieron desde que, a finales de agosto, en plenas <b>Ferias</b>, empezaron a recibirse y tratarse en el <b>Hospital Príncipe de Asturias</b> y los ambulatorios de barrio un número anormal de enfermos de neumonía; hasta que el contador de víctimas se paró a finales de octubre con 260 enfermos y 16 muertos, en un balance inicial luego corregido.</p><p>Fue en la primera quincena de septiembre cuando la inquietud se esparció por toda la ciudad, al propagarse el rumor de que una <b>enfermedad desconocida</b> estaba haciendo estragos en todos los barrios. La vuelta al colegio y a los institutos acrecentó aún más los temores, alentados en parte por especulaciones tan sobrecogedoras como infundadas.</p><p>Por suerte, los técnicos no tardaron demasiado en encontrar la causa de aquella misteriosa plaga que estaba postrando a decenas de vecinos con <b>graves neumonías</b>. También empezó a segar la vida de algunos de ellos; los más débiles y mayores, eso sí, pero víctimas injustas al fin y al cabo.</p><p>La<i> </i><i style="font-weight: bold;">legionella pneumophila</i>, nombre científico de la legionela, es una bacteria que provoca una compleja infección pulmonar y fiebre muy alta. Como el virus que provocó la mal llamada <b>gripe española</b>, dio su cara más letal por primera vez en <b>Estados Unidos</b>. Una convención de la <b>Legión Americana en Filadelfia en 1976 </b>fue el primer escenario descrito y catalogado donde actuó esta bacteria, cobrándose 34 vidas entre dos centenares de enfermos, y de ahí se bautizó como la enfermedad del legionario. A partir de entonces se comenzaron a conocer decenas de brotes epidémicos en ciudades de todo el mundo desarrollado. Y Alcalá, por desgracia, fue el primer municipio donde golpeó en masa con más virulencia.</p><p>La generalización en aquellos años del uso de <b>equipos de refrigeración y de aire acondicionado</b> en edificios públicos y en comunidades residenciales supuso la aparición de contagios a gran escala por este microbio, que suele generarse y anidar en la tierra húmeda y en depósitos y circuitos de agua con poca limpieza. Y es a través de los aerosoles y el agua vaporizada cómo sale al aire y, si se da el desventurado caso, es inhalada por los seres humanos, con sus perniciosas consecuencias cuando acaba encontrando alojamiento en los pulmones.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdtQXagTq0of7AON_SfYYHyecBAlyG3hjM2b63nvfhModKlNr2xVOeCVVbxfmIf8wRH46F4lVWI048fualeXu-RbC_9fJtN2jJf2QNWtj1iNiHvTvNJqqcrJx6PWOFGmGjgkkAzHSZ9kk/s830/legionella_2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="455" data-original-width="830" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdtQXagTq0of7AON_SfYYHyecBAlyG3hjM2b63nvfhModKlNr2xVOeCVVbxfmIf8wRH46F4lVWI048fualeXu-RbC_9fJtN2jJf2QNWtj1iNiHvTvNJqqcrJx6PWOFGmGjgkkAzHSZ9kk/w400-h219/legionella_2.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><br /><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">Imagen de la bacteria legionela.</span></i></td></tr></tbody></table><p><br />Esta peculiaridad en el contagio fue lo que terminó de desconcertar del todo a la población local. Sobre todo cuando en la rueda de prensa más multitudinaria que se recuerda en la ciudad, con presencia incluso de periodistas de medios internacionales, la consejera de Sanidad de entonces, <b>Rosa Posada</b>, no solo confirmó la existencia de una epidemia de legionelosis. También anunció recomendaciones de prevención con carácter de cuarentena para los vecindarios del <b>barrio de San Isidro, el paseo de la Estación</b> y el eje formado por las calles <b>Cánovas del Castillo y Daoíz y Velarde,</b> consistentes básicamente en limitar todo lo posible el contacto con el vapor generado por el agua caliente en lavabos y baños, en las planchas para ropa o en agua hirviendo para cocinar. También se hipercloró el agua potable en la red general de abastecimiento por si el gran foco de la bacteria estuviera en algún tramo de las tuberías, y se fijaron controles más estrictos para edificios y servicios públicos.</p><p>Fue en ese sector de la ciudad, <b>paralelo a las vías del tren</b>, donde más enfermos se habían detectado. Y coincidió con la zona donde más cultivos de legionela se habían encontrado, una vez realizada una inspección a fondo de todas las instalaciones de aire acondicionado del casco urbano. Con todo, muchos aún desconfiaban de esa versión, y achacaban la plaga a las razones más peregrinas. Y otros estaban convencidos de que la bacteria se contraía con el contacto humano, y tomaron sus precauciones practicando una distancia social pionera.</p><p>Lo cierto es que estas cautelas y la limpieza de los depósitos de agua y de las torres infectadas surtieron efecto, y la curva de contagios fue poco a poco descendiendo hasta caer en picado a mediados de octubre. Fue en vísperas del puente de Todos los Santos cuando se dio por erradicado el brote y se divulgó el mapa de los <b>focos principales del contagio</b>, ubicados en las torres de refrigeración de la fábrica Roca y en un mercado de la calle Cánovas del Castillo, sobre todo. No faltaron, eso sí, las disputas políticas, técnicas y vecinales, porque no llegó a señalarse con exactitud el origen concreto de aquel 'coronavirus' complutense ni se aclararon por completo las responsabilidades por este malhadado suceso. </p><p>Hasta muchos meses después no se difundió un informe definitivo sobre<a href="http://gesdoc.isciii.es/gesdoccontroller?action=download&id=25/04/2013-f1837a2bac" style="font-weight: bold;"> los daños exactos causados por la epidemia</a>, que sirvió para marcar un antes y un después a la hora de tomarse más en serio este tipo de brotes en nuestro país, pues nunca se había conocido en España uno de esta envergadura. Incluso dio lugar a la promulgación de una normativa mucho más rigurosa para la <b>limpieza</b> de torres de refrigeración y los correspondientes protocolos de prevención.</p><p>Pero el nombre de Alcalá quedó señalado en negro por mucho tiempo, con un daño moral imposible de cuantificar. Y para colmo, la epidemia fue solo la guinda a una secuencia fatal de sucesos a cuál más terrible que arrancó en junio de 1995 con la espantosa muerte de<b> dos vecinos en plena calle Mayor aplastados por un contenedor de obra </b>arrastrado accidentalmente por un camión de bomberos que se dirigía a toda velocidad a sofocar un incendio.</p><p><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi52hZOxkh-w8rQBvAJT1MRdCLqphj82wc3cBxe3IVH_B6fJRbztpjG346hmfJPa5mY8MsB2H_ty8f3s0Dpub0J-jXLDipIGg_MILB3urtrhDWylGtXTTbFxug9oYDIzwTgTvkoZMLc7Cs/s1200/Hospital+de+Alcal%25C3%25A1.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi52hZOxkh-w8rQBvAJT1MRdCLqphj82wc3cBxe3IVH_B6fJRbztpjG346hmfJPa5mY8MsB2H_ty8f3s0Dpub0J-jXLDipIGg_MILB3urtrhDWylGtXTTbFxug9oYDIzwTgTvkoZMLc7Cs/w400-h266/Hospital+de+Alcal%25C3%25A1.jpeg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><br /><span style="font-family: Garamond; font-size: medium;">El Hospital Príncipe de Asturias atendió la avalancha de enfermos por legionelosis <br />(foto: madrid.org)</span></i></td></tr></tbody></table><p><br />A finales de agosto de ese mismo año se produjo el tristemente célebre<b> crimen del Gurugú,</b> con tres hombres tiroteados y posteriormente quemados dentro de un coche en un barranco por un macabro ajuste de cuentas. Justo un año después, las Ferias de Alcalá dieron la vuelta a toda España por el frustrado <b>récord del sogatira,</b> que terminó siendo plusmarca mundial pero por el medio centenar de personas que acabaron con las manos abrasadas. Y tras la legionela, el sórdido 1996 se cerró en los primeros días de diciembre con el <b>incendio del oleoducto</b> junto a la antigua nacional: una excavadora pinchó por error la conducción subterránea que atraviesa Alcalá de extremo a extremo y la explosión provocó primero la muerte del conductor y después una colosal columna de fuego y humo que duró horas.</p><p>Ese siniestro marcó el pico más alto del cortejo de desgracias en aquella turbulenta recta final de siglo y milenio para Alcalá, acrecentada además por la inestabilidad política del gobierno municipal bisoño y en minoría de <b>Bartolomé González </b>y el quebranto social y económico por la sangría imparable del cierre de empresas que puso la puntilla a la ciudad industrial. </p><p>Por suerte, los largos brazos de la historia y la cultura acudieron una vez más al rescate y solaparon aquella amargura crepuscular y milenarista con la modesta pero ilusionante celebración a lo largo de 1997 del <b>450 aniversario del nacimiento de Cervantes</b>, del que se borró el Ministerio de Educación y Cultura en manos, casualmente, de la ínclita<b> Esperanza Aguirre</b>; y, sobre todo, con la puesta en marcha del proyecto de la declaración de<b> Patrimonio de la Humanidad</b>, culminada con éxito el 2 de diciembre de 1998, el mejor regalo imaginable para iluminar la entrada en el siglo XXI y alentar las mejores esperanzas de futuro.</p><p>En aquellos días felices logró esfumarse el oscuro recuerdo de la <b>tragedia</b> que había tenido postrada a la ciudad dos años antes. Y si Defoe se lamentaba en su Diario de que, en su tiempo, se careciera de “periódicos impresos para divulgar rumores y noticias de los hechos, o para embellecerlos por obra de la imaginación humana”; en el año de la legionela podría decirse lo mismo de la falta de la telefonía móvil, los chats y <b>redes sociales</b>. Pero visto lo que se ve ahora, más bien hay que felicitarse por ello, pues ese ruido infernal hubiera hecho aún más insoportable el condenado año de la otra plaga.</p><p><br /></p>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-76581129931360792932020-07-30T18:27:00.008+02:002020-07-30T18:51:54.513+02:00La Cisneriana que no pudo ser<div>Además de las muchas reinvenciones y cambios que ha experimentado<b> Alcalá de Henares </b>a lo largo de la historia, casi siempre a la fuerza y por las bravas, en el camino quedaron un buen puñado de reformas ambiciosas y radicales. Una de ellas fue la que propuso el célebre arquitecto<b> Ventura Rodríguez</b> para renovar y revitalizar la decadente Cisneriana de la segunda mitad del XVIII y que nunca llegó a materializarse. Se perdió así un monumental edificio neoclásico en la<b> plaza de Cervantes</b> que, eso sí, habría acabado con la actual <b>Capilla de San Ildefonso y el Casino,</b> entre otros edificios señeros.</div><div><br /></div><div><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT_uNUZrCYxI3OY35UquI_sMs2APMPMJlGKtcwva4xwKhA7JXkXY4_Ayu1oKB1rGowmiQ9ytt7FdQ0yD9btCh5WH9KulCQ4DjENB2WAQpWuQRjgb3JbP9KhEFTR3kepOH8xu9n6R6j7I4/s640/Cisneriana+Ventura+Rodriguez.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="435" data-original-width="640" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT_uNUZrCYxI3OY35UquI_sMs2APMPMJlGKtcwva4xwKhA7JXkXY4_Ayu1oKB1rGowmiQ9ytt7FdQ0yD9btCh5WH9KulCQ4DjENB2WAQpWuQRjgb3JbP9KhEFTR3kepOH8xu9n6R6j7I4/w410-h280/Cisneriana+Ventura+Rodriguez.jpg" width="410" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /><i><span style="font-size: small;">Aspecto de la fachada que Ventura Rodríguez diseñó en 1762 para el ala oeste de la Manzana Cisneriana. (Archivo y Biblioteca de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid) </span></i></td></tr></tbody></table><div><br /><br /></div><div>En la Biblioteca de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid se conservan los planos que dibujó el arquitecto de <b>Ciempozuelos</b> hace 250 años, cuando la vieja Academia de Cisneros languidecía con unos pocos centenares de alumnos y un plan de estudios que los ilustrados de la época rechazaban por anticuado.</div><div><br /></div><div>No obstante, las autoridades de la época, guiadas por el espíritu de las luces que recorría la Europa de la <b>Ilustración</b>, trataron de modernizar la institución complutense, que, aunque vetusta, acartonada y cada vez más inhóspita y desolada, seguía siendo un referente de la cultura española. Y de aquel intento frustrado por renovar el<b> Colegio Mayor de San Ildefonso</b>, <i>alma mater</i> de la Universidad, han quedado estos curiosos bocetos que eran prácticamente inéditos hasta que fueron expuestos en la ya histórica muestra <b>'Alcalá, una ciudad en la historia'</b>, organizado por la Comunidad de Madrid en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.</div><div><br /></div><div>Otros estudios recientes, como <b><a href="http://oa.upm.es/46977/1/TFG_Asensio_Rodr%C3%ADguez_Ana.pdf">uno muy completo de Ana Asensio Rodríguez</a>,</b> han ahondado en el trabajo que en <b>1762</b> llevó a cabo por encargo Ventura Rodríguez (1717-1785), toda una gloria de la arquitectura española, autor de la capilla del<b> Palacio Real de Madrid</b>, del Transparente de la Catedral de Cuenca o de la reforma de la <b>Basílica del Pilar de Zaragoza</b>.</div><div><br /></div><div>El arquitecto decidió centrar su trabajo en la esquina noroeste de la Manzana Cisneriana, es decir, la enmarcada por la <b>calle Pedro Gumiel</b>, con el desaparecido arco universitario, y la<b> plaza de Cervantes</b>, entonces plaza del Mercado. Esa zona estaba compuesta por distintos pequeños edificios que daban servicio al colegio, como la la cárcel de estudiantes, la enfermería, la sacristía o la histórica <b>Capilla de San Ildefonso</b>.</div><div><br /></div><div><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0R9ByXBtQPhjcRzc7pK0rbiF_OnhBDqYS8eI3nTf6Z0_-c3DGHHMLEUSRmWzxTfpzQ8bcHtSeUjmdSxgJuhX8NEDu6KAHBr7GmyxkdB6jMrImqlOb1qmX5TtStJdJmVxm64gl-kimZ40/s2750/arco.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1144" data-original-width="2750" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0R9ByXBtQPhjcRzc7pK0rbiF_OnhBDqYS8eI3nTf6Z0_-c3DGHHMLEUSRmWzxTfpzQ8bcHtSeUjmdSxgJuhX8NEDu6KAHBr7GmyxkdB6jMrImqlOb1qmX5TtStJdJmVxm64gl-kimZ40/w500-h208/arco.jpg" width="500" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /><span style="font-size: small;"><i>Dibujo del Arco Universitario de la calle Pedro Gumiel hoy desaparecido, obra de Valentín Carderera y Solano en 1846. (Colección de la Fundación Lázaro Galdiano)</i></span></td></tr></tbody></table><div><br /><br /></div><div>Para reemplazar ese conjunto, Rodríguez diseñó un gran edificio que rompía todos los esquemas arquitectónicos imperantes hasta entonces Alcalá. Así, los planos muestran una construcción presidida por una iglesia con un espectacular pórtico <b>tetrástilo</b> [con cuatro enormes columnas] de estilo corintio, con frontón y ático, y el remate de una vistosa cúpula rebajada. La planta de esta iglesia era centralizada y en ella destacaba un alargado presbiterio que conectaba con la crujía oriental del<b> Colegio de San Ildefonso.</b></div><div><br /></div><div>Dos grandes patios flanqueaban esta iglesia y en torno a ella se disponían nuevas dependencias de servicio, así como <b>alojamientos</b> de estudiantes más amplios y funcionales, que aumentaban asimismo la capacidad del colegio.</div><div><br /></div><div>Con este rompedor diseño, la iglesia ofrecía su espectacular fachada a la plaza del Mercado, como complemento a la histórica fachada de <b>Gil de Hontañón en la Plaza de San Diego</b> y dando visibilidad a la Universidad desde el espacio más amplio y concurrido de la ciudad. </div><div><br /></div><div>Esta 'otra' Cisneriana, a costa, eso sí, de la centenaria capilla de San Ildefonso, hubiera prestado una renovada al corazón de Alcalá. Pero la falta de dinero y, sobre todo, de la voluntad entre los gobernantes del momento, la convirtió en una <b>arquitectura imposible</b>.</div><div><br /></div><div>Los malos tiempos, en fin, no son exclusivos del presente. Y para nuestra Universidad, aquellos fueron la víspera de los peores; los de su <b>expolio</b> y su cerrojazo durante cerca de 150 años.</div><div><br /></div>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-67589109127319276202020-06-30T14:18:00.004+02:002020-06-30T17:04:59.617+02:00El bourbon de Azaña, la borrachera cervantina del alcalde de Madrid y el chispazo del alcalde de AlcaláPara las viejas ciudades casi todo es viejo bajo el sol. No así para sus habitantes, que suelen volverse desmemoriados. Sobre todo con aquello que resulta funesto y desagradable. Se tratará, lo más seguro, de un mecanismo de autodefensa superviviente, aunque resulte doblemente doloroso para los que se llevaron la peor parte y cargan con el sufrimiento que provocaron el azar o la negligencia ante la indiferencia del resto. La vida sigue, claro, pero nunca sigue igual.<b> Alcalá de Henares</b> saca ahora la cabeza de un episodio oscuro que se ha llevado por delante la vida de varios centenares de paisanos y ha tenido a otros miles postrados por la enfermedad. Algún día deberá saberse con certeza por qué aquí ha arrasado esta peste con mayor letalidad que en otros lugares. Pero hasta entonces, y por un sentido elemental de fraternidad, convendría no olvidar lo pasado y padecido. A la tercera debería ir la vencida en este cívico aprendizaje, porque de la devastadora epidemia de <b>legionella</b> de hace 25 años ya casi nadie se acuerda y el zarpazo terrorista del <b>11-M </b>de 2004 empieza a desvanecerse entre vapores de olvido.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaeNZS1zPYxG16vWNQRBdc4H4uwCSQMVPs1Iy5ZJNoyZHWKJPmXh_670mxk_YE3CqcLGZl3M5y-4PvW7ZY7YsvguRWT-VEJCwmyxN03c54B7HOw-lJuq5-GCaCOKyhVLYG5bycSv0WhpU/s1600/Quijote+odres.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1020" data-original-width="1000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaeNZS1zPYxG16vWNQRBdc4H4uwCSQMVPs1Iy5ZJNoyZHWKJPmXh_670mxk_YE3CqcLGZl3M5y-4PvW7ZY7YsvguRWT-VEJCwmyxN03c54B7HOw-lJuq5-GCaCOKyhVLYG5bycSv0WhpU/s400/Quijote+odres.jpg" width="391" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Don Quijote alancea los odres de vino, en un grabado de una edición francesa del Quijote de 1850 </i><br />
<i>(Banco de Imágenes del Quijote. www.qbi2005.com)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Centrados en el fragor y los traspiés de la <b>desescalada</b> por esta terrible pandemia, y mezclada con el latigazo más irracional de la ola <b>antirracista</b> que ha sacudido el mundo tras el asesinato de <b>George Floyd</b>, afloró fugazmente una curiosa noticia fechada y emplazada en Estados Unidos que, de una manera un tanto disparatada, demostró cómo este rincón del Henares forma parte de los caminos de la historia.<br />
<br />
Y es que durante el traslado de la estatua del presidente confederado <b>Jefferson Davis del capitolio de Kentucky</b> a un parque púbico, en el interior de la peana aparecieron una botella de <i>bourbon</i> de una famosa destilería local, una nota manuscrita cuyo contenido no ha trascendido y un ejemplar del periódico <i>The State Journal</i> del 20 de octubre de 1936 con el siguiente titular a cinco columnas: “Azaña moves to Barcelona”; o sea, <b>“Azaña se va a Barcelona”.</b> Se alude en la noticia a la salida del escritor y estadista complutense de Madrid para evacuar de urgencia la presidencia y el gobierno de la <b>República</b> a la Ciudad Condal en los primeros compases de la <b>Guerra Civil.</b><br />
<br />
Qué se le podía haber perdido a Azaña en Kentucky para que un periódico local le diera tanta importancia es uno de los muchos misterios de esta alocada historia, aunque lo primero en desentrañarse debería ser la razón de ser de esa botella que se supone vacía. ¿Se la bebieron a la salud del presidente confederado, un icono del sur esclavista, metido ahora en el mismo saco de odio donde ya están <b>Escarlata O’Hara, Reth Butler</b> y el espíritu de los Doce Robles? ¿O acaso brindaron con ella por la suerte del presidente alcalaíno algunos simpatizantes norteamericanos de la causa republicana que formaron parte de las <b>Brigadas Internacionales</b>?<br />
<br />
Se da la circunstancia curiosa, o caprichosa, de que en Estados Unidos se organizó un batallón que tomó el nombre de otro presidente, <b>Abraham Lincoln</b>, natural también de Kentucky. Ganó la Guerra Civil a diferencia de Azaña, pero tuvo un final tan trágico como el de la calle de la Imagen. Puede que alguno de los miembros del <b>Batallón Lincoln</b> alcanzaran a ponderar sus vidas paralelas cuando acamparon en Alcalá y desfilaron por nuestra calle Mayor en 1937, con el andar animoso y la ancha sonrisa del exótico “camarada negro” <b>Doug Roach </b>en la vanguardia, probablemente el primero de su raza que vieron en su vida muchos asombrados alcalaínos de entonces. Y puestos a imaginar, es posible que algunos de aquellos briosos brigadistas fuera el que descorchara la botella.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2zVFKo2tBEEOKWnQC6AIuHxA5msVCw8qWxXM0BaHaUKp4Tn0jEthRviwrdsyr_KGCKLs9ciIXdq9JWkMLj_Z-fpRIEkQOdhSJmBvwHMQP9yLnLjcyxQoABmideAVRVC07hzQXfLMcmwI/s1600/batallon+lincoln.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="558" data-original-width="992" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2zVFKo2tBEEOKWnQC6AIuHxA5msVCw8qWxXM0BaHaUKp4Tn0jEthRviwrdsyr_KGCKLs9ciIXdq9JWkMLj_Z-fpRIEkQOdhSJmBvwHMQP9yLnLjcyxQoABmideAVRVC07hzQXfLMcmwI/s400/batallon+lincoln.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Integrantes del Batallón Lincoln (DMAX)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Cosas más extrañas y crípticas han dejado estas cápsulas del tiempo improvisadas. Porque las que se organizan de manera oficial, con toda su pompa y circunstancia, suelen estar más pensadas. Aunque también dejan sus sorpresas, como las que quedaron encerradas en <b>1834</b> en la caja alojada bajo la <b>estatua de Cervantes </b>de la madrileña plaza de las Cortes, frente al<b> Congreso de los Diputados.</b><br />
<br />
En diciembre de <b>2009</b>, durante unas obras de remodelación de este espacio urbano, se levantó la estatua y bajo su pedestal se halló un bloque de piedra que, tras ser examinado, se descubrió que contenía en su interior un cajón de madera. Éste a su vez, y en plan <b>Matrioska</b>, guardaba una caja de plomo del tamaño de una caja de zapatos, que abierta en una delicada operación con soplete dejó a la luz una urna de vidrio repleta de documentos cuidadosamente colocados. No había memoria de aquella cápsula del tiempo y fue trasladada al <b>Museo Arqueológico Regional de Alcalá </b>para ser custodiada e investigada. Su apertura, en las vísperas de la Navidad, fue todo un acontecimiento, con presencia de numerosa prensa nacional e internacional, como nunca se ha visto en el museo de la <b>plaza de las Bernardas</b>.<br />
<br />
La caja contenía, entre otros elementos, dos valiosos <b>Quijotes</b> de principios del XIX pero, sobre todo, una cuidada selección de documentos que la convirtieron en el auténtico <b>cofre del tesoro de los liberales </b>que en aquel entonces luchaban por una España “despertada” una vez desaparecido el <b>absolutista Fernando VII</b>. Así, además de monedas que ensalzaban el espíritu de la <b>Constitución de 1812 </b>y retratos de la <b>regente María Cristina </b>y de la <b>reina niña Isabel</b>, se alojaron textos legales tan significativos como el de la derogación de la <b>Ley Sálica</b>, que permitió reinar a mujeres, y el de la exclusión de<b> Carlos María Isidro</b> y toda su estirpe en la línea sucesoria, lo que dio lugar a las <b>Guerras Carlistas</b>, un enfrentamiento fratricida que desangró a España durante el resto del siglo.<br />
<br />
Lo que no es tan conocido es que esta cápsula del tiempo tuvo una segunda apertura mucha más discreta en el laboratorio del museo algo más de un mes después de su tumultuosa presentación. El motivo para demorar esta segunda <b>operación</b> secreta fue neutralizar el último recurso que emplearon sus promotores allá por 1834 para asegurarse de que su contenido llegara intacto al futuro, cualquiera que fuera su lejanía.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw3PPt_jMJkeyLBI5g5YYdX2On04lYDpsWGye6B6_WRDut2qZKzqySJk5Kwy39odErNzFACsdQrUJme3_S4utzHYETH3lDW8JvCwsPkur9p6UDYIfdUd0SxMm45IYRFn4_1ukObFrOEtc/s1600/Capsula-del-tiempo-hallada-en-Plaza-de-las-Cortes+Mario+Torquemada%252C+Museo+Arqueol%25C3%25B3gico+Regional.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="421" data-original-width="640" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw3PPt_jMJkeyLBI5g5YYdX2On04lYDpsWGye6B6_WRDut2qZKzqySJk5Kwy39odErNzFACsdQrUJme3_S4utzHYETH3lDW8JvCwsPkur9p6UDYIfdUd0SxMm45IYRFn4_1ukObFrOEtc/s400/Capsula-del-tiempo-hallada-en-Plaza-de-las-Cortes+Mario+Torquemada%252C+Museo+Arqueol%25C3%25B3gico+Regional.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto de la urna de vidrio y su contenido en la cápsula del tiempo de la estatua de Cervantes <br />(Mario Torquemada. Museo Arqueológico Regional)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Así, al abrirla la primera vez los técnicos comprobaron que todos los documentos y libros estaban embadurnados con una sustancia de fortísimo olor, parecido al <b>benzeno</b>, con la idea de protegerlos de la acción de los insectos. Sus efluvios eran insoportables, de modo que esperaron unas semanas a que se ventilaran y se secaran. Y una tarde de finales de enero de 2010, ante un reducidísimo grupo de representantes políticos, periodistas e historiadores invitados por el jefe de la casa, el <b>director Enrique Baquedano</b>, se procedió a desempaquetar, desenrollar y hojear todos los documentos. Fue ahí donde se empezó a apreciar de verdad el valor histórico de lo cobijado en aquella caja, una auténtica ‘hoja de ruta’ del XIX que posteriormente fue <b><a href="http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM010610.pdf">objeto de una sesuda investigación histórica </a></b>y una breve exposición en la sede del Gobierno regional.<br />
<br />
Aquella tarde, sin embargo, mientras los presentes examinaban embelesados los libros, los papeles y las monedas, conservados como si aquella misma mañana hubieran sido depositados en la caja y no 175 años antes, nadie se percató de que los vapores de aquel desconocido <b>ungüento</b> insecticida aún seguían actuando. Y todos acabaron con un importante mareo. Hasta el punto de que se recomendó aligerar la reunión y salir al bello claustro del museo a tomar el aire.<br />
<br />
Uno de los que sufrieron aquella <b>borrachera</b> a la salud de Cervantes fue el director general de Patrimonio Histórico entonces y hoy alcalde de Madrid, <b>José Luis Martínez-Almeida</b>. Seguro que no olvidará aquella tarde. Ni el dolor de cabeza con el que se fue a la cama, como le sucedió al resto de testigos de aquella segunda apertura del tesoro.<br />
<br />
Son los riesgos de querer conocer los secretos que se confían a los grandes nombres de nuestra historia. Aunque también es cierto que no siempre están a la altura de la <b>curiosidad</b> despertada.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijRxCwfU-WwBk-srPlmAHjIDQiXZwsCB_reKG1Zm-xUoW5DKodUHnbBstLk3lymJC5cpfBtQ0vwFEP3C7VR3Iu1I7vBJ4qs_geckdppmxXxXUALhQBo9yeC9A-qTKtsaTAvt9MEHva0Xw/s1600/Capilla-de-San-Ildefonso.-U.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="461" data-original-width="615" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijRxCwfU-WwBk-srPlmAHjIDQiXZwsCB_reKG1Zm-xUoW5DKodUHnbBstLk3lymJC5cpfBtQ0vwFEP3C7VR3Iu1I7vBJ4qs_geckdppmxXxXUALhQBo9yeC9A-qTKtsaTAvt9MEHva0Xw/s400/Capilla-de-San-Ildefonso.-U.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>El sepulcro de Cisneros en la Capilla de San Ildefonso (foto: patrimonioactual.com)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Que se lo digan si no a aquel <b>alcalde</b> complutense que, según se cuenta, quiso saber qué escondía el interior del suntuoso sepulcro del<b> Cardenal Cisneros</b> que preside la cabecera de la<b> Capilla Universitaria de San Ildefonso</b>, toda vez que sus restos mortales están en la<b> Catedral Magistral,</b> y circulaban los rumores más peregrinos al respecto. Las obras de remozamiento de la capilla ofrecieron la ocasión de satisfacer su interés: levantado el suntuoso mausoleo de mármol de <b>Carrara</b>, en el cajón interior se halló un vulgar equipo eléctrico instalado allí en su momento para suministrar, al parecer, luz al altar.<br />
<br />
Una cutrez, visto todo lo visto. Pero objetivamente nadie podrá discutirle a los<b> prebostes alcalaínos </b>su empeño en usar el rico pasado para tratar de iluminar las muchas oscuridades que nos atormentan en el presente.<br />
<div>
<br /></div>
Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-66858377874697923352020-02-19T16:26:00.000+01:002020-02-21T11:13:19.713+01:00La puerta secreta a la Edad MediaArrinconado entre el legendario <b>Complutum hispanorromano</b> y los fulgores de la <b><i>civitas</i> renacentista y barroca,</b> languidece el Alcalá medieval. Y no será por falta de historia e historias en el millar de años que van desde la aparición del poblado que se abrazó al <b>Martyrium</b> de Justo y Pastor hasta la villa gobernada por los poderosos <b>arzobispos de Toledo</b>, anfitriones a su vez de los <b>reyes de Castilla,</b> con privilegio de "Cuarto real" en el palacio. De hecho, la ciudad que hoy conocemos se forjó en aquel largo espacio de tiempo; en su traza, marcada entonces por las barriadas de las tres comunidades que a duras penas convivían, y hasta en su nombre, derivado del <a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2018/02/erase-una-vez-un-castillo-sobre-el-rio.html">castillo musulmán asomado al río desde los cerros</a>. Y pese a todo, su presencia pasa desapercibida. Como suele ocurrir en Alcalá con el pasado, escaso de monumentalidad pero prolífico en narrativa, hay que salir al encuentro de sus huellas. Y en este caso, nos topamos con una puerta, la única que se conserva de la muralla medieval y que, con más pena y ruinas que gloria, se mantiene en pie a tiro de piedra del Campo Laudable, en pleno corazón de la ciudad. A vista de todos pero del todo casi invisible. Muy alcalaíno también.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VW63G1cZBIvnpxNqasyXcL4eAVTIUW-UT5X-TzR_pNciKQhIa-jiIow-qU5z0bwbfcV4X8Vvrc1l3GgNjAF2v6kCNX3mSXo6jNKpLHGpcfvx6H7LsaHkx-UtnQ0cZxVzpVItJShSWpI/s1600/IMG_20200218_115213.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0VW63G1cZBIvnpxNqasyXcL4eAVTIUW-UT5X-TzR_pNciKQhIa-jiIow-qU5z0bwbfcV4X8Vvrc1l3GgNjAF2v6kCNX3mSXo6jNKpLHGpcfvx6H7LsaHkx-UtnQ0cZxVzpVItJShSWpI/s400/IMG_20200218_115213.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto que presenta en la actualidad la Puerta de Burgos.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
La conocida como <b>Puerta de Burgos</b> es, probablemente, la construcción más antigua que existe en el centro de Alcalá, con cerca de 800 años haciendo sombra. Una torre cuadrada la esconde del río de coches y del trasiego de paisanos que transitan por la Vía Complutense y el vecino <b>parque O'Donnell</b>. Pero nada más cruzar la verja que da al jardín de la sede de Cáritas y las espaldas del Arzobispal, girando la vista a la izquierda, está la puerta, con su arco apuntado de ladrillo, sus masas de mampostería, sus franjas de tapial y un grueso contrafuerte de hormigón que la sostiene.<br />
<br />
Se le dio tal nombre porque se abría al norte, al camino de Talamanca, vía de comunicación con Segovia y Burgos. Se edificó por primera vez a comienzos del siglo XIII, cuando el arzobispo <b>Ximénez de Rada</b> llevó a cabo el amurallamiento de toda la villa, a partir de la fortaleza que luego se convirtió en el suntuoso y malogrado palacio al que <a href="http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=MUSE_Actividad_FA&cid=1354803489359&language=es&pageid=1161326540454&pagename=Museos%2FMUSE_Actividad_FA%2FMUSE_actividad">el Museo Arqueológico dedica una espléndida exposición en estos momentos</a>.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg208VL_E0vBCoDcCnRic3-wyta9FfZpA9Bd-g1gdyvcK9HIkz7N_RpupT-e34uXd5My6hj3_vtFMXv8g-x1tmDdv5ixNw31_qUEbnHgBLmqdPEo-S7IKyMgVbhjjiQQPmRMPzKKGfmOU0/s1600/Wyngaerde.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="623" data-original-width="1600" height="155" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg208VL_E0vBCoDcCnRic3-wyta9FfZpA9Bd-g1gdyvcK9HIkz7N_RpupT-e34uXd5My6hj3_vtFMXv8g-x1tmDdv5ixNw31_qUEbnHgBLmqdPEo-S7IKyMgVbhjjiQQPmRMPzKKGfmOU0/s400/Wyngaerde.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Vista de Alcalá pintada por Anton van Wyngaerde en 1565. A la izquierda se puede reconocer el torreón de la Puerta de Burgos.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Posteriormente, a finales del siglo XIV, se reedificó como el <b>torreón-puerta </b>que ha llegado hasta nuestros días, y en el siglo XV se adosó el arco apuntado para fortalecer y ampliar la zona cubierta de la puerta. Otras mejoras en el siglo siguiente permitieron que se habilitara una estancia en el piso superior que todavía existe. Y durante casi tres siglos, los alcalaínos y visitantes usaron esta puerta cuyas grandes hojas de madera se cerraban por las noches.<br />
<br />
A principios del siglo XVII, el <b>cardenal Sandoval y Rojas </b>mandó construir el <b>monasterio de San Bernardo</b> y la puerta quedó encerrada dentro de su recinto, en concreto junto a la huerta. El acceso norte se desplazó unos metros, abriéndose una puerta más pequeña, el arco de San Bernardo que conocemos y usamos en el presente.<br />
<br />
De los muchos acontecimientos de los que ha sido testigo la vieja puerta quizá el más conocido por su difusión en las guías turísticas es la muerte de uno de esos reyes castellanos que desde <b>Fernando III el Santo</b> se aprovecharon de la hospitalidad de los arzobispos alojándose en el palacio-fortaleza. Fue, en concreto, Juan I, que en la mañana del 9 de octubre e 1390 salió a caballo por la puerta junto a una comitiva de caballeros para participar en una demostración ecuestre y un mal paso de la montura provocó que cayera violentamente al suelo, perdiendo la vida en el acto.<br />
<br />
Mucho más cercano en el tiempo, en las Navidades de 2005, se volvió a saber de la puerta, desgraciadamente, tras sufrir un <b>derrumbamiento</b>. El arco interior se desmoronó y estuvo a punto de echar abajo medio torreón. Tras un apuntalamiento de urgencia, cuatro años después la<b> Diócesis de Alcalá</b> acometió unas laboriosas tareas de reconstrucción, cuyos detalles aún se pueden consultar en un cartelón desteñido por el sol y el óxido.<br />
<br />
Una valla metálica impide acercarse a la puerta, que tras aquellas obras de recuperación desarrolladas entre 2009 y 2010 dejaron pendiente un estudio arqueológico más detallado. Por ejemplo, falta saber qué uso fiscal pudo tener, aparte del defensivo; o qué relación mantuvo con el <b>barrio morisco</b> que existía en el lugar antes de que fuera demolido para levantar encima el convento. A éste, no obstante, le debe la puerta que haya llegado hasta nuestros días, protegida de usos, descuidos y piquetas. Aunque el precio que haya tenido que pagar este modesto fósil arquitectónico es el desconocimiento general.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp5UYifKIXN8RNYbygZDw9hTgza2qogCkaBqgQLoqJNWGNI_R6AgHZ_ljXb1V3JTScmWbMb0Y0StRUJv2OF5R5cuUH6dOBtiOCraMby4e8-nU7FrtzPgdaPNzWSTge0PBgePYDTgqYVuY/s1600/IMG_20200218_115128.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp5UYifKIXN8RNYbygZDw9hTgza2qogCkaBqgQLoqJNWGNI_R6AgHZ_ljXb1V3JTScmWbMb0Y0StRUJv2OF5R5cuUH6dOBtiOCraMby4e8-nU7FrtzPgdaPNzWSTge0PBgePYDTgqYVuY/s400/IMG_20200218_115128.jpg" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Detalle del arco por el que se accede a la puerta.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
En su momento, tras las citadas reparaciones de hace una década, desde el Ayuntamiento se especuló incluso con la idea de desarrollar un<b> proyecto museístico</b> en el torreón, usando la sala superior, e integrar el conjunto en el circuito turístico de la ciudad. Pero a la vista está que no ha habido muchos avances.<br />
<br />
La Puerta de Burgos, en fin, puede llegar a ser la mejor entrada, material y figurada, para conocer como es debido el fascinante <b>Alcalá medieval</b>, más allá del interés de los especialistas. En el entretanto, casi lo mejor que puede pasarle es que siga siendo secreta.<br />
<br />
<br />Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-65053568816327053182019-07-02T12:48:00.004+02:002019-07-02T20:59:38.768+02:00Teatro para románticos y sementales<b>Alcalá de Henares lleva el teatro en las piedras. </b>Suena a eslogan pedante pero es una verdad verdadera a prueba de maltratos institucionales e indiferencia vecinal. El festival <a href="http://www.clasicosenalcala.net/2019/home/"><b>Clásicos en Alcalá,</b></a> que ha llegado milagrosamente a su edición número 19, da el más fiel y estimulante testimonio de ello.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4oxrLlFGsNo201gEQPcbrzBQMo2JXxkkbkoTKys2afx8OzrFPtmaM7pW-C5NdlyXkDPaMWa6deFRrSeyJO3hSiPS2x0wyiL1ewr26XYALhEeqq_n_677ZI1Vgwsx_aNHEq0zM3m24qCo/s1600/Sue%25C3%25B1o+de+una+npche+de+verano.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="960" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4oxrLlFGsNo201gEQPcbrzBQMo2JXxkkbkoTKys2afx8OzrFPtmaM7pW-C5NdlyXkDPaMWa6deFRrSeyJO3hSiPS2x0wyiL1ewr26XYALhEeqq_n_677ZI1Vgwsx_aNHEq0zM3m24qCo/s400/Sue%25C3%25B1o+de+una+npche+de+verano.jpg" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Detalle del vestuario y la escenografía de 'El sueño de una noche de verano' en la versión escrita por Eduardo Mendoza y dirigida por Miguel Narros, que pudo verse en El Picadero de Sementales en el festival Clásicos en Alcalá de 2003 (Foto: Producciones D'Odorico)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Entre el sinfín de virtudes que cabe atribuir a un acontecimiento como la muestra alcalaína, una de las más placenteras es su capacidad para improvisar teatros en<a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2017/05/la-ciudad-del-teatro-en-un-teatro-de.html"><b> muchos rincones señeros de la ciudad.</b></a> Algunos forman parte de <b>espacios conocidos y transitados</b>. Otros, por el contrario, son ignorados por la mayoría, de tal suerte que la presencia de los espectáculos del festival permite descubrirlos y darles el reconocimiento que se merecen.<br />
<br />
Algo así sucede en esta edición de Clásicos con el patio que conecta la<b> plaza de Cervantes </b>y el <b>patio de Filósofos de la Cisneriana</b>, uno más de esos recodos del corazón de la ciudad por los que casi cualquier día del año se puede pasar y detenerse pero que ahora cobra un encanto espacial transfigurado en alojamiento escénico.<br />
<br />
"<b>Plaza de Cervantes 10"</b>, la denominación funcional pero no demasiado sugerente con la que figura en los programas de mano, ha entrado a formar parte, por tanto, del mapa de escenarios insólitos que viene levantando el festival casi desde sus inicios,<b> aprovechando patios, plazas y decorados de auténtico ladrillo barroco</b>. Bien es verdad que ha habido ediciones mucho más arriesgadas en este terreno. E incluso a comienzos de esta década se convocó una especie de <b>concurso abierto a estudiantes de arquitectura</b>, escenografía y dramaturgia para transformar claustros, estancias y edificios del Alcalá antiguo en teatros de urgencia. Pero no debió prosperar porque públicamente al menos no se dio cuenta de los resultados.<br />
<br />
En esta edición se ha decidido ir a lo seguro. Acaso por las premuras de tiempo tras la llegada del tándem formado por <b>Ernesto Arias y Darío Facal</b> a la dirección del festival apenas unas semanas antes de levantar los telones. Porque ya están más que asumidas la inconstancia y la discontinuidad en la organización de este evento a lo largo del año, aunque acumule casi dos décadas de trayectoria y en el empeño vaya una cuantiosa inversión de dinero público de la<b> Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento</b>. También -o sobre todo- en esto, como en tantas otras materias de la cosa pública complutense, no se estila el criterio, la planificación y el consenso a largo plazo.<br />
<br />
A pesar de todos los pesares, se cuenta ya con un buen puñado de <b>experiencias</b>, algunas espectaculares, otras fallidas y unas pocas tan atractivas como tremendamente osadas. A este último grupo pertenecen las aventuras que se perpetraron en el<b> viejo cuartel de Caballería y depósito de Sementales y en el recoleto jardín interior de la Facultad de Económicas.</b><br />
<span id="goog_59556254"></span><span id="goog_59556255"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNcQ8lvo10o4B8K8sA3dt2VLdPC3Kg8W44bwn1074l-aYc-YPYVah3R2RbtQnqjafetp4ehKZnFMr_MTGzuTQfB5tbBktQjxX5203_0-MhdnlpTesHjqFWlaNt8AH_r1tnaHcVmbGhp7M/s1600/Santiago_en_Picadero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="292" data-original-width="400" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNcQ8lvo10o4B8K8sA3dt2VLdPC3Kg8W44bwn1074l-aYc-YPYVah3R2RbtQnqjafetp4ehKZnFMr_MTGzuTQfB5tbBktQjxX5203_0-MhdnlpTesHjqFWlaNt8AH_r1tnaHcVmbGhp7M/s320/Santiago_en_Picadero.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij8xIIbmroyblwOI5_5crio8Ngg0C0zG49cPdfeAlhGcCgAweDDWGs5WazxsmV5E17WedeHQeQAq8t7xydaUuH0TTgNkJa_L_GoH548M1fFR-q1P3WW-G8Mo1s2mk5QImtfuhpGJPnhDs/s1600/Aguada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="237" data-original-width="400" height="189" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEij8xIIbmroyblwOI5_5crio8Ngg0C0zG49cPdfeAlhGcCgAweDDWGs5WazxsmV5E17WedeHQeQAq8t7xydaUuH0TTgNkJa_L_GoH548M1fFR-q1P3WW-G8Mo1s2mk5QImtfuhpGJPnhDs/s320/Aguada.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>El Picadero y El Abrevadero, a comienzos de los años 80, mucho antes de uso como espacios escénicos. Arriba, durante la celebración del Día de Santiago (Foto: Ministerio de Defensa)</i></td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
El <b>destartalado caserón de la calle Empecinado</b>, fruto de la desfiguración del primitivo <b>Convento de Mercedarios Descalzos </b>de la segunda mitad del siglo XVII para transformarlo en un recinto más de la ciudad cuartel que emergió en el siglo XIX, se convirtió en 2003 en una de las sedes más disparatadas de la historia del festival, bajo la dirección aquel año de <b>María Ruiz</b>.<br />
<br />
Cierto es que el conjunto de naves, estancias y patios que se apelotonan en el complejo venían acogiendo desde hacía años, además de almacenes y oficinas municipales -las de la liquidada <b>Fundación Colegio del Rey y el Centro Asesor de la Mujer</b>-, ensayos de teatro y música, además de <b>rodajes de películas y series de televisión</b>. Pero convertirlo casi de un día para otro en un auditorio cómodo y seguro resultó ser un salto demasiado grande.<br />
<br />
En aquel mes de junio que tuvo de marco un cambio de gobierno en el Ayuntamiento -el retorno de <b>Bartolomé González y el PP </b>al Gobierno municipal y la consecuente salida del<b> alcalde Peinado y la coalición de izquierdas del PSOE e IU-</b>, Sementales fue uno de los enclaves estrella con dos espacios diferenciados pero igual de 'gamberros' en el equívoco juego de palabras con las añejas denominaciones del lugar dedicado a la cría caballar.<br />
<br />
Se dispuso, así, de <b>El Abrevadero</b>, ubicado en el patio donde los animales hacían las aguadas, para las noches golfas de conciertos, alterne y copas del festival. Y para las funciones de teatro se estrenó <b>El Picadero</b>, la sala de adiestramiento de las monturas emplazada en la vieja iglesia conventual.<br />
<br />
El experimento <i>underground</i> en este último espacio, no obstante, pudo acabar de manera trágica, pues la espaciosa pero claustrofóbica caja de la vetusta capilla estaba muy lejos de ser un antro apto para acoger espectáculos. Se programaron en ella, sin embargo, dos de los 'platos fuertes' del festival:<i> París 1940</i> del gran <b>Flotats</b> y<i> El sueño de una noche de verano,</i> en la suntuosa producción de <b>Andrea D'Odorico </b>con la versión de <b>Eduardo Mendoza</b>, la dirección de<b> Miguel Narros</b> y un cuidado reparto encabezado por <b>Verónica Forqué</b>. Y los llenazos devinieron en un infeliz suplicio para actores y público, por el calor insoportable, la pésima acústica y el incómodo acceso a la platea de aquel primitivo templo reconvertido en picadero que había acabado en ratonera humana.<br />
<br />
Entonces se dio por bien empleado el sacrificio, o más exactamente la <b>temeridad</b>, porque existía un vago acuerdo institucional en rehabilitar el el ajado cuartel para hacer de él un gran centro cultural. El Ejecutivo local recién constituido anunció incluso la organización de <b>un concurso de ideas </b>para acondicionar el recinto y se calculó en <b>15 millones de euros </b>la inversión necesaria para destinarlo a auditorio y salas de exposiciones y eventos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOwWaPvfF2hw6dBnAQSuHAIOtm_dXmq4s9MKgHkCAnAj4B1x8P16aZME0DBtD1j24jtcPOt4N9g7bgWDDFDE_mE4M4CzH6AqFNhsgnRUleEZNk9uuIelmezAW7WJwfsyb8aZq1DAUvSEA/s1600/Paseo+rom%25C3%25A1ntico.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="631" data-original-width="950" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOwWaPvfF2hw6dBnAQSuHAIOtm_dXmq4s9MKgHkCAnAj4B1x8P16aZME0DBtD1j24jtcPOt4N9g7bgWDDFDE_mE4M4CzH6AqFNhsgnRUleEZNk9uuIelmezAW7WJwfsyb8aZq1DAUvSEA/s400/Paseo+rom%25C3%25A1ntico.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>El elenco del 'Paseo romántico': Ginés García Millán, Blanca Portillo, Marcial Álvarez e Israel Elejade (Foto: Teatro Español)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Pero el tiempo fue pasando y aunque en 2007 la Comunidad de Madrid tomó como suyo el proyecto y prometió, al calor de una nueva cita electoral, rehabilitar el complejo para hacer de él en una<b> 'factoría' de jóvenes artistas</b>, nunca más se supo del que debía ser gran vértice sur del triángulo de ocio cultural junto a los <b>Cuarteles del Príncipe y Lepanto y la Huerta del Obispo</b>. Con actuaciones de urgencia para que la ruina no se note demasiado e intermitentes peticiones de uso, como la del colectivo<b> Alcalá es Música </b>para ensayos y conciertos, la mole de Empecinado sigue en pie, que no es poco, dadas las circunstancias.<br />
<br />
Más exquisito pero igual de decepcionante a la postre fue el uso del <b>Jardín de Jovellanos, </b>en el interior de Económicas, para subir el telón de la edición de Clásicos de 2006. Ubicado entre la parte noble de la facultad, correspondiente al antiguo<b> Convento de Mínimos</b>, y el mamotreto moderno, este rincón es uno de los mejores ejemplos de los jardines secretos que esconde el centro de Alcalá. En 1995 se inauguró, merced a la colaboración de la<b> familia Huerta</b>, a la que pertenecía la finca, pero hasta una tormentosa noche de junio de once años después, cuando acogió el estreno absoluto de <i>Paseo romántico</i>, una antología de algunos de los mejores textos de las mejores plumas románticas de nuestra literatura teatralizada por <b>Laila Ripoll,</b> no trascendió al gran público la hermosura del sitio.<br />
<br />
Y sin una silla libre entre las repartidas por los senderos del jardín bautizado con el nombre del célebre <b>ilustrado </b>que fue estudiante de la Complutense primera, el soberbio cuarteto formado por<b> Blanca Portillo, José Coronado, Israel Elejalde y Marcial Álvarez</b> se afanó en declamar con donosura desde los atriles repartidos entre los arbustos y con la música de fondo de los truenos y los candelazos de los relámpagos colándose por la arboleda. A la media hora escasa esta inesperada escenografía de<b> tempestad romántica </b>se hizo insoportable y hubo que suspender con actores y espectadores a la carrera bajo la lluvia y el viento desatados.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHO4hYB0ploHMDnjd-ju_PkH-SHR_zRl_f8aSSBUnTHOgmiekuK3lFsos8lPqNKp_wMa8rDK1FEptu1d1B523pJIOq4iL8-cdF8BB9D95qqgzPB7OThnjwLHtusMITOTxNKn2CxW1Kk4Q/s1600/Jard%25C3%25ADn+de+Jovellanos+%2528Arch.+Universitario%2529+.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="323" data-original-width="500" height="257" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHO4hYB0ploHMDnjd-ju_PkH-SHR_zRl_f8aSSBUnTHOgmiekuK3lFsos8lPqNKp_wMa8rDK1FEptu1d1B523pJIOq4iL8-cdF8BB9D95qqgzPB7OThnjwLHtusMITOTxNKn2CxW1Kk4Q/s400/Jard%25C3%25ADn+de+Jovellanos+%2528Arch.+Universitario%2529+.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto del Jardín de Jovellanos (Archivo de la UAH)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Pudieron completarse, por suerte, tres funciones más de la lectura dramatizada en las siguientes jornadas. Incluso la obra regresó a la ciudad cuatro temporadas después, con <b>Ginés García Millán </b>sustituyendo a Coronado, pero en esta ocasión se representó bajo la confortable cubierta del <b>Corral de Comedias</b>. El jardín volvió a su secreto. Y hasta hoy.<br />
<br />
Pero ahí quedaron las propuestas, que aunque solo sirvan <b>para ser recordadas y puedan inspirar para buscar otras en el futuro,</b> ya habrán merecido la pena. Porque si algo sobra en el barrio viejo de Alcalá son rincones evocadores.<br />
<br />
Y con esto, con un pasado entre sementales y románticos y con una larga vida de Clásicos por delante, más la <b>complicidad del público</b>, cuanto más entusiasta y numeroso mejor, habrá mucho teatro que disfrutar entre piedra y piedra. Y entre sueño y sueño.<br />
<br />Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-49447555797268961102019-04-11T17:36:00.000+02:002019-04-11T17:41:02.516+02:00El Grial alcalaíno cumple 400 añosNi las Ferias ni la fiesta de Cervantes ni los Santos Niños. Durante más de tres siglos el <b>"día grande" de Alcalá</b>, como lo tituló el célebre cronista <b>Luis Madrona</b>, el pseudónimo de <b>Fernando Sancho</b>, era el domingo de mayo en que procesionaban por las calles principales de la ciudad las<b> Santas Formas,</b> una tradición que se remonta a comienzos del siglo <b>XVII</b>. Toda la población, más decenas de feligreses venidos de fuera, incluidos reyes, aristócratas y autoridades mayores, acudían a rendir culto público a <b>unas hostias que se consideraban milagrosas por su incorruptibilidad</b> y a las que se dedicó incluso una<b> </b>capilla en<b> la iglesia de Santa María de la calle Libreros; la casa de lo que bien podría considerarse el Grial alcalaíno.</b><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzl_pY25W19hYntFmZX6NBeyaMWi5VmLqkaprMswLiNXZVFs-3xuXbje1YuDkzc-MkUgrGEJaP30_f0SXDWqcBIt7Mv7limikrQ5eZECI6FsDKDzZXk9-ULeMz-Izy3QMUFzZ6UK6rlRo/s1600/angel+santas+formas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="600" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzl_pY25W19hYntFmZX6NBeyaMWi5VmLqkaprMswLiNXZVFs-3xuXbje1YuDkzc-MkUgrGEJaP30_f0SXDWqcBIt7Mv7limikrQ5eZECI6FsDKDzZXk9-ULeMz-Izy3QMUFzZ6UK6rlRo/s400/angel+santas+formas.jpg" width="300" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Un ángel custodiando las Santas Formas, en una de las pinturas de la bellísima cúpula de la capilla de Santa María obra de De Ribea (foto: Obispado de Alcalá)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Restaurada <i>in extremis </i>en <b>2010</b>, su bellísima cúpula está ocupada por un cielo repleto de ángeles dedicados a custodiar y glorificar el misterio de las Santas Formas, <b>desaparecidas en 1936 en circunstancias tan enigmáticas como las que rodearon su aparición a finales del siglo XVI</b>. Hasta comienzos de los años 60 de siglo pasado, no obstante, se siguió rindiendo culto hasta que la iglesia decidió suprimirlo. "Los paisanos protestamos mucho. Hubo una lucha muy virulenta", recordaba otro cronista de la Ciudad no menos célebre, <b>Paco García Gutiérrez</b>, subrayando la importancia que llegó a tener para Alcalá aquel acontecimiento. "Era más que el Corpus. Toda la población se movilizaba".<br />
<br />
Desde hace unos años el <b><a href="https://www.obispadoalcala.org/">Obispado de Alcalá</a> </b>trata de recuperar la tradición y también tratará de celebrar a lo grande el 400 aniversario del nacimiento de lo que muy bien podría considerarse el <b>Grial alcalaíno</b>, la proclamación del milagro, efeméride que contará también con un ciclo de conferencias por parte de la <b><a href="http://ieecc.es/">Institución de Estudios Complutenses (IEECC)</a></b>.<br />
<br />
La tradición tuvo su origen en un curioso suceso ocurrido en el<b> Colegio Máximo de Jesuitas,</b> sede hoy de la facultad de Derecho, un día de <b>1597</b>. El padre <b>Juan Juárez </b>estaba en su habitación, atendiendo a los feligreses en confesión, cuando se le arrodilló un hombre que, visiblemente atribulado, le entregó 24 formas consagradas. Le confesó que se las habían entregado unos moriscos que las habían robado de un sagrario.<br />
<br />
El padre Juárez consultó a otro sacerdote jesuita, el <b>padre Vázquez,</b> qué hacer con ellas y éste le aconsejó que no las entregara a la comunión por si estuvieran <b>envenenadas</b>. Decidieron entonces dejarlas en una alacena.<br />
<br />
Puesto al corriente del hallazgo el rector del Colegio, <b>Luis de la Palma,</b> aprobó la idea de mantenerlas apartadas y dispuso además, con elocuente prurito científico, diversos cambios de ubicación para comprobar su reacción ante las diferentes condiciones de humedad y temperatura. Fue pasando el tiempo y las hostias no experimentaban variación alguna: <b>se mantenían blancas y tersas como el primer día </b>que aparecieron por el colegio.<br />
<br />
Más de una década después, a partir de 1609, el padre De la Palma comenzó a dar noticias a sus superiores sobre la incorruptibilidad de las obleas y en <b>1619</b> una junta de religiosos de la ciudad determinó que se las podía calificar de <b>"obra sobrenatural y significativa de la real presencia de Cristo Nuestro Señor"</b>. Se mandó tenerlas, por tanto, por reliquias sagradas y rendirle culto.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYvpsyYxrsa_xwJhNS9QzFZse-ZSxwC6J6sOptU5PeF-oZ6RyrCGxx4Zb6XFsZ3R-XQ8ykJMDOH8XrchRPM1E-4z3nQxKLbhIvpXOY0bjgPUhVv6-puLVZDSrx9teT8dQ4VeabUY_pc5U/s1600/capilla.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="584" data-original-width="1000" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYvpsyYxrsa_xwJhNS9QzFZse-ZSxwC6J6sOptU5PeF-oZ6RyrCGxx4Zb6XFsZ3R-XQ8ykJMDOH8XrchRPM1E-4z3nQxKLbhIvpXOY0bjgPUhVv6-puLVZDSrx9teT8dQ4VeabUY_pc5U/s400/capilla.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto general de la cúpula de la capilla (foto Hispania Nostra)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
En abril de <b>1620</b>, con motivo de la inauguración de la iglesia de Santa María, se veneraron por primera vez en procesión, a la que asistió hasta el <b>rey Felipe III.</b> En <b>1626</b> el <b>Ayuntamiento </b>se unió a la devoción con un <b>voto perpetuo</b> en acción de gracias por <b>una crecida del Henares </b>que a punto estuvo de arrasar la ciudad.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
A partir de ahí el fervor popular se desató y no paró de crecer en torno a las Santas Formas, con su procesión el <b>sexto domingo de Pascua</b> y, a partir de <b>1687</b>, con la capilla erigida en su honor, adosada a un lateral de Santa María, y con la bellísima y delicada decoración en sus alturas obra de<b> Juan Vicente de Ribera.</b> El 'Corpus de Alcalá' no perdió fuerza ni cuando se produjo la expulsión de los jesuitas en <b>1767</b> y la custodia con las "sacrantísimas formas" fue trasladada a la Magistral.<br />
<br />
En <b>1897 </b>la ciudad se volcó en la conmemoración del tercer centenario de la aparición de las Santas Formas, cuya devoción entró con pie firme en el siglo XX hasta que llegaron los tiempos convulsos de la <b>República</b>. La procesión no se celebró ni en 1932 ni en 1933. Se retomó en 1934 y las reliquias desfilaron por última vez en la primavera de 1936. El <b>estallido de la Guerra Civil </b>apenas mes y medio después truncó la tradición al producirse la desaparición de las hostias.<br />
<br />
Las especulaciones en torno a su paradero fueron motivo de discusión recurrente durante los años siguientes entre los alcalaínos. Se rumoreó, por ejemplo, que la custodia fue<b> escondida por unos curas </b>en el sepulcro del <b>Cardenal Cisneros de la Magistral.</b> Y de allí fue extraída, con destino incierto, por operarios de la <b>Junta de Patrimonio</b>, que rescataron las obras de arte del templo destruido por un incendio provocado por los milicianos en los primeros días de la guerra. Otros testimonios apuntan que las Santas Formas quedaron en manos de varios vecinos, que las ocultaron durante el conflicto fratricida. Incluso llegaron a señalarse dos casas, a las afueras, en la zona del <b>Encín</b>, donde pudieron estar escondidas. Pero a día de hoy sigue sin haber rastro de ellas.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV28oKhNIi_kTSJZtgx5rhZ-wkADWC_Pi8LIw6PyntFSSUvAv-370ot9Gw9eApY12PZDi7SXm8gi0cGt60w0MGOKXQ1tk_UaeP1WAmDMklouTI4UmMbiWaxTrcCYV5zw58FXhyphenhyphen4w_LR1g/s1600/santas+formas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="608" data-original-width="426" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV28oKhNIi_kTSJZtgx5rhZ-wkADWC_Pi8LIw6PyntFSSUvAv-370ot9Gw9eApY12PZDi7SXm8gi0cGt60w0MGOKXQ1tk_UaeP1WAmDMklouTI4UmMbiWaxTrcCYV5zw58FXhyphenhyphen4w_LR1g/s400/santas+formas.jpg" width="280" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Salida de la procesión de las Santas Formas de la Magistral, retratada en el famoso cuadro del pintor alcalaíno Félix Yuste (1893) </i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
A la conclusión de la guerra, ya sin las reliquias, se mantuvo la procesión hasta que a <b>comienzos de los 60</b> las autoridades eclesiásticas mandaron suprimirla y la memoria de la tradición se fue diluyendo. "No estaban ya las Santas Formas y, por tanto, <b>no había milagro</b>, así que se cerraron en banda", explicaba García Gutiérrez, que lamentaba que ni siquiera la Iglesia local hubiera mantenido un culto privado.<br />
<br />
A día de hoy, <b>el misterio de las Santas Formas</b>, una de las 'glorias' de las tradiciones locales, solo vive en el recuerdo de los más mayores de la ciudad. Se verá si el intento del obispado de rescatar el culto da sus frutos. Lo mismo que su búsqueda; todo un desafío para el <b>alcalainismo</b> ahora que se cumplen sus primeros 400 años.<br />
<br />
<br />Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-34989090711956090872019-03-28T19:10:00.000+01:002019-03-28T19:13:18.057+01:00Qué viejo era mi parqueHará seis años algunos de los pinos más altos, retorcidos y añosos del vetusto <b>parque O'Donnell</b> tuvieron que ser talados. Los técnicos del ayuntamiento recomendaron el apeo por el riesgo de que alguno de ellos se viniera abajo, vencido por el peso de las copas, la inclinación imposible de sus troncos y un terreno reblandecido en exceso para regar las praderas de césped, ese costoso capricho a la salud -se supone- de las raíces irlandesas del <b>general </b>que da nombre al parque. Fue una mutilación traumática.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNNOYD3wF_1tk_EwOEk5FWpoiBhbHpvWQLsnpr4IEIJAjl-PMfpq1Bdn6ZuomDSPNprqJF59z6SnBBGKFojcTne-JuhSKJ5KtPbj_UpTJr-ihVwnyjGqE19RSx7L2Ga-m3vflb72nfFbw/s1600/Parque-O%25C2%25B4donell.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNNOYD3wF_1tk_EwOEk5FWpoiBhbHpvWQLsnpr4IEIJAjl-PMfpq1Bdn6ZuomDSPNprqJF59z6SnBBGKFojcTne-JuhSKJ5KtPbj_UpTJr-ihVwnyjGqE19RSx7L2Ga-m3vflb72nfFbw/s320/Parque-O%25C2%25B4donell.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto del macizo de piedras y arbustos que aloja el estanque del parque (foto del Ayuntamiento de Alcalá)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Durante varias generaciones estos gigantes verdes dieron la bienvenida a paisanos y visitantes en su entrada al centro de la ciudad, asomados a la riada de tráfico de la <b>Vía Complutense</b>. Y en cuestión de pocas horas, la alta y armoniosa masa verde desapareció, dejando un doloroso vacío sobre el que flotó durante días un penetrante y fantasmal olor a resina y madera recién cortada que hubiera enloquecido de dolor al más duro de los <b>Ents</b>, aquellos monstruosos pastores de árboles que inventó <b>Tolkien</b> para su bestiario de <i>El señor de los anillos</i>.<br />
<br />
Algo hubo en aquella tala que barruntaba el advenimiento de una encrucijada, de un momento crucial para el parque, el viejo parque con exótico nombre de <b>espadón decimonónico</b> que ha conocido tres siglos distintos. ¿El principio del fin o el fin del principio? Aún esperamos la respuesta.<br />
<br />
Apenas un par de años antes de esa tala, en las elecciones de 2011, el <b>PP </b>presentó un proyecto de reforma de la histórica zona verde que incluía, como novedades más llamativas, la creación de un pequeño lago y el cerramiento de todo el perímetro.<br />
<br />
Nunca más se supo de aquel proyecto; el parque volvió a sus rutinas, alternando el mantenimiento de costumbre y los estragos de las <b>vandaladas </b>periódicas. El cenagoso estanque -qué lejos quedan los <b>patos </b>que también dieron sobrenombre al parque- estuvo clausurado para evitarle a algún curioso el riesgo de romperse la crisma tropezando con algunos de sus mellados escalones. También cerraron por una temporada el cercano recinto infantil, un espacio sombrío y desangelado que los críos se han empeñado en mantener vivo.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDFVBanGl7wK-i8DIXGBW1NNv5is9dmE4rzJbv-3q6XvKByOZD-yZ9KXUllCVBtqaPTBkDGl4nMsfLJDDurcyGcCWoiWBoKsQyd9-BDrvjqe8OU4k7US7a5LhuUI_QAJlR1131qPmrCzw/s1600/rosaleda.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDFVBanGl7wK-i8DIXGBW1NNv5is9dmE4rzJbv-3q6XvKByOZD-yZ9KXUllCVBtqaPTBkDGl4nMsfLJDDurcyGcCWoiWBoKsQyd9-BDrvjqe8OU4k7US7a5LhuUI_QAJlR1131qPmrCzw/s320/rosaleda.jpeg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La rosaleda en el extremo norte es una de las zonas más delicadas y expuestas del parque (foto del Ayuntamiento de Alcalá)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
De allí se eliminó el puente adornado con rocas que también abrazan al estanque y que son inconfundibles en una de las fotos más entrañables que rescató<b> Ángel Pérez López</b> para su obra gráfica <i>Alcalá en la II República</i>. Fechada en febrero de 1931, en ella se ve al grupo de chavales del cuadro teatral de la<b> Mutual Complutense</b> escalonados por el roquedo, contentos y confiados; ajenos por completo a la tempestad bélica que pocos años después se desataría y que convertiría ese lugar en una improvisada base de tanques y vehículos blindados, aprovechando la protección de la arboleda contra los ataques aéreos de la aviación franquista.<br />
<br />
Son solo un par de las innumerables historias que guarda el parque, construido en los últimos años del siglo XIX sobre la fresca huerta que flanqueaba<b> el camino a la sierra y a Burgos</b> y regalaba la vista de las <b>monjas bernardas</b> durante sus ratos de recreo en el mirador con celosía del vecino convento. Dejamos para otra día la costalada que acabó con la vida del <b>rey Juan I</b> de Castilla haciendo filigranas con su caballo; o los espectros que debieron quedar amarrados por el uso de la <b>picota </b>en ese paraje en tiempos de la villa medieval.<br />
<br />
Muchas de esas historias han sido rescatadas por el <b><a href="https://www.facebook.com/groups/672256522858003/">colectivo Complutenses por el Parque O'Donnell</a></b>, un grupo nacido hace un lustro en torno a Facebook para denunciar el deterioro que sufre, vigilar que no se produzcan más agresiones y proponer mejoras. A la presión de este grupo, y de no pocos particulares, le cabe en buena parte que se concluyera la rehabilitación del estanque y el área infantil, así como el impulso de otros arreglos e iniciativas de dinamización social y cultural.<br />
<br />
También ha tomado parte el grupo en un reciente debate abierto a partir de una abracadabrante iniciativa impulsada por el Gobierno municipal: <b>someter a consulta vecinal el vallado del parque</b>. 261 paisanos decidieron que no había que cerrarlo en una encuesta en la que intervinieron 497 personas. Y por supuesto el Ejecutivo local ha decidido asumir este peculiar 'mandato vecinal', en una ciudad con más de 200.000 almas residentes, y ha descartado el vallado.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOsXjnUOSCgXFDsZsxwVU68rMWW7T83QyYf9TYG6HMuiez9a8VXLCGysfuLwUq-5LpmNxEdzxviOkEO1bQ07_QF_pIEPD3OM5dc8jtosT190tCaxk9aQOVqgy6OGNCIs7Fz2JNjFt9ouI/s1600/parque-odonnell-alcala.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOsXjnUOSCgXFDsZsxwVU68rMWW7T83QyYf9TYG6HMuiez9a8VXLCGysfuLwUq-5LpmNxEdzxviOkEO1bQ07_QF_pIEPD3OM5dc8jtosT190tCaxk9aQOVqgy6OGNCIs7Fz2JNjFt9ouI/s400/parque-odonnell-alcala.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Proyecto de vallado del parque que propuso el Ayuntamiento.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Uno también alberga dudas de que cerrar el parque sea la mejor idea para asegurar su <b>conservación </b>y su reimpulso. Pero no tiene ninguna de que el futuro del recinto verde con más solera de la ciudad no debe ventilarse con un <b>referéndum u otro pasatiempo </b>de aparente participación vecinal, sino con criterios técnicos, estéticos e históricos solventes y rigurosos.<br />
<br />
El Ayuntamiento cuenta con técnicos y jardineros experimentados, además del privilegio de tener a mano los conocimientos del personal académico e investigador de la <b>Universidad </b>que, además, tutela un<b> jardín botánico</b> en el campus externo pionero en <b>España. </b>Por no hablar de los cientos de parques históricos en España y el mundo de los que poder fusilar ideas y soluciones sin remilgos.<br />
<br />
Ahora, con la<b> campaña electoral</b> a la vuelta de la esquina, seguro que sobrarán propuestas para el viejo O'Donnell. Pero ojalá no falte lo de siempre: <b>consenso, ambición y mirada larga.</b> Porque parche a parche, solo se logrará que un lustro de estos suspiremos recordando lo viejo y encantador que era nuestro parque.<br />
<br />
<br />Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-39981313410892117192019-01-18T13:08:00.003+01:002019-01-18T13:21:39.184+01:00Un tal Colón, vecino de Alcalá<b>Cristóbal Colón</b> y el descubrimiento de <b>América </b>nunca dejan de dar sí. El nebuloso origen del navegante es motivo de constantes polémicas y divagaciones, lo mismo que las circunstancias en que se desarrollaron sus viajes, toda una epopeya. Además, de un tiempo a esta parte, por aquello de las modas revisionistas, la llegada de los europeos al nuevo continente es objeto de repulsa, por ser la encarnación “del odio y el racismo”. Sea como fuere, tanto el almirante como el descubrimiento comenzaron a entrar en la historia <b>hace ahora justamente 533 años</b>, con ocasión de la primera reunión que los <b>Reyes Católicos </b>consintieron en celebrar sobre el asunto. Y cómo es sabido, aquella primera entrevista tuvo lugar en <b>Alcalá de Henares</b>, siendo uno de los episodios más notables y curiosos de su presencia en el gran libro de la historia de la humanidad.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFP13FbjHybsQj5ue-C6Koi0UmXPhPzzKGiyYFx3MD-GqjA8_WfuWku5gpRXZ_xKc3-llEjHV0n7ZgCRHxAfj1l0S9Cf-AjAIvMYxNNWnQAyjTlcAsYgDo83q0Vixnf_UAB03ZSSwZTMk/s1600/columbus-circle.jpg.size-custom-crop.1086x0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="724" data-original-width="1086" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFP13FbjHybsQj5ue-C6Koi0UmXPhPzzKGiyYFx3MD-GqjA8_WfuWku5gpRXZ_xKc3-llEjHV0n7ZgCRHxAfj1l0S9Cf-AjAIvMYxNNWnQAyjTlcAsYgDo83q0Vixnf_UAB03ZSSwZTMk/s400/columbus-circle.jpg.size-custom-crop.1086x0.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Estatua dedicada a Cristóbal Colón en Nueva York.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Y no fue un producto de la casualidad que <b>aquel misterioso mercader metido a geógrafo visionario</b> relatara y ofreciera a los <b>Reyes de Castilla y Aragón</b>, en persona y por primera vez, su proyecto para llegar a las <b>Indias </b>siguiendo la nueva y arriesgada ruta del <b>Poniente </b>en una audiencia con escenario complutense. Ni tampoco fue cosa de un día ni de dos; hasta el punto de que bien podemos considerar al navegante como uno de nuestros ilustres vecinos por una temporada.<br />
<br />
El <b>20 de enero de 1486</b>, fecha de la histórica entrevista, los <b>reyes Isabel y Fernando </b>llevaban tres meses residiendo en el Palacio que los Arzobispos de Toledo de la villa alcalaína, título que regentaba en aquel momento el poderoso cardenal <b>Pedro de Mendoza</b>. El gran prelado, conocido como el ‘tercer rey’, unía la primacía eclesiástica y el linaje de una de las familias nobiliarias de más alta alcurnia. Y continuó la tradición de sus predecesores de acoger a los reyes castellanos en su gran palacio fortificado de Alcalá, ya entonces en vías de convertirse en un suntuoso complejo renacentista.<br />
<br />
No era la primera vez, ni sería la última que los Reyes Católicos se alojarían en la fortaleza alcalaína. Aquí acudían sobre todo a descansar; y allí <b>engendraron y vinieron al mundo </b>algunos de sus vástagos, como sucedió en este caso.<br />
<br />
Por su parte, Cristóbal Colón llevaba casi una década alumbrando su empresa comercial de las <b>Indias</b>. Miles de páginas han buceado, y aún lo hacen, en sus oscuras raíces (genovesas, catalanas, mallorquinas…); la forma en que concibió la idea de cruzar la <b>“Mar Océana” </b>en busca de las Indias o de una tierra nueva (marinos anónimos que, arrastrados por tormentas, habían encontrado islas al otro lado del océano y de cuyos relatos tuvo conocimiento directo en <b>Portugal</b>); y la incansable peregrinación en busca de apoyos para el proyecto.<br />
<br />
Respecto a esto último, fue definitiva la ayuda de <b>fray Antonio de Marchena,</b> el religioso del Monasterio onubense de <b>La Rábida</b>. El franciscano le prestó asesoría técnica, redondeando el proyecto con testimonios de sabios y mapas antiguos; y le redactó <b>cartas de presentación</b> para los personajes principales de la Corte, con el objeto de llegar hasta los soberanos.<br />
<br />
A mediados de 1485, con Isabel y Fernando en Andalucía enfrascados en la <b>conquista del reino nazarí de Granada,</b> Colón llevó a cabo su primer acercamiento. Su oferta fue clara y rotunda: un camino directo a las Indias atravesando el inmenso mar que podía procurar a Castilla y Aragón <b>riquezas inagotables y un horizonte infinito de evangelización</b>. Con esta propuesta se dirigió al Consejo Real en Córdoba. La primera respuesta fue negativa, aunque los consejeros tomaron nota de la extravagante idea.<br />
<br />
Mientras Colón se reponía del primer revés en su intento de llegar a los monarcas, éstos se preparaban para una <b>larga estancia de reposo</b> obligada por el avanzado estado de gestación de la reina. Y tenían previsto aprovechar, una vez más, la hospitalidad del cardenal Mendoza.<br />
<br />
A partir de aquí, es preciso seguir el relato del catedrático<b> Juan Manzano Manzano</b>, una de las autoridades en la vida y obra de Cristóbal Colón, y de los pocos investigadores que ha reunido los escasos datos existentes sobre la primera cita del almirante con los soberanos.<br />
<br />
Según este profesor madrileño, los reyes llegaron a Alcalá el <b>24 de octubre de 1485,</b> en compañía de la corte. Y aquí pasaron todo el otoño, que según los cronistas de la época fue extremadamente crudo, con <b>lluvias torrenciales y vientos helados </b>barriendo toda la vega del Henares. A finales de aquel otoño terrible, el 15 de diciembre, Isabel dio a luz a una niña, <b>la infanta Catalina</b>, que con el tiempo llegaría a ser la desdichada reina de Inglaterra, causante involuntaria del histórico cisma anglicano al negarse a conceder el divorcio a <b>Enrique VIII</b>.<br />
<br />
Entretanto, Colón había seguido haciendo gestiones entre religiosos y nobles con vistas a acercarse a los monarcas. Y, al parecer, arribó a Alcalá a los pocos días del desembarco real. El profesor Manzano refiere, al respecto, una crónica de <b>Francisco Henríquez de Jorquera</b> en la que narra cómo Colón partió hacia la villa complutense “a donde los reyes estaban, tan maltratado y solo que perdían mucho crédito sus raçones, que casi todos lo dudaban”, pasando antes por la vecina <b>Guadalajara </b>“y se vido con el <b>duque del Infantado</b>”, en la búsqueda de recomendaciones para concertar una audiencia real.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2B41diNo1e0lOw6TbL2-DOnHHwsIHjRXNPZ7pCeIMirvQ7LOcNCPrPoPrfHSpqXhcjEC1EP6mLpRc37Zs62tMVOQ2ZajaWiNlYIFaGaaK-_hvgfRlQQIwNDj8QXT-7zC7fi5-p5gI4D4/s1600/palacio+arzobispal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="399" data-original-width="600" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2B41diNo1e0lOw6TbL2-DOnHHwsIHjRXNPZ7pCeIMirvQ7LOcNCPrPoPrfHSpqXhcjEC1EP6mLpRc37Zs62tMVOQ2ZajaWiNlYIFaGaaK-_hvgfRlQQIwNDj8QXT-7zC7fi5-p5gI4D4/s400/palacio+arzobispal.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Patio de armas del Palacio Arzobispal, escenario de la entrevista entre Colón y los Reyes.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
El embarazo de la reina impidió la celebración inmediata de la recepción. Pero Colón no se dio por vencido y es muy posible que aguardara en compañía de su hermano <b>Bartolomé </b>el ansiado parto y la reanudación de las audiencias en la misma Alcalá, muy cerca de las "rojas murallas" del palacio, como lo describe el periodista británico <b>Giles Tremlett </b>en su biografía <i>Catalina de Aragón</i>, durante todo aquel otoño frío y lluvioso como no se conocía en la ciudad en muchos años.<br />
<br />
Al alumbramiento de Catalina siguió el bautizo en la entonces<b> Colegiata de San Justo</b>, hoy Catedral, las celebraciones en la corte y la cuarentena de la reina, de modo que Colón tuvo que echarle paciencia unas cuantas semanas más. Y al fin se fijó para el 20 de enero de 1486 la primera tanda de audiencias reales y una de ellas fue, finalmente, para el navegante.<br />
<br />
Se celebró un <b>viernes</b> porque era el día de la semana elegido para que los reyes atendieran las visitas. Y la audiencia tuvo lugar en el mismo palacio, no en la conocida como <b>Casa de la Entrevista</b>, un espacio perteneciente a la iglesia del desaparecido <b>Convento de San Juan de la Penitencia</b> que fue acondicionado como espacio cultural y bautizado así, en homenaje a aquel hecho histórico, hace medio siglo.<br />
<br />
Se ignora el lugar exacto del palacio donde tuvo lugar el encuentro. Pudo ser en la espaciosa <b>Sala de Concilios</b>, construida en el siglo XV, próxima al<b> Torreón del Tenorio</b> y aún en pie. Pero los investigadores se inclinan más por el<b> Salón de San Diego</b>, una estancia más pequeña y acogedora, y ya desaparecido, pues se hallaba en una de las crujías derribadas tras <b>el incendio del palacio de 1939.</b><br />
<br />
De acuerdo con el <b>protocolo</b>, Colón se encontró a los reyes sentados en altos sillones; les besó las manos; se arrodilló delante de ellos en un cojín, y tras obtener su venia se dispuso a contarles el negocio que se traía entre manos.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFJQI5TxJ9U25pi9P_onH8gRsnmjB8caflrhQLNixf9MvtbTT0qFao-A5Oss7dbbQtQj-ASk92VpGTiPG2iqUqTe3iWsWKvtwwgQPIhcLxZMhc3mIgW7dTkG9PJLVWkdRAUeXt-_lsdCQ/s1600/descubrimiento-03.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="567" data-original-width="377" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFJQI5TxJ9U25pi9P_onH8gRsnmjB8caflrhQLNixf9MvtbTT0qFao-A5Oss7dbbQtQj-ASk92VpGTiPG2iqUqTe3iWsWKvtwwgQPIhcLxZMhc3mIgW7dTkG9PJLVWkdRAUeXt-_lsdCQ/s320/descubrimiento-03.jpg" width="212" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Estela dedicada a Colón en el monumento al Descubrimiento de la plaza de los Santos Niños (foto de Juan Carlos Canalda).</i></td></tr>
</tbody></table>
Entre citas de sabios antiguos y modernos, cifras marineras y el despliegue de un <b>mapamundi </b>que recogía geografías lejanas y exóticas, Colón ofreció a los reyes la isla de <b>Cipango</b>, el <b>Cathay </b>y el Nuevo Mundo, en una ruta marítima siguiendo el trayecto del sol hacia Occidente y presuponiendo la redondez de la Tierra. Eso, al menos, se desprende del único testimonio que nos ha llegado de esta primera entrevista, el del bachiller <b>Andrés Bernáldez,</b> cronista del reinado de los Reyes Católicos, del que se sabe que fue confesor de la reina y amigo personal de Colón, a quien tuvo como huésped en su casa durante días al regreso de su segundo viaje al Nuevo Mundo.<br />
<br />
El breve relato del encuentro es el siguiente: “Les fizo relación de su imaginación; al cual tampoco no daban mucho crédito, e él les platicó muy de cierto lo que les dicía e les mostró el mapamundi, de manera que les puso en deseo de saber de aquellas tierras… e dexando a él llamaron a hombres <b>sabios, astrólogos e astrónomos </b>e hombres de la arte de la cosmografía, de quien se informaron”.<br />
<br />
Esto último fue lo que resolvieron los reyes tras escuchar la extraña y atractiva propuesta de aquel extranjero, planteada con <b>aplomo y persuasió</b>n: trasladar el asunto a los sabios. Y fue así como despacharon a Colón, remitiéndole a la <b>junta de expertos </b>formada por fray Hernando de Talavera.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGqZrf2FFBg9lSwaVckSUNwYlEqLnSSJPPt5O1t0rPdmm4_u-G2AYoZKA_bD4TinFZcT5TUCIfH_fBgdb3rcvOFOxBlaqKvVd0c8_siOuYYS5j1FZ6KzlOf6Xx_dryad49_2S-pN0n2VY/s1600/Palmeras.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGqZrf2FFBg9lSwaVckSUNwYlEqLnSSJPPt5O1t0rPdmm4_u-G2AYoZKA_bD4TinFZcT5TUCIfH_fBgdb3rcvOFOxBlaqKvVd0c8_siOuYYS5j1FZ6KzlOf6Xx_dryad49_2S-pN0n2VY/s400/Palmeras.jpeg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>El ladrillo barroco y las palmeras del trópico, un guiño colombino en el jardín del viejo Colegio de Caracciolos.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
A finales de 1486, el mercader metido a geógrafo visionario se enfrentó en <b>Salamanca </b>a un tribunal de astrónomos, cosmógrafos, astrólogos y navegantes, que habían examinado a fondo su proyecto. Y vinieron luego más exámenes, más entrevistas y, al fin, la anhelada singladura. Pero esas historias son más conocidas.<br />
<br />
Fue aquí en Alcalá, y entre sus propìos paisanos como uno más, donde "soñó" con el Nuevo Mundo, según reza en la estela con relieve dedicado a Colón en el monumento al Descubrimiento en la plaza de los Santos Niños, bautizado hace años por el irreverente gracejo popular como <b>'la Piruleta'.</b>Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-3605099735013649802018-10-26T18:23:00.001+02:002018-10-29T10:26:36.920+01:00Aquellos camaradas de Ulises que acabaron su odisea a la vera del HenaresEn lo más hondo del <b>Mar Negro</b>, a kilómetro y medio de profundidad y frente a las costas de <b>Bulgaria</b>, se ha descubierto una nave de la <b>antigua Grecia</b> prácticamente intacta. Acostada sobre un lecho de arena lleva durmiendo desde su naufragio hace más de 2.400 años esta verdadera maravilla del mundo clásico, cuyo insólito estado de conservación permitirá a los arqueólogos conocer mucho mejor la construcción naval, el arte de navegación y los conocimientos científicos de aquellos aventureros griegos.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH5lauHz6MQYIyx8ZaTUPU2zQPL5HkouRrH3qc69l6o4nSrRtHiWWGHIfevjyerVDVd3Ssmfghp92rcvZE__kRBXk8DhKnZ5Vw5_nyZI-OEq5xsAskAdfgmt5fAVfw4xcRL23GFWvP-FU/s1600/jarron.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="349" data-original-width="510" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiH5lauHz6MQYIyx8ZaTUPU2zQPL5HkouRrH3qc69l6o4nSrRtHiWWGHIfevjyerVDVd3Ssmfghp92rcvZE__kRBXk8DhKnZ5Vw5_nyZI-OEq5xsAskAdfgmt5fAVfw4xcRL23GFWvP-FU/s400/jarron.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Ulises atado a un mástil para no dejarse llevar por los cantos de las sirenas, en un precioso jarrón que se conserva en el Museo Británico.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Porque hasta ahora este tipo de naves solo eran conocidas por los hallazgos de algunos fragmentos y sobre todo por sus representaciones en murales, mosaicos, cerámicas o relatos como los de la <i>Iliada </i>de <b>Homero</b>, con sus constantes alusiones a las negras naves de los aqueos frente a la costa de <b>Troya</b>. Precisamente la nave que aparece en un hermoso jarrón que muestra a <b>Ulises,</b> uno de los héroes más ilustres de aquella historia, atado al mástil para no dejarse arrastrar por las terribles sirenas, y que se conserva en el <b>British Museum</b>, es muy similar a la encontrada ahora en el fondo del Mar Negro.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb1sPx5leRM-_SnlL6Wfspm6Wr5OKtWsGeJ4_4VZQA4wMUFeoEWfTy9SRV684Y3Q9KSw8m-TyWNjJyfPuYt5zzyUg-eVFEGSqXEnK7nuubRJ_eA_CuW1Cx43K7N1TY89f2IuGxwcUCVrM/s1600/barco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="672" data-original-width="1200" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb1sPx5leRM-_SnlL6Wfspm6Wr5OKtWsGeJ4_4VZQA4wMUFeoEWfTy9SRV684Y3Q9KSw8m-TyWNjJyfPuYt5zzyUg-eVFEGSqXEnK7nuubRJ_eA_CuW1Cx43K7N1TY89f2IuGxwcUCVrM/s400/barco.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Aspecto del barco hallado en el fondo del mar Negro, el más antiguo conservado en el mundo, según los arqueólogos.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Y hablando de naves, de la guerra de Troya y del retorno de <b>Ulises </b>a <b>Ítaca </b>tras la destrucción de la mítica ciudad, como hicieron otros muchos guerreros de vuelta a sus reinos o en busca de nuevos territorios; viene a la memoria otra odisea que acabó a orillas del Henares.<br />
<br />
Porque, de las muchas historias que circulan sobre los orígenes de<b> Alcalá de Henares</b>, la más bizarra y legendaria es, sin duda, aquella que atribuye su primera fundación a un grupo de combatientes de la guerra de Troya que, en su largo retorno, acabaron en este rincón de la meseta ibérica.<br />
<br />
La leyenda en cuestión guarda muchos parecidos, que no parecen casuales, con la <i>Eneida </i>de <b>Virgilio </b>y su mítica versión de la fundación de <b>Roma</b>. En nuestro caso, Eneas es <b>Tehuero</b>, un caudillo que también decidió huir de la destrucción de Troya y buscar fortuna con sus huestes por mar. Sus naves deberían ser parecidas a la hallada ahora en el Mar Negro, aunque algunos siglos más antiguas.<br />
<br />
Aquellas naves llegaron hasta las costas del actual <b>Levante</b> español, en el otro confín del <b>Mediterráneo</b>, y Tehuero y sus <b>hoplitas </b>optaron por explorar tierra adentro en busca de un lugar donde asentarse. La expedición fue larga y esforzada hasta llegar a los parajes de la actual <b>Alcalá</b>, donde la tierra fértil y el agua abundante animaron a los expedicionarios a quedarse.<br />
<br />
Construyeron así una pequeña ciudad en el<b> Cerro del Viso</b> que llamaron <b>Combouto</b> o también <b>Kompos-Pluto</b> y que se ha solido identificar como la mítica <b>Iplacea</b> que, según parece, mencionaron algunos historiadores de la antigüedad.<br />
<br />
De esta ciudad legendaria no se han encontrado huellas y es otro de los mágicos misterios que encierra ese paraje al sur de Alcalá, junto a la escondida mesa del <b>rey Salomón</b>, el errante muro <b>Muzaraque</b> o los <b>gigantones</b> ocultos en las arcillosas cuevas. Sí se sabe de<b> Ikesancom Kombouto</b>, nombre de un castro celtíbero de las faldas del Zulema, que es la Alcalá más primitiva que se conoce; antecedente de <b><a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2017/03/quien-ayuda-desenterrar-la-alcala-del.html">la primera Complutum romana fundada hace 2.000 años en El Viso</a></b>, que comenzó a excavarse al fin en el verano de 2017.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8sJLujV6mCTLhv4V6gPFQ5JwUhWmpDU6LzK947g3vikFdKtCNApppYq5AvKrJqe8Mu3-iQB7nDTv5UwF0jE3VxoSpukHbLvQc3qnDoAAcUFSPgdDy5BXkubSpozf8dytHtz9JtkDyx_I/s1600/peces.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="416" data-original-width="600" height="276" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8sJLujV6mCTLhv4V6gPFQ5JwUhWmpDU6LzK947g3vikFdKtCNApppYq5AvKrJqe8Mu3-iQB7nDTv5UwF0jE3VxoSpukHbLvQc3qnDoAAcUFSPgdDy5BXkubSpozf8dytHtz9JtkDyx_I/s400/peces.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>El famoso mosaico de los peces que preside la Casa de Hippolytus.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Y hasta aquí la leyenda. Pero la verdad histórica no es menos sugerente. ¿O acaso no resulta fascinante que en el corazón de la península una casa romana luciera en una de sus estancias principales un estampa marina como la del mosaico de los peces de la<b> Casa de Hippolytus </b>de la <b>Complutum </b>de la vega del río? Aquellos complutenses de hace 1.700 años debieron sentir un estremecimiento al asomarse a aquella ventana al fondo marino repleta de pulpos, langostas, delfines, anguilas o erizos; animales fabulosos que jamás llegarían a conocer. Lo mismo que el mar.<br />
<br />
Por no hablar del embrujo lujurioso que les turbaría al contemplar los mosaicos que recreaban los mitos de una voluptuosa <b>Leda</b> seducida por <b>Zeus</b> convertido en cisne, del que engendró a los gemelos <b>Cástor</b> y <b>Pólux</b>; o<b> </b>con los excesos de Baco, abandonado a todos los placeres, empezando por los que proporciona el vino. Y lo que aún queda por descubrir bajo la tierra en<b> El Juncal</b>, o en la meseta del Viso.<br />
<br />
Este <b><a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2017/05/la-ciudad-del-teatro-en-un-teatro-de.html">refinamiento social fue una consecuencia más </a></b>de la <i>Civitas </i>y del inmenso patrimonio de la cultura grecolatina que los romanos trasladaron hasta este lado del Henares, señalándolo en el camino de la historia, para fortuna de sus vecinos y sus descendientes, que aún disfrutamos.<br />
<br />
Lástima que este hilo invisible y fantástico que une la orilla de nuestro río con el majestuoso navío que duerme en las aguas más oscuras del Mar Negro también corra el riesgo de romperse con el progresivo arrinconamiento del latín, el griego y la cultura clásica en la enseñanza obligatoria. Ni el ingenioso y sufrido Ulises ni sus camaradas de la legendaria Iplacea se merecen tanto olvido y tanta ignorancia.<br />
<br />Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-80333098369195220462018-09-24T13:05:00.005+02:002018-09-28T12:10:11.908+02:00Patrimonio de la inanidad El<b> 2 de diciembre de 1998</b> fue el día más importante de la historia milenaria de Alcalá. Pero en Alcalá se vivió como un día cualquiera: un jueves de diciembre frío y neblinoso alterado únicamente por un repentino repicar de campanas y el fragor de algunos petardos a media mañana. Solo los que por ocio o por casualidad deambulaban por las puertas del Ayuntamiento tuvieron ocasión de pillar una copa de cava y la noticia -por ese riguroso orden- de que Alcalá acababa de ser incluida en la lista mundial de rincones honrados como<b> Patrimonio de la Humanidad</b>, en una asamblea de la Unesco que se estaba celebrado en la remota ciudad japonesa de <b>Kioto</b>.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1R2C7EzAEokgu0kJvABqw4wek7tsvmKrZX4Y35Q2D5K9q8spKNHYLUj_mWCTjxsNMoGgCwFv_-Nyg1rf0XA87Mjh4FczrC8OgmkTrGvXU7HCTUcdxQnAnNlgKoEbhVTlOnTtUfhDEXKA/s1600/moneda.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="481" data-original-width="481" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1R2C7EzAEokgu0kJvABqw4wek7tsvmKrZX4Y35Q2D5K9q8spKNHYLUj_mWCTjxsNMoGgCwFv_-Nyg1rf0XA87Mjh4FczrC8OgmkTrGvXU7HCTUcdxQnAnNlgKoEbhVTlOnTtUfhDEXKA/s320/moneda.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
Y si tan extraños y desangelados resultaron el nombramiento y la acogida, con más indiferencia aún se está celebrando este año su veinte aniversario. Dos décadas en las que la conquista del título más codiciado por cualquier lugar del mundo, la divisa que nos emparenta con la<b> Roma eterna, las pirámides de Egito, las ruinas de Machu Picchu, la Gran Muralla</b>, Jerusalén, Estambul o la Isla de Pascua, entre las poblaciones, monumentos y paisajes más valiosos para la historia de la gran familia humana; no ha logrado traducirse en más identificación y compromiso cívico por parte del <b>paisanaje</b>; ni tampoco en más altura de miras, ambición y voluntad de consenso por parte de la <b>clase política y gobernante </b>local, acompasados por la displicencia y las bochornosas promesas incumplidas en los gobiernos regionales y nacionales, de todos los colores, de todas las tendencias y en todos los estamentos.<br />
<br />
Veinte años es mucho, por más que <b>Gardel </b>machaque con el tópico contrario para la posteridad. Es una barbaridad de tiempo. No hay más que abrir los ojos y la memoria y recordar cómo era el Alcalá de 1998: la población rozaba los <b>170.000 habitantes</b>; el centro histórico rebosada de coches y las barriadas tradicionales de vecinos; <b>Espartales Sur </b>comenzaba a poblarse, entre grúas y excavadoras, y con un tortuoso camino hasta el centro sin puente sobre la autovía; escombreras y algún pastor de cabras –el último, sin duda- ocupaban las explanadas donde hoy se levantan<b> La Garena y Espartales </b>Norte; y cientos de alcalaínos y alcalaínas trabajaban en <b>Roca, Electrolux, Bosch, La Seda</b>…<br />
<br />
La ciudad todavía se estaba recuperando de una secuencia de golpes brutales. El más doloroso fue la <b>epidemia de legionella</b> que en el otoño de 1996 se llevó por delante la vida de 11 personas, provocó la hospitalización de más de 220 y obligó a poner literalmente en cuarenta a casi un tercio del casco urbano. Y muy decepcionante, por lo que tenía de pérdida de confianza en los políticos locales, fueron a lo largo de 1997 el ‘caso Ferrer’, una trama de comisiones ilegales que puso en el punto de mira durante meses al <b>exalcalde Florencio Campos</b>, hasta que fue sobreseído; y un demoledor informe del <b>Tribunal de Cuentas </b>que dejaba al descubierto la caótica administración del Ayuntamiento a comienzos de la década.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs5NXXUnHx4n0CeHR_llNU3patVC8wsIz3dosiExpMQSmce3K-SfwBMagHIVu-pw9wRoycoZycpftLJ4hOnS4NxLi2KWSnf4dqhUAsIPramDN7-IZI0hqn89NqP7HAVAqr7Yqa7jwBK3Y/s1600/manzana.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1200" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs5NXXUnHx4n0CeHR_llNU3patVC8wsIz3dosiExpMQSmce3K-SfwBMagHIVu-pw9wRoycoZycpftLJ4hOnS4NxLi2KWSnf4dqhUAsIPramDN7-IZI0hqn89NqP7HAVAqr7Yqa7jwBK3Y/s400/manzana.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Imagen aérea de la manzana Cisneriana, el núcleo de la villa universitaria reconocido por la Unesco (Imagen: UAH)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Y en mitad de esa atmósfera tan desfavorable y deprimente, con un empuje admirable -más aún lo parececon la perspectiva que da el paso del tiempo-, un grupo de personas halló energía e ilusión suficientes para sacar adelante dos propuestas culturales tan descabelladas como el <b><a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2017/02/cervantes-vuelve-descansar-en-paz.html">450 aniversario del nacimiento de Miguel de Cervantes</a> </b>y la solicitud a la Unesco del título de Patrimonio de la Humanidad a Alcalá. El primero resultó un fiasco, no tanto por lo forzado de la efeméride como por el apoyo prometido y luego negado desde el Ministerio de Educación y Cultura, cuya titular era casualmente Esperanza Aguirre; y desde la Comunidad de Madrid, con<b> Ruiz Gallardón y el consejero Villapalos</b> a la cabeza.<br />
<br />
Mucho mejor fue con la aventura ante la Unesco, en cuyo buen final concurrieron los méritos -nunca ponderados lo bastante- de la <b>Universidad</b>, precursora de la idea con al <b>rector Gala </b>al frente; y a las decenas de instituciones y pequeñas entidades sociales, culturales y deportivas, así como comercios y empresas de la ciudad, que convocadas por el extinto<i><b> Diario de Alcalá</b></i> suscribieron un manifiesto absolutamente enardecedor. Tras su lectura, los asamblearios reunidos en Kioto poco menos que imaginaron al pueblo complutense abrazado como un solo ser a <b>la Ciudad del Saber, de Dios, de la Lengua y de Cervantes</b> acrisolada, como en ningún otro lugar del planeta, en este recoleto rincón de la meseta, a orillas del rumoroso río Henares.<br />
<br />
Entonces se confiaba ingenuamente que aquel amor incondicional de los vecinos por su ciudad vendido y comprado por la Unesco sería una realidad en cuestión de tiempo; de paciente cultivo y de lento aprendizaje. Porque Alcalá no es de esas viejas ciudades cuya historia entra de un trallazo en los cinco sentidos del que la recorre y contempla, como lo hacen el <b>Obradoiro en Santiago</b>, la plaza Mayor en Salamanca, <b>la Mezquita en Córdoba</b> o el Acueducto en Segovia. Alcalá necesita ser contada y explicada para, a continuación, descubrir y asombrarse con las huellas de la <b>carcasa armoniosa, mestiza e inspiradora</b> que han ido dejando casi dos mil años de afanes y desvelos de muchas generaciones; encerrada ahora entre impersonales capas de colmenas de pisos, modernas urbanizaciones de simétricos adosados, cinturones interminables de asfalto y destartalados polígonos de empresas y grandes comercios.<br />
<br />
A la vista está que, en cuestión de conocimiento y orgullo locales, estamos casi como hace 20 años. O más atrás. Y eso que no han faltado los esfuerzos divulgativos por parte de las autoridades locales, en los sucesivos gobiernos que han desfilado por el Consistorio en este tiempo. La agenda cultural ha aumentado considerablemente, incorporando celebraciones como el <b>Mercado Cervantino</b> que, aunque desbordado en algunos extremos, es todo un referente popular; y con la ayuda de la Comunidad de Madrid se han consolidado tres equipamientos culturales de primer nivel:<b> el Museo Casa Natal de Cervantes, el Corral de Comedias y el Museo Arqueológico Regional</b>.<br />
<br />
Pero para conocer y querer hace falta poner <b>voluntad</b>. Y ya.<br />
<br />
Cabe la posibilidad de que otro gallo nos hubiera cantado si a lo largo de estas dos décadas se hubiera avanzado en la<b> agenda material </b>que obligatoriamente ha de acompañar a una posesión tan inmaterial como el título de Patrimonio de la Humanidad. Y ahí por desgracia ha existido un estancamiento de lo más desolador.<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLkb5etc04nsYcyhjN8am6Dwn44czVBhNFEjYH_I2QDAlZhngiEd8T4y9NDV9lfRDqYf6h4Jtir-QTobUBM7jZuorNO43zUlgSa-QYFEQQgPEmtPSKI_meK1E5pAUkkuNHoBbQ2VjKbtI/s1600/mercado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1200" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLkb5etc04nsYcyhjN8am6Dwn44czVBhNFEjYH_I2QDAlZhngiEd8T4y9NDV9lfRDqYf6h4Jtir-QTobUBM7jZuorNO43zUlgSa-QYFEQQgPEmtPSKI_meK1E5pAUkkuNHoBbQ2VjKbtI/s400/mercado.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>En apenas veinte años, el Mercado Cervantino de octubre se ha convertido en la fiesta popular más multitudinaria de Alcalá (foto: Ayuntamiento de Alcalá)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Uno de los temas de ciudad más recurrentes en la agenda municipal de los años posteriores a la consecución de la declaración de la Unesco era constituir un <b>Consorcio </b>con representantes de todas las Administraciones, amparados a su vez por un<b> Patronato Real </b>-imitando a Santiago, Toledo y Cuenca-, que velaran institucional y económicamente por la Ciudad Patrimonio de Alcalá. Con ello se lograría un presupuesto millonario para consumar, a través de una periodicidad perfectamente trazada, materializar un ambicioso plan de mejoras, conservación y promoción que se dio en llamar la <b>‘Biblia del Patrimonio’</b>.<br />
<br />
Y en esa biblia se metía desde la finalización -ya con criterios rigurosos y sin descuidos o excesos- de los proyectos de recuperación de edificios y espacios históricos, hasta la creación del parque arqueológico de Complutum; desde <b>el enterramiento de las vías del tren</b> y la creación de un bulevar kilométrico, a la integración del <b>río Henares</b> en la ciudad, como su gran espacio natural; desde la adecuación de los <b>Cuarteles </b>del Príncipe y Lepanto y <b>Sementales </b>a usos sociales y culturales, a la creación del mejor auditorio al aire libre en la <b>Huerta del Obispo</b>; o desde el relanzamiento del <b>parque de los Cerros </b>-clausura inmediata del vertedero incluida- y del mirador de <b>Alcalá la Vieja</b>, al rescate de todo lo rescatable del suntuoso Palacio Arzobispal destruido en 1939. Y todo eso, y más, conformaba la manera de plasmar lo que suponía el compromiso impuesto por la Unesco: cuidar la historia y el patrimonio para, por encima de todo, proyectarlos con la modernidad y las comodidades del presente hacia el futuro.<br />
<br />
Hace mucho, sin embargo, que estos asuntos no aparecen en los discursos municipales. Y mucho menos en los regionales y nacionales. Gobiernos y corporaciones se esforzaron por sacar adelante un sucedáneo de Consorcio, que apenas llegó a funcionar. La petición del Patronato contó con las bendiciones del <b>rey </b>y, las más decisivas, de<b> la Asamblea de Madrid y de las Cortes</b>, instando al Gobierno de la nación a constituir esta institución. Pero se toparon con el poder absoluto de las vicepresidentas. La socialista <b>Fernández de la Vega </b>dijo en 2009 que no tocaba… ni tocaría; y la ‘popular’ <b>Sáenz de Santamaría</b> lo anunció y casi lo olvidó al mismo tiempo en un paripé electoralista en mayo de 2015.<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/mgBZRgOO67I/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/mgBZRgOO67I?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<br />
<br />
<br />
Y desde entonces, el silencio. Hasta llegar al aniversario de ahora, donde lo más relevante ha sido un <b>corto promocional primoroso</b>, un álbum de postales de gran formato en la tenebrosa<b> Capilla del Oidor </b> y, de parte de la iniciativa cívica, el oportuno y pertinente ciclo de conferencias de<b><a href="http://ieecc.es/"> la Institución de Estudios Complutenses (IEECC)</a></b>.<br />
<br />
Ninguna acción política ni reflexión de lo hecho y de lo muchísimo por hacer (¿por qué no una <b>declaración municipal de conjura</b> para pedirle cuentas al Estado? ¿O un <b>simposio nacional e internacional </b>para abastecerse de ideas? ¿O una simple <b>campaña en colegios e institutos </b>para que los alcalaínos del mañana nos presten sus sueños?). Solo un brindis al vacío, una oda sordomuda a este patrimonio de la inanidad. Nada comparado al entusiasmo arrollador con el que, aquel 2 de diciembre gris y cualquiera, muchos imaginaron el Alcalá de 2018 con el regalo increíble pero cierto que nos llegaba desde Japón: nada menos que unas alas del paraíso que no nos harían crecer sino volar.<br />
<br />Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-23810844619649950882018-06-13T10:42:00.001+02:002018-06-13T12:01:40.010+02:0029 días y 130 años del Teatro Salón Cervantes<i>Tempus fugit </i>es el lema de nueva edición del <b><a href="http://www.clasicosenalcala.net/2018/home/">Festival Clásicos en Alcalá</a></b>, que ha alcanzado una esplendorosa mayoría de edad casi sin darnos cuenta. Huye, escapa, vuela el tiempo, claro que sí. Y seguirá volando, como ha volado hasta hacer posible la feliz casualidad de que el <b>Teatro Salón Cervantes</b>, sede central del festival, cobije la función inaugural de la muestra, <i>Mestiza </i>de <b>Yayo Cáceres</b>, y celebre casi a la vez su 130 aniversario.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCfnDbOe452YqIG2w4OI3zk6vYXVSt-B6zm__SqzSjFLqFg33agdRFQwqQx11rx_4QtN_fdgbCC4j6gncS4SilU-_GEfg5nYN6fzKD9LMW6eMHHnAfiV4CYbr7lGFgylWqhQhq95pyBh4/s1600/teatro_cervantes+CVC+cervantes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="600" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCfnDbOe452YqIG2w4OI3zk6vYXVSt-B6zm__SqzSjFLqFg33agdRFQwqQx11rx_4QtN_fdgbCC4j6gncS4SilU-_GEfg5nYN6fzKD9LMW6eMHHnAfiV4CYbr7lGFgylWqhQhq95pyBh4/s400/teatro_cervantes+CVC+cervantes.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Fachada del Teatro Salón Cervantes, construida en los años 20 del pasado siglo. La original era de ladrillo, sin adornos (foto CVC Cervantes)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Y si seguimos hablando de un tiempo que vuela más que corre, aun podemos recordar que los relojes y las hojas de calendario quedaron pulverizados en la construcción del coqueto teatro de la <b>calle Cervantes,</b> en el presente propiedad del Ayuntamiento y uno de los principales centros culturales de Alcalá de Henares.<br />
<br />
El <b>6 de mayo de 1888 </b>se presentaron los planos del coliseo. Y cuatro semanas después estaba terminado, pues la obra concluyó en tan solo <b>29 días,</b> según rezan las crónicas; unas prisas y un récord que mucho después le pasarían factura.<br />
<br />
El Cervantes, eso sí, no es <a href="http://lacomplutopia.blogspot.com/2017/05/la-ciudad-del-teatro-en-un-teatro-de.html"><b>el teatro más antiguo de Alcalá</b></a>; como es sabido, el decano, y uno de los teatros más antiguos de Europa, es el <b>Corral de Comedias,</b> que el carpintero<b> Francisco Sánchez </b>construyó en <b>1601</b>. Precisamente el Corral, que en el siglo XIX ya no tenía aspecto de patio de comedias sino de <b>teatro romántico a la moda</b>, con palcos y planta elíptica, sirvió de inspiración para el diseño del nuevo teatro de la ciudad que promovió una <b>“sociedad de condueños”</b>, que no hay que confundir con la célebre Sociedad de Condueños que compró la manzana cisneriana en <b>1850</b>. Estos condueños del teatro formaron una sociedad mercantil y adoptaron el mnismo nombre de los condueños universitarios por componer una cuadrilla que agrupaba a diversos promotores y potentados locales.<br />
<br />
<b>Félix Huerta y Huerta</b> encabezó aquella sociedad que ya en <b>1885 </b>hizo un primer intento por levantar el teatro en el solar conocido entonces como la <b>Huerta de Capuchinos</b>, por el convento cercano. La creencia popular, sin fundamento claro, de que en ese terreno estuvo la casa natal de Miguel Cervantes, de la que no quedaba más vestigio que una tapia, donde lucía desde <b>1846 </b>una placa conmemorativa pagada por entusiasta cervantista local <b>Mariano Gallo</b>, frustó la iniciativa [hasta un siglo después no se descubrió que el escritor nació en una casa de la <b>calle de la Imagen</b>], con intervención incluso del Ayuntamiento, que soñaba con la idea de erigir en el lugar <b>un museo o una biblioteca cervantina</b>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4rNtvUE6JbFIFb3w5ggaWIx7neZzrOZofWbgp7zk1DWJq-SmOOdNUW6TaJrZGRMyzRT7XmxGQbqFAf7k4rCwkbWOipXwidCJTCHqPDPBdqOnMvPed9hQk3xFCFItGuAkhw7eAlibSf1A/s1600/placa+falsa+cervantes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="400" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4rNtvUE6JbFIFb3w5ggaWIx7neZzrOZofWbgp7zk1DWJq-SmOOdNUW6TaJrZGRMyzRT7XmxGQbqFAf7k4rCwkbWOipXwidCJTCHqPDPBdqOnMvPed9hQk3xFCFItGuAkhw7eAlibSf1A/s400/placa+falsa+cervantes.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Placa que lució en la fachada del TSC hasta mediados del siglo XX, cuando se comprobó que la casa donde nació Cervantes estaba en la calle de la Imagen (foto MEC/IPHE).</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Tres años más tarde, no obstante, sí se dio luz verde al proyecto y el teatro se levantó a toda prisa, con el compromiso de recolocar la lápida en su fachada. De hecho, tanto el teatro como la calle, conocida hasta entonces como <b>calle de la Tahona,</b> se terminaron llamando Cervantes por ese motivo.<br />
<br />
Como es fácil de imaginar, a la velocidad con la que se ejecutaron las obras, el edificio resultante fue bastante <b>pobre en factura y adornos.</b> El interior era muy sencillo, con platea y palcos al estilo del patio de comedias. Del exterior no se preocuparon tanto: la portada quedó en bruto, de ladrillo y enfoscado, al igual que el resto de paramentos. Apenas se conservan ilustraciones y fotografías de aquel primitivo TSC; tan solo algunas instantáneas de principios de siglo en las que se puede apreciar la bastedad de la fachada y el extravagante interior, con una decoración que recordaba, según algunos cronistas complutenses, a un<b> "chalé tirolés"</b>.<br />
<br />
El teatro marchó bien en sus primeras temporadas, acogiendo obras de teatro y funcionando también como <b>salón de baile</b>. Pero con la entrada del siglo XX comenzó a arrastrar problemas de <b>rentabilidad</b>. En <b>1924 </b>se emprendió una larga restauración, que incluyó la construcción de la característica <b>fachada-telón</b> que aún luce en la actualidad y una profunda renovación de la decoración interior con aires modernistas. Fue en ese remozamiento cuando el coliseo adoptó definitivamente la traza cuadrada e incorporó los dos niveles de palcos y el escenario a la italiana.<br />
<br />
Por entonces, más que para representaciones de teatro, el Cervantes se empleaba para acoger<b> bailes y actos sociales</b> de todo pelaje. Y así siguió siendo a lo largo de las décadas que continuaron, añadiéndose las <b>proyecciones de cine</b>, uso que todavía mantiene el teatro. De hecho, es la única sala de cine que queda en el centro histórico. Y a esa tristeza se une la paradoja -o <b>parajoda </b>en toda regla- de que es la sede principal de <b>ALCINE</b>, que también usa el Corral de Comedias para los mismos menesteres. O sea, un festival de cine sin cines donde exhibirse y viejos teatros teniendo que venir al rescate del moderno cinematógrafo... Extravagancias <i>veredes</i>.<br />
<br />
En los años 70 el TSC se transformó en un <b>bingo </b>y a finales de los 80 el Ayuntamiento se hizo cargo del edificio, que sufría un avanzado estado de deterioro. Tras una rehabilitación a fondo, el 14 de abril de 1989 el entonces presidente de la Comunidad de Madrid,<b> Joaquín Leguina,</b> reinauguró el teatro como lo que fue en sus orígenes, un teatro.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw-WIqEEFj5VvvQfzp7mhcA9vcx6lj-isYp2Ac5f952Igi3ZbXxoR_6YUb5jsF7vVKyDj8WG4nNa9tw6t3m8TaHUZeubOewhGve3kCiriWMVn2V3-8DbFglv0Ano5KSZueaaAKgC9g5ZY/s1600/TSC.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1063" data-original-width="1600" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw-WIqEEFj5VvvQfzp7mhcA9vcx6lj-isYp2Ac5f952Igi3ZbXxoR_6YUb5jsF7vVKyDj8WG4nNa9tw6t3m8TaHUZeubOewhGve3kCiriWMVn2V3-8DbFglv0Ano5KSZueaaAKgC9g5ZY/s400/TSC.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La última reforma realizada en el TSC tuvo lugar entre 2003 y 2004, cuando la estructura de madera original empezó a ceder peligrosamente, carcomida por las termitas (culturalcala.es).</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Hasta que en el verano de <b>2003 </b>se manifestó la herencia envenenada de aquellos 29 días de lejana construcción récord: unas <b>grietas pavorosas</b> aparecieron en algunos parcos cercanos al proscenio. Al parecer, la cimentación del patio de butacas aún era la original, con<b> pilares de madera</b>, que había alimentado a cientos de generaciones de termitas hasta que se quedaron sin pitanza. Y el edificio, en consecuencia, sin sustentación.<br />
<br />
Un año tardó en reabrir el teatro, ocasionando un gran trastorno a la programación cultural del Ayuntamiento, que se preparaba para conmemorar el <b>‘Año Quijote’</b> de 2005. La vieja iglesia del antiguo <b>Colegio Convento de San José Caracciolos</b>, en la calle Trinidad, fue utilizada como la sala alternativa, bautizándose como <b>Teatro Universitario Lope de Vega</b>. Pero las estrecheces, las entradas de luz y la mala acústica de la alta nave del antiguo templo, forradas sus paredes con maderas y telones negros, se convirtieron en un suplicio para el público y un baldón para los actos y espectáculos que allí se albergaron.<br />
<br />
Por suerte, la reforma del viejo TSC fue aprovechada no solo para renovar los pilares del coliseo, sino también para sanear y modernizar sus instalaciones, dejando su aforo en las <b>458 localidades </b>actuales. Todo lo necesario, en fin, para llegar puntual y volandero a esta edición de Clásicos, 29 días y 130 años después.<br />
<div>
<br /></div>
Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-11889823639494463542018-04-27T00:51:00.003+02:002018-04-28T10:50:29.377+02:00La silla eléctrica, la hoguera y medio milenio de librosEntre la tropa de sabios, maestros y artesanos que el <b>cardenal Cisneros</b> invitó a vivir en Alcalá de Henares para construir su barrio universitario, llegó de Sevilla en 1502 un impresor polaco llamado <b>Estanislao Polono</b>. Y ese año, hace pues más de medio milenio, salió del taller de este industrial el primer libro de imprenta de la historia de Alcalá. Un hecho que no tendría mayor trascendencia si no fuera porque en aquellos días, en aquella época y en aquel Alcalá un libro era, además de <b>un objeto de vanguardia</b>, tal y como hoy lo puede ser un teléfono móvil de ultimísima generación; un tesoro de conocimiento, y una obra de arte; uno de los productos más sofisticados de un tiempo, el del Renacimiento, en el que se registró una de las revoluciones del conocimiento más grandes de la historia de la humanidad. <b><i>Vita Christi</i></b>, del cartujo<b> Ludolfo de Sajonia</b>, era el título de aquel primer tomo que unía a la <b>Ciudad de Dios y del Saber </b>que empezaba a ser Alcalá, la condición de universal <b>Ciudad de los Libros, la <i>Civitas Librorum</i></b>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvlW3ouLR5eEFdlY7omOX9p2cjMluhXFAWmWUOUvSOum0BTnPorW2udDF0nzeQUg7RfxI3rE4MM48yefxdGLBV6JAffobSqHeOG6Ezesru6xC7S4Ds4aYQxqP67AEb0kV31QGDCcQCj1U/s1600/fuego.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvlW3ouLR5eEFdlY7omOX9p2cjMluhXFAWmWUOUvSOum0BTnPorW2udDF0nzeQUg7RfxI3rE4MM48yefxdGLBV6JAffobSqHeOG6Ezesru6xC7S4Ds4aYQxqP67AEb0kV31QGDCcQCj1U/s400/fuego.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>La falla, con Cisneros como protagonista central, antes de comenzar arder (foto: Ayuntamiento de Alcalá)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Con ese título se inauguró en el <b>otoño de 2002</b> una formidable muestra conmemorativa con <b>ochenta libros fabricados</b> en Alcalá en aquellos años de albores de la Universidad y de despegue del arte de la imprenta, con la <b>Capilla del Oidor </b>como marco (aún le quedaban unos años para brillar como una de las salas de exposiciones más hermosas de la Comunidad de Madrid, antes de convertirse en el lúgubre y deslavazado centro de interpretación que es hoy en día). Y aquella efeméride vino a señalar uno de los hitos más importantes en la historia de la ciudad. Porque con la incorporación de la imprenta al estudio y a la divulgación, se accedía de lleno a la<b> escogida geografía </b>de los lugares donde se apreciaba y se producía alta cultura en el mundo. Y <b>tanto los eruditos como los creadores</b>, tuvieron aquí aseguradas puertas abiertas y refugio seguro para fijar sus saberes, ideas y fabulaciones, y multiplicar su alcance entre el prójimo sin número ni medida, gracias a la nueva máquina.<br />
<br />
Cuesta comprender y hacerse una idea cabal de lo que representó ese colosal salto en la mentalidad de 2018, cuando la práctica totalidad del saber humano cabe y está al alcance en<b> una pantalla de móvil o de ordenador</b>. Pero entonces supuso una ruptura revolucionaria.<br />
<br />
Los homenajes y recuerdos de ese pasado esplendoroso continuaron unos meses más tarde, en mitad de la primavera, en vísperas de elecciones municipales de mayo de 2003, con la inauguración de un monumento conmemorativo en la fuente que preside la glorieta de entrada al <b>barrio de Espartales</b>. El monumento en cuestión trataba de recrear una prensa. Sin embargo, el vecindario nunca ha dejado de conocerlo y reconocerlo como la <b>‘silla eléctrica’, </b>un mote de guasa que da idea de lo poco afortunada que resultó la recreación.<br />
<br />
Por desgracia tampoco está ya el <b>panel de azulejos </b>que en la acera explicaba al paseante que aquella instalación estaba dedicada a reconocer la labor centenaria del ilustre gremio de los impresores alcalaínos. Allí aparecía una larga lista de nombres que arrancaban en el siglo XVI con Polono y los célebres <b>Brocar</b> y concluía en el siglo XX con <b>Ventura Corral </b>y los <b>Talleres Penitenciarios</b>, al cuidado estos últimos de maestros de la imprenta y la escritura como el venerable <b>Francisco Antón</b>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgij6tVYzGteJTg6ZdySm4gyEbu7T5izMxeghxcYucxwdGe01yhjdbqB6c8Lk4-ySSjgGWKb-DBxwtOI2s3UDOjDzzR0gJP1jQa50tDXvQrYd72ako8XUhESt_rta8rMOKl8obYjli2oc8/s1600/imprenta.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="551" data-original-width="800" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgij6tVYzGteJTg6ZdySm4gyEbu7T5izMxeghxcYucxwdGe01yhjdbqB6c8Lk4-ySSjgGWKb-DBxwtOI2s3UDOjDzzR0gJP1jQa50tDXvQrYd72ako8XUhESt_rta8rMOKl8obYjli2oc8/s400/imprenta.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Monumento a los impresores en Espartales (foto: Raimundo Pastor)</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Pero el panel en cuestión fue arrancado azulejo a azulejo por <b>bárbaros</b> de distinto turno. Y nadie se ha preocupado por reponerlo. Que este despojo se haya producido en Espartales, esa barriada siempre a trasmano, ha rebajado aún más la preocupación hasta la nada.<br />
<br />
De remate a aquellos recordatorios del estrecho lazo de Alcalá con la letra impresa, un año después vio la luz el libro <b><i>Tres siglos de prensa en Alcalá, 1706-2004</i></b>, una concienzuda recopilación de los periódicos, revistas y hojas volanderas que han existido en Alcalá, obra de dos de sus estudiosos más preclaros, <b>Vicente Sánchez Moltó y José Félix Huerta</b>. El pretexto para lanzar aquel monumental trabajo, que ya es un referente en la historiografía local y que estuvo acompañado de su correspondiente exposición, fue el tricentenario del primer periódico conocido en la ciudad, <i>La Gaceta de Alcalá</i>, surgida en mitad de la <b>Guerra de Sucesión</b>, con los partidarios de los <b>Austrias</b> y de los <b>Borbones</b> en liza.<br />
<br />
En honor a la verdad, ya existía de antes en el paisaje de la ciudad un recuerdo a aquel periódico pionero, aunque resulta tan deprimente como la silla eléctrica. Se trata de la calle <b>Gaceta</b>, que es más bien un callejón o pasadizo, tétrico y oscuro, estrangulado por las vías del tren y el paredón de la rampa del <b>puente de Meco</b>. Al dar acceso al paso elevado que conduce hasta el <b>barrio de los Nogales</b>, el tránsito está asegurado. Y solo ese trasiego de paisanos, más el colorido de los grafitis, distraen un poco la fealdad de ese rincón.<br />
<br />
Parte de ese mundo prácticamente perdido que es la prensa de papel se guarda en e<b>l depósito que la Biblioteca Nacional</b> posee a orillas de la carretera de Meco. Millones de documentos de todo formato reposan en esos silos que cierran el horizonte del Campus por el norte. Y otros tantos o más se conservan en el otro gran almacén de memoria impresa que tiene el privilegio de cobijar Alcalá: el <b>Archivo General de la Administración</b>, heredero del mítico <b>Archivo General Central</b> que fue alojado en el <b>Palacio Arzobispal</b> a mediados del siglo XIX<b> </b>y que sucumbió junto a sus mejores estancias en el devastador incendio de agosto de <b>1939</b>.<br />
<br />
Y precisamente casi a la sombra de la imponente mole de <b>Aguadores</b>, en la vecina<b> plaza de la Paloma</b>, tuvo lugar hace unos días el último y más disparatado de los homenajes al libro en Alcalá, consistente en una <b>falla valenciana</b> con todos sus avíos: pirotecnia, <i>ninots indultats</i> y, cómo no, fuego. El Ayuntamiento ya encargó una el año pasado con motivo del c<b>uarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes </b>y para dar realce al Día Internacional del Libro, fijado en el 23 de abril precisamente por ser esa la fecha en la que recibió sepultura el alcalaíno más universal.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTjMRSWn6H5z2NJalfMmq-voCz_a21gM8B0nnwsQhlDkZC-6fNjeqLM3TPuvF83WinfLPEnO43_wGpUm9r0ZEdYvRxpVPeVz4mSMRX4jxHVYXcrhyphenhyphenDXuLL15acQaFZcvW4bqsaifYqGWc/s1600/vita.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="1115" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTjMRSWn6H5z2NJalfMmq-voCz_a21gM8B0nnwsQhlDkZC-6fNjeqLM3TPuvF83WinfLPEnO43_wGpUm9r0ZEdYvRxpVPeVz4mSMRX4jxHVYXcrhyphenhyphenDXuLL15acQaFZcvW4bqsaifYqGWc/s400/vita.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Detalle de la portada del libro Vita Christi.</i></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Y a la vista está que nadie en el Consistorio consideró un <b>contrasentido</b> simbólico el hecho de reducir a pavesas unos iconos culturales con<b> alma de papel</b>, porque este año se ha vuelto a celebrar la fiesta del libro pegándole fuego a una falla. Y esta vez le ha tocado arder a <b>Cisneros</b>, por aquello del reciente cuarto centenario de su muerte.<br />
<br />
Si al cardenal le hubieran augurado allá por 1502, con su <i>Vita Christi </i>entre las manos, que medio milenio después los alcalaínos celebrarían sus desvelos quemándole públicamente en efigie en una plaza, entre el jolgorio general (siendo él, para colmo, un <b>inquisidor</b>), seguro que habría mandado parar.<br />
<br />
Pero así es se las gastan en su <i>Civitas Librorum </i>en <b>los comienzos del siglo XXI.</b> Y lo que queda aún por ser pasto del fuego: calculen desde<b> el Arcipreste de Hita a Azaña</b>.<br />
<div>
<br /></div>
Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-81550177160407367082018-04-12T14:03:00.001+02:002018-04-12T21:21:14.264+02:00Un pívot llamado CervantesEntre las pocas cosas que, a pie de calle, ha agitado el intrascendente <b>aniversario cisneriano </b>en Alcalá ha estado la estatuaria pública, <a href="http://lacomplutopia.blogspot.com.es/2017/03/heroinas-y-ceporros.html"><b> asunto siempre controvertido en esta ciudad.</b></a><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCiY31URpCw6tXJdjCznCfpkJqeAVsyO-EV-pWU1r8vjHnq1LVuonHkiqM8efyKxUpvt_uJltJoIzUSHBjWlfkvBicyIVHycwBpysEXvQ01pNm8Na1d5-N5pEv19x_vXvmDFHjR76p_F8/s1600/estatua+Miguel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="750" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCiY31URpCw6tXJdjCznCfpkJqeAVsyO-EV-pWU1r8vjHnq1LVuonHkiqM8efyKxUpvt_uJltJoIzUSHBjWlfkvBicyIVHycwBpysEXvQ01pNm8Na1d5-N5pEv19x_vXvmDFHjR76p_F8/s400/estatua+Miguel.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>En 2029 se conmemorará el 150 aniversario de la estatua de Cervantes de la plaza.</i></td></tr>
</tbody></table>
Así, se ha rescatado del olvido la <b>estatua en piedra del cardenal que esculpió José Vilches en 1864</b>, escondida a lo largo de más de una década primero en un taller de la comarca y después en el <b>patio de las Juanas </b>para rehabilitarla y preservarla del azote de los los vándalos. Al parecer, la escultura fue sometida a una primera restauración que resultó fallida (cuentan que la prominente nariz del de Torrelaguna se llevó la peor parte) y tras una reforma mucho más cuidadosa, ahora se puede admirar en el <b>patio de Filósofos de la Cisneriana.</b><br />
<br />
Y el Obispado, por su parte, ha aprovechado el aniversario para dedicarle otra estatua al cardenal en la <b>lonja de la Magistral</b>, formando un inopinado conjunto con los<b> Santos Niños</b>. El autor de la pieza es <b>Pedro Requejo</b>, el mismo de la <b>pareja de don Quijote y Sancho</b> a la entrada de la <b>Casa Natal de Cervantes</b>, la más solicitada por los turistas a la hora de llevarse una foto de recuerdo de su paso por la vieja Compluto. Puede que a la Diócesis también le haya animado el mismo interés terrenal por explotar el tirón turístico y fervoroso colocando a este trío de celebridades locales en la entrada principal de la Catedral. Quién sabe.<br />
<br />
Pero a la hora de hablar de estatuas históricas, es imprescindible poner siempre por delante la de <b>Miguel de Cervantes</b>, presidiendo la plaza mayor de la ciudad. Y no solo porque está dedicada al alcalaíno más universal, sino porque seguramente sea la mejor de cuantas adornan el paisaje urbano alcalaíno. Además, en pocos años se celebrará su <b>150 aniversario</b>, siglo y medio de vicisitudes que no han hecho mella milagrosamente en su estampa románticamente <b>becqueriana</b>.<br />
<br />
Hay que contar, eso sí, que la estatua de Cervantes renació a finales de <b>2007 </b>tras una delicada restauración que eliminó las huellas de lustros de polvo, lluvia, excrementos de aves e insectos y también de la <b>barbarie vandálica</b>, cebada especialmente con su pluma, que desde entonces guarda un recuerdo secreto.<br />
<br />
Cuando las restauradoras encargadas de remozar la efigie, <b>Pilar Sendra y Laura Riesco</b>, subieron a los andamios y se encontraron cara a cara con Cervantes, sintieron un estremecimiento. La estatua del autor del Quijote, <b>un pivot de 2,09 metros, 750 kilos</b> y casi 130 años, era mucho más hermosa que vista desde el suelo, con un modelado y un detallismo sobrecogedores.<br />
<br />
Y lo más conmovedor era que la belleza de la obra del maestro iltaliano<b> Carlo Nicoli </b>resultaba patente a pesar de las costras, manchas, escorrentías y óxidos que habían otorgado a la escultura una <b>pátina verdosa</b> y un aspecto de grosero descuido. Y como broche a ese maltrato y a esa pinta deforme estaba la <b>pluma </b>de su mano derecha, una reposición burda -el chiste entonces era que don Miguel agarraba un <i>frigopié </i>más que sujetaba una pluma-, casi un insulto para la estatua y para el personaje.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXGyEmZIHEgCVEkX4vI5ZuDcMGNLMZIYDkXkjZYvDQTJNRJcO2hLQJLbobHKL0isTvR0IIbCg-CBCsSz0WJYEEBaier-QRP2laLD7XtQzLsCEmTBgdL7Eb5gng1IDzHMQ1mIixX7Q1gfg/s1600/p32f5.tif" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="803" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXGyEmZIHEgCVEkX4vI5ZuDcMGNLMZIYDkXkjZYvDQTJNRJcO2hLQJLbobHKL0isTvR0IIbCg-CBCsSz0WJYEEBaier-QRP2laLD7XtQzLsCEmTBgdL7Eb5gng1IDzHMQ1mIixX7Q1gfg/s400/p32f5.tif" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Corresponsales de prensa extranjera, fotografiados a los pies de la estatua de Cervantes en plena Guerra Civil.</i></td></tr>
</tbody></table>
Un gran <b>cubo con telones ocultó la peana </b>y la figura de Cervantes durante casi seis meses, tiempo en el que se desarrollaron las labores de restauración que financió la Consejería de Cultura. El objetivo era quitar la suciedad y recuperar las pátinas naturales. Pero durante la intervención se realizaron varios hallazgos. Como los <b>tres orificios </b>localizados en distintas partes de la estatua; a saber, <b>la cabeza, la gola y el muslo izquierdo</b>, que quizá fueron practicados y usados para transportar y elevar la pieza.<br />
<br />
También se dejaron a la vista en la base circular de bronce que la sujeta <b>dos leyendas</b>: <i>Carlo Nicoli Florencia MDCCCLXXIX </i>y <i>Fratelli Galli fusero in Firence</i>, que corresponden respectivamente al nombre del escultor, su procedencia y el año de la colocación de la estatua, <b>1879 </b>-en concreto, fue inaugurada el 9 de octubre de ese año, después de que el Ayuntamiento descartara otro modelo en el que don Miguel aparecía <b>recostado en un sillón</b>-, y los <b>artesanos florentinos</b> que recibieron el encargo de de fundirla.<br />
<br />
Además, se toparon con la torpe colocación de la pluma falsa en la mano, una desafortunada copia de la original, <b>repuesta una y otra vez a consecuencia de los continuos robos</b>, pero ésta además atornillada al pulgar con pernos de hierro, lo que había provocado que literalmente chorreara el óxido. A tal fin se moldeó una nueva pluma con una resina especial, más acorde a la estética y el estilo de la escultura, y se adhirió a la mano a través de <b>una espiga </b>de la misma resina con fibra de vidrio en el cálamo de la pluma original, que aún se conservaba entre los dedos del escritor.<br />
<br />
Y para que no hubiera duda del <b>respeto reverencial </b>de los restauradores a un atributo tan simbólico, en el reverso de la pieza se añadió una pequeña inscripción para conocimiento de las generaciones futuras: <b>“Reintegración subjetiva 2007”</b>.<br />
<div>
<br /></div>
Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6429440715066506648.post-68720768680105826842018-03-15T12:53:00.002+01:002018-04-12T13:39:39.444+02:00Leones para la fachada del 'chalé' de la calle MayorLos andamios que durante las últimas semanas han tapado la entrada a <b>la Casa de los Lizana</b> acaban de ser retirados y han dejado al descubierto el remozado <b>escudo de los leones rampantes y encadenados</b>, uno de los más hermosos de Alcalá. De hecho, hay muy pocos edificios históricos del barrio monumental complutense que puedan presumir de una portada con un adorno tan característico y majestuoso como éste.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVAisND5rh4qiYqmDjFhngvF5J9gySwD9VFi-7LJeCFtV7UqDR_NnDjGXk3JSrICa-X7lUHJepathHMqnBTz_b_-AwSeJRtu5S0aPKA4K56LiktL3Yem7tb7UldyA-KrBSeeXsVLVgLtI/s1600/LIZANA1.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="875" data-original-width="1321" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVAisND5rh4qiYqmDjFhngvF5J9gySwD9VFi-7LJeCFtV7UqDR_NnDjGXk3JSrICa-X7lUHJepathHMqnBTz_b_-AwSeJRtu5S0aPKA4K56LiktL3Yem7tb7UldyA-KrBSeeXsVLVgLtI/s400/LIZANA1.png" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>El majestuoso escudo que preside la entrada de la Casa de los Lizana, una joya del arte plateresco, tras su rehabilitación (foto: La Luna de Alcalá)</i></td></tr>
</tbody></table>
Por eso mismo, tampoco es extraño que a lo largo de los últimos lustros se le hayan asignado los más variados usos a este edificio que fue <b>convento, colegio, palacete y casa de vecindad</b>, antes de ser comprado por el Ayuntamiento. <b>Museo </b>para los más variados contenidos (el último, el de la colección de los <b>Madrazo</b>, en paradero desconocido desde que la ínclita <b>presidenta Aguirre </b>se la endosó al Consistorio), <b>biblioteca cervantina</b>, <b>centro de estudios de Azaña</b>, sede de la <b>Asociación de Empresarios del Henares</b>, residencia de <b>visitantes ilustres </b>y oficinas de concejalías varias han formado parte de la baraja municipal. Éste último destino, como sede de la Concejalía de Desarrollo Económico y del ente <b>Alcalá Desarrollo</b>, se llevó finalmente la palma hace cosa de una década.<br />
<br />
Y bien está así sabiendo que pudo ser mucho peor. Y no solo porque el abandono podría haber condenado a la ruina a este joya del <b>arte plateresco</b>. Algún temerario, cegado por la <b>potencia estética </b>y visual de estos leones flamígeros y atados con cadenas –uno con la mirada fiera fijada en los paseantes y el otro rugiendo con la cara vuelta hacia el cielo-, llegó a elucubrar con desmontarlos y colocarlos, así como así, en el mismísimo <b>Museo Casa Natal de Cervantes</b>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSW3pMYa-xgzpRJgCrHIb0wtMN5dui0gOLG5MYREsjrg4JwG4gXKyYCHprrvQpcHjCzHkhB8klwqKCmfPGla1yJ2iGBcZxrcyy7B3ICIRuwLQcaX7LV0yD2jDpE5JRJRCPRE4658QlZrE/s1600/placa+falsa+cervantes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="400" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSW3pMYa-xgzpRJgCrHIb0wtMN5dui0gOLG5MYREsjrg4JwG4gXKyYCHprrvQpcHjCzHkhB8klwqKCmfPGla1yJ2iGBcZxrcyy7B3ICIRuwLQcaX7LV0yD2jDpE5JRJRCPRE4658QlZrE/s400/placa+falsa+cervantes.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Placa que estuvo colocada en la calle Cervantes para señalar, erróneamente, el lugar donde estuvo la casa natal de Cervantes (Archivo IPHE)</i></td></tr>
</tbody></table>
Lo cuenta el investigador local <b>José María San Luciano</b> en su libro<i> La Casa de Cervantes de Alcalá de Henares y el Día de la Provincia</i> (Domiduca Libreros, 2012). La obra narra cómo se gestó la construcción del museo, así como las vicisitudes de la inauguración en <b>1956</b>. Aunque el relato de la larga búsqueda del hogar de los Cervantes es el bloque más revelador del libro. Profusamente ilustrado con imágenes poco conocidas y notas, el investigador detalla todas las intentotas que se escenificaron en la ciudad para hallar la casa y erigirle un <b>museo-biblioteca </b>al hijo más ilustre de Alcalá desde mediados del siglo XIX.<br />
<br />
A partir de la ‘primera casa’ que, según la tradición, estuvo en la calle Cervantes, en la <b>huerta del convento de Capuchinos</b> que hoy ocupa el<b> Teatro Salón Cervantes</b>, y al que el entusiasta cervantista local <b>Mariano Gallo</b> le dedicó una placa en <b>1846</b>. Le sucedió luego el abogado<b> Ramírez de Villaurrutia</b>, que en <b>1872 </b>se ofreció a sufragar una biblioteca cervantina en una casa de la calle Escritorios. Y ya en el siglo XX se alentaron nuevos proyectos, como el de instalar un museo cervantino en alguna de las alas de la <b>Cisneriana</b>, hasta que el biógrafo <b>Luis Astrana Marín </b>encontró en <b>1941 </b>las primeras pruebas de la localización de la casa de los Cervantes en el <b>número 2 de la calle de la Imagen</b>.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn1Ud3XCcP6knDQU1Fx1z7U2ioNZeeD0ltk9IDvbvZATuXZAfEczv2GiEpUQ0CBA93xSRQDAi8Df68UuIUuNbwJ3O9aAgYGF3fcP1ZjnMTb12MCjyP1VtNm4UelY2hJkjcYa25V0wvxWo/s1600/casa+de+cervantes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="1000" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn1Ud3XCcP6knDQU1Fx1z7U2ioNZeeD0ltk9IDvbvZATuXZAfEczv2GiEpUQ0CBA93xSRQDAi8Df68UuIUuNbwJ3O9aAgYGF3fcP1ZjnMTb12MCjyP1VtNm4UelY2hJkjcYa25V0wvxWo/s400/casa+de+cervantes.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Fachada que se añadió a la reconstrucción de la finca original donde estuvo el hogar de la familia Cervantes y a la que se pensó en añadir el escudo de los leones de la Casa de los Lizana (foto: www.museocasanataldecervantes.org)</i></td></tr>
</tbody></table>
Tuvieron que pasar quince años para que el museo viera la luz, tras una compleja y onerosa compra del edificio, en especial de la crujía que daba a la <b>calle Mayor</b>, por el empeño de los arquitectos y restauradores de ‘darle entrada’ a la casa por la emblemática vía, con arreglo al proyecto de recuperación y acondicionamiento del caserón que se diseñó bajó los auspicios del <b>Ministerio de Educación Nacional.</b><br />
<br />
Y no fue éste el único capricho, pues se barajó la mencionada, y muy disparatada, idea del desmontaje y traslado del espectacular escudo de la Casa de los Lizana, con el <b>poderío aristocrático</b> de los dos felinos encadenados, para darle el mayor empaque posible a la Casa de Cervantes. Afortunadamente la cosa no pasó de la mera especulación.<br />
<br />
Aunque el sentido común no alcanzó a todo y la falta de rigor histórico, además del desmedido afán de proporcionarle el cobijo más suntuoso al universal escritor (“Pensaron que Cervantes se merecía no menos que<b> un palacete</b>”, afirma San Luciano), acabó pesando en exceso en una reconstrucción que aún hoy causa controversia. Claro que el colmo hubiera sido pegar los leones a la <b>fachada de chalé desarrollista </b>que se asoma a la calle Mayor.Pedro Pérez Hinojoshttp://www.blogger.com/profile/15735300813246937339noreply@blogger.com0